LA GUERRA DE NICO de Josan Hatero
No, él no era ningún valiente. Era un niño atrapado en un nombre. Un niño que envidiaba a sus compañeros de clase, que dormían cada día en su casa rodeados de sus seres queridos, que no cargaban fusiles, a los que no iban a llevar al frente como borregos al matadero.
|