La inquilina de Wildfell Hall

La obra se publicó en 1848, todo un escándalo para la época, ya que trata temas que, aún hoy en día, nos resultan incómodos a la vez que cercanos, como son el alcoholismo o el maltrato. Creo que se podría considerar una obra feminista, siempre dentro de los estándares de la época. Es interesante también descubrir la vida de las hermanas Brontë, así como de su hermano, en quien parece que se inspiró para escribir este libro.

Se trata de una novela epistolar cuyo narrador, Gilbert, nos cuenta cómo se instala en una propiedad cercana una joven y atractiva viuda con su hijo de 5 años, rodeada de un halo de misterio en torno a su pasado. A través del diario de Helen, la inquilina de Wildfell Hall, iremos descubriendo una historia dura y fascinante que, salvando algunos detalles, bien podría haber sido escrita en nuestro siglo. Recomiendo que no leáis ninguna sinopsis, creo que cuentan demasiados detalles de la trama y lo bonito es ir desentrañando el misterio de Helen a medida que avanzamos con el libro.

La narración es muy amena y ¿qué decir de la historia? Es adictiva. Este libro ya forma parte de mis mejores lecturas del 2020. La verdad es que si me preguntaran cuál es mi Brontë preferida, no sabría qué responder. Lo que es seguro es que leeré el resto de su obra en un futuro.

«Mi propósito al escribir las páginas que siguen no era simplemente el de entretener al lector, como tampoco era el de complacer a mi propio gusto o ni siquiera el de congraciarme con la prensa y el público. Quería contar la verdad, pues la verdad siempre transmite su mensaje moral a quienes sean capaces de recibirlo.»
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La verdad... Esto que escribió Anne Brontë en el prefacio de la segunda edición de 'La inquilina de Wildfell Hall' el 22 de julio de 1848 me llamó muchísimo la atención sin saber de qué trataba la novela, no entendía por qué se tenía que justificar de esta manera ante el público. Después de leer la novela no puedo dejar de quitarme un sombrero imaginario y postrarme a los pies de Anne. Qué valiente, qué atrevida. Porque escribir sobre lo que escribió en su momento debió ser totalmente revolucionario.
Decir la verdad nos honra pero también nos expone ante la opinión de los demás, de ahí que Charlotte Brontë quisiera evitar que esta obra se reeditase durante varios años tras el fallecimiento de Anne a los 29 años. Hay quienes opinan que lo hizo por envidia o celos pero yo no lo creo.
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La novela es el relato que Gilbert Markham le manda por carta a un amigo contándole los principales sucesos de su vida antes de que se conocieran, parafraseando las primeras líneas de la misiva. El comienzo de esta extensa narración se remonta al año 1827, cuando Gilbert tenía veinticuatro años y una misteriosa y joven viuda se instala en la destartalada Wildfell Hall despertando todo tipo de rumores entre los vecinos. La segunda voz narrativa de la novela es la de Helen Graham, la nueva inquilina de Wildfell Hall, que entrega su diario personal a Gilbert para que conozca su pasado.
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No quiero contar mucho más porque me gustaría que si no habéis leído la novela lleguéis a ella sin mucha información y que os sorprenda tanto como a mí. Me ha fascinado, me ha removido, me ha emocionado, me ha indignado... todo esto y mucho más es lo que he sentido leyendo esta historia, no os la perdáis.

No puedo entender que esta novela y esta autora no tengan el reconocimiento que merecen. En esta lectura conjunta hemos disfrutado de una historia sorprendente, llena de fuerza, bastante dura y compleja.
Me ha fascinado la calidad narrativa de Anne y su valentía a la hora de tratar ciertos temas que en su época eran más que un tabú.
A pesar de que no soy muy fan de las novelas epistolares, he de decir que me ha resultado una forma de narrar la historia muy amena y fluida, que atrapa de principio a fin y que te sumerge de lleno en las vivencias de sus personajes, sufriendo y emocionándote con ellos. A pesar de ser una novela larga, resulta de lo más absorbente y entretenida.
Hasta esta lectura conjunta solo había leído a una de las hermanas Brontë, Charlotte y su Jane Eyre, y puedo decir con toda tranquilidad que Anne ha conseguido transmitirme con esta “desconocida” novela todo lo que su hermana no consiguió con la suya tan conocida.
Definitivamente he caído rendida a los pies de esta autora, y como siempre es doble placer el haberla conocido y disfrutado con la tribu de @macondoclubliterario .
Mi próximo objetivo será leer a Emily Brontë, pero de momento mi favorita, como os digo, es Anne.
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Con este libro me estrené en el club de literatura @macondoclubliterario y la experiencia, fue distinta, pero maravilloso. Leer dos capítulos por día, comentarlos, ver los post explicativos en la página y los memes hizo que la lectura fuera más enriquecedora y quedará clavada en la memoria para siempre.

La inquilina de Wildfell Hall, es la historia de una Mujer, Helen, quien de forma misteriosa llega un día a este pueblo, con la única compañía de su hijo Arthur y su fiel ayudante. La casa a la que llega esta en ruinas, pero acondicionan una parte para que ellos puedan vivir, todos quieren saber quién es y los motivos de su traslado, pero ella, poco dada a los cotilleos por todo su historial de drama y tragedia, no hace alusiones al caso, provocando que se generen mil historias posibles y que la atención de toda la villa se fije en ella; en especial, los ojos de Gilbert Markham, quien perdiendo la razón y dando cabida al amor, busca develar el secreto que se convirtió en el obstáculo para estar cerca de su amada.

El libro está escrito en forma de diario personal, el primer narrador es Gilbert, quien, en forma de recuerdo, cuenta a su amigo lo que sucedió en dicha época; a mitad del libro te encuentras con el diario de Helen, que ayuda a entender toda la situación inicial y le da el toque revelador a toda la historia.

En cada uno de sus párrafos vas a encontrar diálogos grandioso hablando de amor, el matrimonio, la búsqueda del compañero de toda la vida, la maternidad, los vicios, el deber moral, dada la época en que fue escrita, hay versículos bíblicos que en forma majestuosa, Helen utiliza para reprender y contraargumentar, cuando otros quieren hacerle caer o afectar su moralidad.

Anne Brönte, la hermana olvidada, escribió un libro grandioso, con unos personajes que reflejan la realidad en la que ella se movía, el dolor de padecer en su familia una enfermedad que era mortal en la época (tuberculosis) y la lucha contra las adicciones que padecía su hermano. Para mí La inquilina de Wildfell fue una forma de catarsis para ella y aunque a veces la matiza con situaciones algo cómicas, no deja de mostrar la terrible realidad.

Les dejo esta frase grandiosa "Todas las novelas se escriben, o deben ser escritas, para que las lean hombres y mujeres, y no puedo concebir que un hombre se permita escribir algo que sea realmente vergonzoso para una mujer, o que una mujer sea censurada por escribir algo que sea conveniente y adecuado para un hombre."

4.5. Me ha encantado la lectura. Anne es la hermana Brontë más olvidada pero no menos brillante. Los temas que se tratan en esta historia, la construcción de personajes y el desarrollo de la trama me han gustado mucho, a pesar de que con ninguno de los personajes he conectado especialmente.

Me parece de una valentía tremenda lo que Anne llevó al público en el momento que le tocó vivir (aunque lo hiciera bajo seudónimo). Pero teniendo en cuenta las critícas que podía recibir, y que recibió, no se cortó un pelo en exponer la realidad que observaba y que en parte ella misma vivió en sus carnes (su hermano tuvo graves problemas con el alcohol); todo narrado de una forma que rompe al lector y que le hace sufrir junto con los personajes.

El tema de la ingenuidad juvenil que puede llevarnos a consecuencias catastróficas en la vida; las diferencias de educación en niños/niñas (que favorecen dicha ingenuidad más en unos que en otros); las consecuencias y la autodestrucción a la que llevan los vicios (especialmente del abuso del alcohol); las diferencias de género, con la correspondiente superioridad del hombre sobre la mujer que en esa época estaba muy marcada, y el maltrato en la pareja; el falso amor, los sentimientos verdaderos y la persistencia en el tiempo de los mismos; celos, envidias y el papel de terceros a los que les gusta crear rumores dañinos gratuitamente; la religión, los valores que transmite y la fe que sustenta a sus creyentes... Todos estos temas, y algunos más, nos encontramos en esta trama y la autora los expone con maestría y de manera muy realista.

¿Qué no me ha gustado del todo y ha hecho que no le de las cinco estrellas? Pues como digo los personajes, aunque me han parecido muy bien construidos, prácticamente todos me han enervado en alguna ocasión sin cuajar mi simpatía hacia ninguno, lo cual simplemente es un gusto personal sin más importancia que eso. Helen es un personaje muy potente, con una fuerza y una solidez que me han gustado mucho, pero en ocasiones su extrema religiosidad y su incapacidad para hacer algo en contra de sus leyes religiosas y cristianas me echaban para atrás, aunque sea algo muy coherente con su personaje. También la gran carga religiosa que adquiere la novela a veces me sacaba un poco de la trama, destacando mucho la idea de: aquel que sea buena persona de corazón, buen cristiano y con valores intachables y sacrificado en pro de los demás tendrá su recompensa a pesar de su sufrimiento, y el que se comporta contra las leyes religiosas cristianas, acabará ardiendo y con consecuencias negativas infinitas... Muy acorde con el carácter religioso de la autora, pero que a mí se me atraganta un poco y me resultaban pensamientos muy simplistas. Aunque todo esto lo comprendo por la época en la que fue escrito, las creencias y religión de la autora y por su contexto; aparte de estas cosillas, por lo demás me ha parecido una obra excelente.

Este año solo conseguí leer otro libro de las hermanas Brönte, y el que me quedaba de Anne y tengo que decir que me ha sorprendido, sabía que tenía muy buenas críticas pero no me imaginaba lo que me iba a encontrar. En primer lugar, tengo que decir que la primera parte me costo engancharme, porque no conectaba con la lectura pero en esta ocasión no se lo achaco a la lectura en si, sino en el momento que la empecé. Se que he tardado en leerlo, también he ido intercalado lecturas hasta los últimos días que quería saber que pasaba que solo me dedicaba a él, es un libro que se va a quedar en mi y que ahora pretendo ver la adaptación cinematográfica para ver si le hace justicia, aunque es raro que la serie o película supere el libro siempre me gusta verlos.
Es una de las novelas que mejor retratan la brutalidad del abuso y los malos tratos dentro de una pareja, y todo esto habiendo sido escrita en la Inglaterra del siglo XIX por añadidura por la hija soltera de un párroco. Es increíblemente moderna, increíblemente dolorosa y cruel, porque en Helen vemos encarnado el sufrimiento de miles de mujeres pero que no tuvieron el valor de alzarse como lo hace ella en esta maravillosa novela. No hay que olvidar en que época ha sido escrita que para mi tiene un mérito doble.
Entiendo que los contemporáneos cuando se publico la obra se escandalizarán e incluso repudiaran, porque las verdades no siempre gustan, y la novela hace daño aunque lo que muestra es una realidad que no se quería ver en muchos casos.
He tardado en disfrutar de la pluma de las Brönte, pero ha sido algo que me he estado perdiendo, tengo que reconocer que las últimas lecturas del año han sido las mejores.

Cómo Agnes Grey es la obra más conocida de Anne Brontë, y no esta, escapa a mi entendimiento.

La inquilina de Wildfell Hall es una lectura poderosa y relevante, que narra una historia dura y de superación. Helen, la protagonista, me ha encantado, y aunque no vemos la historia a través de sus ojos, no perdemos detalle de su alegría, de su sufrimiento y de su amor incondicional.

Esta obra se merece desde luego mucha más fama y más reconocimiento.

Desde el principio de este verano estoy siguiendo a un booktuber muy interesante que se llama Mikey F. Podéis encontrar su canal aquí. Es un tipo muy entretenido, muy fan de Jane Austen, con lo que ya me cae bien, y en uno de sus vídeos recomendaba muy enfáticamente La inquilina de Wildfell Hall, de Anne Brönte. Anne es la hermana menos conocida de Charlotte y Emily, y yo ya había leído hace años una novela suya titulada Agnes Grey, que me gustó mucho, así que tampoco hizo falta mucho esfuerzo para convencerme para leer otra de sus obras.

Helen Graham, la nueva inquilina de Wildfell Hall es una viuda con un hijo pequeño, o eso dice ella, y todo el vecindario se muere de curiosidad por saber más. Pero ella se mantiene distante y fría con todo el mundo, se niega a hacer amistades y da claras muestras de que no le importa lo que piensen de ella. Ni siquiera el joven Gilbert Markham, lo cual es intolerable, al menos para él.

Pronto empiezan a correr rumores sobre la misteriosa dama y su relación con su casero, quien la visita con frecuencia. Mr. Markham se muere de celos y acaba montándole una escena, a la que ella responde entregándole su diario para que sepa toda la verdad: ha abandonado a su marido maltratador y alcohólico y se ha establecido con su hijo bajo un nombre falso para que no los encuentre.

Todo esto es avanzadísimo para la época. Era impensable que una mujer abandonase a su marido, aunque éste fuera como Jack el Destripador. Había que aguantarse, no solo por temor al escándalo, que dejaba a la mujer fuera de cualquier círculo social decente, sino porque además ganarse la vida para una mujer, como no fuera como criada, resultaba imposible. Así que Anne Brönte muestra una gran valentía al escribir sobre este tema. Pero de verdad, ¿era necesario que se muestrase taaaan mojigata? Yo intento que Helen me caiga bien, y de verdad que siento empatía por su situación, pero la muy pesada podría dejar de amenazar a todo el mundo con el infierno, sobre todo porque siempre da la sensación de que ella está muy segura de su entrada en el cielo.

He leído que Jane Austen solía decir que en sus novelas no había escenas protagonizadas exclusivamente por hombres, porque no habría sabido describirlas, para ella el mundo masculino era un misterio y no tenía ni idea de lo que hablaban los hombres cuando no había mujeres delante. Anne Brönte no tuvo tanta suerte, su hermano Branwell, el niño mimado de la familia y un degenerado, la hizo partícipe de sus malos hábitos, y parece que es en eso en lo que se basa esta historia. El marido de Helen le cuenta con todo detalle cómo anima a sus amigos a beber hasta perder el conocimiento y a apostar hasta la ruina, cosa que le produce una enorme diversión. Y tampoco tiene reparo en contarle los escarceos extramatrimoniales de todo el grupo, incluidos los suyos.

Una cosa que me gusta mucho de esta novela es que pasa totalmente por alto esa idea, tan común en las novelas románticas, de que los “chicos malos” se pueden reformar y convertirse en unos maridos excelentes. Anne es mucho más realista con el marido de su heroína: es un degenerado y un mal bicho, y así sigue toda la novela. Es Helen la que tiene que tomar su vida en sus propias manos y hacerla cambiar, lejos de su marido, y así consigue ser feliz de nuevo.

Una novela verdaderamente moderna, para cualquier época.
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Este libro me impresionó mucho por la valentía que tuvo Anne Brontë para escribirlo, siendo hija de un pastor se atrevió a escribir algo que no solo estuvo mal visto por la sociedad sino para la iglesia también.

Sin duda disfruté cada una de las palabras que leía. Sentí la oscuridad en la que vivió la protagonista y el respiro que tuvo al sentirse libre, sentí el crecimiento del afecto de Markham y los celos de un amor frustrado.

La pluma que tenía Anne sin duda generaba obras maestras.

Nos encontramos ante la segunda y última novela que escribió la menor de las hermanas Brontë, Anne y fue publicada por primera vez bajo el seudónimo de Acton Bell en 1848. En ella y a través de cartas, se nos narra la historia de Gilbert Markhan, un joven agricultor de una apacible comunidad, donde la paz se ve alterada por la llegada de una misteriosa y bella viuda, porque como todo aquel que ha vivido en un pueblo pequeño, sabe de sobra que nada como nuevos vecinos para que la vida común sea más atractiva y se empiece a generar todo tipo de rumores.

La llegada de la Sra. Helen Graham a la ruinosa y deprimente Wildfell Hall (una mansión cercana a la residencia de los Markhan), su carácter agrio, su resistencia a dar detalles de su vida anterior y la aparente sobre protección que tiene hacía su hijo, no hace sino suscitar todo tipo de preguntas: ¿De dónde provenía la joven Sra. Graham? ¿cuál era su pasado? ¿por qué había decidido vivir en esa horrible casa? ¿Era realmente viuda? ¿Por qué su casero la visita tan seguido?

La novela se encuentra dividida en tres partes. La primera se centra en la llegada de Sra. Graham y como esto genera un cambio en la comunidad y sobre todo en Gilbert Markhan, quién al inicio del relato esta prodigando su atención a otra señorita de la región, la hija del pastor Eliza Millward, aunque su madre se opone por no considerarla digna de él.

En la segunda parte, conoceremos por fin cuáles son los oscuros secretos que esconde el pasado de la misteriosa Helen, y si quieren saber qué ocurre en la tercera parte, tendrán que animarse a leer la historia, (que es simplemente maravillosa) porqué no quiero adelantarles los caminos a los que los llevará.

La historia es emocionante, podría parecer por su extensión una lectura pesada, pero nada más lejos de la realidad, una vez que conoces a los personajes no quieres sino saber todos los detalles, dudar de todos los rumores, buscar la verdad para tantas mentiras, evitar los malentendidos, aliviar los sufrimientos y saber qué les deparará el destino. Una autentica montaña rusa de emociones.

Hay un fuerte contenido religioso en la lectura, pero teniendo en cuenta la época en la que fue escrito y el origen mismo de la escritora (su padre era clérigo) es normal y hasta comprensible, porque aunque la novela es una historia de amor, también es una dura critica al alcoholismo y a la vida libertina y nada como compararlo con un modelo de moralidad para evidenciar la diferencia.

Unas de las cosas que me llamó particularmente la atención es la visión que hace la madre del Sr. Markhan acerca del matrimonio, donde el papel de la mujer es la de complacer todos los caprichos del esposo, atender sus necesidades por encima de las propias y adelantarse a ellas, y luego la visión de Helen, a través de la cual Anne nos muestra lo que esconde el papel, de cómo las mujeres pierden todos sus derechos y son simplemente propiedades de sus maridos, condenadas a sufrir en silencio todo tipo de maltratos. También se hace referencia a lo injusto de la diferencia en la forma de educar a niños y niñas, toda una feminista, una visionaria para la época.

La traducción de Waldo Leirós es magnifica, el estilo y las descripciones de Anne Brontë los son otro tanto, es un autentico placer leer historias así. Si he de encontrarle algún punto negativo al libro, sería que en el final se nos alarga demasiado un evento, que como espectadores estamos ansiosos por leer; imagino que lo que se busca es crear un efecto en el lector y se logra, pero no se si es justamente el deseado (sé que soy muy impaciente)

En resumen, La inquilina de Wildfell Hall es una lectura apasionante, que esta repleta de personajes a los que les tomaremos mucho cariño y con los que sufriremos horrores, y por otros totalmente despreciables, de los que alegraría saber que solo existen en los libros, como los peores monstruos, pero que en realidad son más tristemente comunes de lo que se podría desear. Veremos las difíciles decisiones que debe tomar una madre a favor de su hijo y descubriremos contra todo pronóstico que siempre existe esperanza, aunque no siempre tome la forma que nosotros deseamos.
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