Pide un deseo

Primer libro del club Qwerty que leemos este 2024, obra de Jordi Cabré y escrito originalmente en catalán. Recibió el premio Sant Jordi de novela por esta "Digues un desig" en el 2018. Precisamente San Jordi tiene mucho que ver con la historia, lo que me hace preguntarme si algo, aunque fuera un poco, pudo ayudar a conseguir ese premio. No es que no me haya gustado el libro, pero no es precisamente una novela sencilla, más bien todo lo contrario.

"Pide un deseo" (traducción de Josan Hatero) está considerada como un thriller psicológico en el que un autor se ve sorprendido por la aparición de una autobiografía suya de la que él no tiene nada que ver y que está siendo un éxito de ventas el día de San Jordi. El problema es que está arruinando toda su reputación y nadie parece creerle cuando él mismo niega su autoría, ni siquiera su propia familia.

Si leemos esta sinopsis, es normal que veamos la novela como un thriller, pero en realidad es un juego metaliterario centrado en el proceso creativo y sus monstruos. Es decir, creo que es un libro que interesará mucho a escritores o a lectores interesados en el proceso de crear, pero no enganchará muchos a aquellos que esperen un novela de misterio com tal. Es un ejercicio de metaficción al estilo de "Si una noche de invierno un viajero", de Calvino o "Niebla", de Unamuno, o gran parte de la obra de Borges. Todo esto teniendo en cuenta que estas novelas no tienen nada que ver argumentalmente con el libro de Cabré. También me gustan bastante más. "Pide un deseo" empieza muy bien, enganchándome con ese juego de espejos que tanto se anuncia en las críticas. La primera parte me parece muy buena, me atrapa con una argumento que juega al despiste pero que también enseña una parte muy interesante del arte de escribir. En cuanto el autor muestra sus cartas, para mí la novela pierde mucho fuelle pero sigue siendo un esfuerzo importante por salirse de una narrativa convencional.

Cómo curiosidad, intenté leerlo en catalán pero tuve que pasarme al castellano porque no era capaz de seguirlo completamente. Requería cierta concentración y cierto nivel lingüístico que no tengo. Sin embargo, no es una novela difícil de seguir ni mucho menos. Uno de los aciertos de Cabré es intentar innovar pero creando algo que puede ser disfrutable por todo lector, desde mi punto de vista. Otra cosa es que te interese el tema o te parezca más o menos absurdo.