El artesano

Con un personaje femenino muy potente, esta novela nos introduce en un mundo oscuro, en un lugar lúgubre del norte de Inglaterra donde las tradiciones locales, ciencias ocultas, folclore, la brujería y la magia han estado presente desde tiempos remotos.

En el condado de Lancashire, se encuentra la ciudad de Sabden, a los pies de la colina de Pendle. Allí se celebraron los juicios a las brujas en 1612. Bajo estos hechos históricos, la escritora ha creado una historia oscura, escrita a dos tiempos. Relata los acontecimientos ocurridos en el año 1969, en Lancashire y treinta años después, cuando en 1999 la muerte del presunto asesino de los niños de Sabden trae de vuelta al lugar de los hechos a Florence Lovelady, una de las agentes que participó en su captura. Ahora, se cuestiona la posible autoría de los hechos. ¿Fue realmente Larry Glassbrook, asesino confeso de los niños, el auténtico culpable? o ¿Se han equivocado durante estos treinta años de hombre?

Así, bajo esta premisa, nos adentraremos en la sociedad patriarcal de 1969 cuando las mujeres que actuaban de manera poco ortodoxa o aquellas que gozaban de un éxito inexplicable, se las acusaban de tener poderes sobrenaturales. Por lo tanto, ¿Es la sociedad la que crea brujas o son ellas las que escogen serlo?

El narrador está en primera persona. Será la propia Florence Lovelady quien nos cuente la historia bajo su experiencia, su percepción, sus miedos y los fantasmas que durante esos treinta años ha intentado superar.

La novela está llena de giros argumentales. al final del libro una espiral de acontecimientos se descontrola y me mantuvo enganchada a la historia sin poder pestañear. También los personajes guardan un equilibrio y están bien perfilados. Los diálogos son de calidad.

El cuanto al caso Glassbrook, ¿es un caso que tiene conexiones con la brujería? ¿Hay algo maléfico en Sabden o solo es una sensación? En toda la narración tendremos estos dilemas presente, no sabiendo quién es el culpable de los asesinatos de los tres niños hasta el final.

En realidad no tenía ni idea de qué iba este libro. Fue su título y la cubierta la que despertaron mi interés por él. No había leído antes ninguna novela de esta escritora y tampoco había leído nada sobre ella. Así que fui totalmente a ciegas.

Como es costumbre ya en mí, cuando en un libro se menciona maldiciones, magia negra y esas cosas suele gustarme. Pero además este libro me atrapó de improviso, no me lo esperaba. Quizá por no tener ninguna expectativa sobre él, resultó ser todo un descubrimiento.

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Creo que lo primero que me llamó la atención de este libro fue su portada, no sabía que esperar porque tampoco leí la sinopsis y eso fue un acierto, mi segundo acierto fue leer este libro.
Lo primero es que realmente me ha tenido atrapada desde la primera página, si bien no es un thriller de esos trepidantes, si que es uno de esos que no te sueltan una vez que lo comienzas.
El libro comienza en el que es el presente de la protagonista, en 1999 Florence Lovelady, una mujer policía que llega al pueblo donde comenzó su carrera para ir a enterrar al primer asesino en serie en el que participó en capturar.
En ese momento el libro empieza a contarnos toda la historia de Florence de cuando estaba en el caso y como fue que se dió la investigación hasta la captura del asesino, toda esta parte es realmente interesante, no solo la parte que nos va contando de las desapariciones, las pistas encontradas y demás, si no que Florence es la primera mujer policía en los años 60's, joven y muy inteligente, lo que hace que todo la traten con un machismo que da coraje, todo lo que ella tiene que aguantar, que la traten de presumida solo porque es más inteligente que todos los hombres juntos.
Al 70% del libro regresamos al presente y entonces comienza otra historia, otra desaparición y a Florence en una carrera contra el tiempo.
Este libro tiene un argumento muy interesante y atractivo, sin contar que la narrativa de la autora me ha encantado, pero también tiene dentro de todo su realismo de asesinatos, persecuciones e investigación policial el tema del esoterismo, personalmente me ha encantado, para mí lo ha llevado a un punto donde sin parecerme creíble, porque honestamente yo no creo en esas cosas, le ha puesto sal a la historia, le ha dado un color que hace que este thriller, solo por este hecho, sea diferente a todo lo que he leído.
Por supuesto este es el primer libro de una serie y me sentaré a esperar porque el final de este libro nos augura que no solo sabremos más de Florence si no del que será su eterno compañero y por qué además me ha encantado este primero, quiero más.

Mi primer contacto con Sharon Bolton fue hace unos cuantos años y la lectura, en general, fue positiva, de ahí que no me pudiera resistir ante esta nueva publicación. Hoy os traigo mis impresiones sobre "El artesano", el primer volumen de una trilogía que estará protagonizada por la agente de policía Florence Lovelady.
Florence Lovelady ha vuelto a la ciudad que hace tres décadas juró no volver a pisar. La subcomisaria de policía metropolitana londinense ha regresado a Lancashire para asistir al funeral de Larry Glassbrook, un fabricante de ataúdes al que en 1969 detuvo por el secuestro y asesinato de varios niños a los que enterró vivos. Los pequeños tenían solo catorce años. Florence necesita asegurarse de que el pasado queda enterrado para siempre. Mientras nuestra protagonista recuerda aquellos trágicos sucesos y visita el lugar donde se alojó el tiempo que duró toda la investigación, hace un descubrimiento inquietante que sugiere que los terribles episodios del pasado podrían repetirse. ¿Significa esto que el asesino todavía está en libertad, que se equivocó hace treinta años ... o hay algo mucho más amenazador en juego? Los peores temores de Florence comienzan a hacerse realidad.
Con esta premisa tan impactante da comienzo una novela cuyo argumento se articula en tres grandes bloques y un total de 71 capítulos de corta extensión. La narrativa se alterna entre 1969 y 1999, sumergiendo al lector en el caso que catapultó la carrera de su protagonista como oficial de policía. Las líneas de tiempo dobles son el recurso utilizado por Sharon Bolton para intentar que la tensión sea constante en la trama, y necesites seguir leyendo hasta descubrir lo que realmente sucedió, aunque en mi opinión no lo ha conseguido plenamente. Tampoco esperes un thriller para morderte las uñas porque no es una novela de ritmo frenético.
Con una narración cuidada y visual, un lenguaje despojado de toda retórica y gran profusión de frases cortas, un predominio de los diálogos sobre lo descriptivo, una ambientación oscura e inquietante, en la que nada ni nadie es lo que parece, y un narrador protagonista, el de la propia Florence, la autora ha urdido una trama donde se teje hábilmente el pasado con el presente, que comienza con un ritmo perceptible para posteriormente volverse sosegado, algo poco lógico en una novela de este género, aunque sí lo suficientemente fluido para mantener al lector enganchado a sus páginas, a pesar de que la tensión narrativa se irá disipando conforme nos acercamos al desenlace. Un desenlace que he visto venir en todo momento, lo cual no le ha restado interés a la historia.
En este libro nos encontraremos con un narrador protagonista, el de Florence. Aun siendo muy arriesgado, es todo un acierto por parte de la autora, que ha llevado a cabo un extraordinario análisis psicológico del personaje. A través del monólogo interior, con la mesura y distancia del tiempo transcurrido, descubriremos a una mujer atenazada por la hostilidad del ambiente donde trabaja. Ella fue la primera mujer en el departamento policial y tuvo muchas dificultades para encajar en ese mundo de hombres, obligada a demostrar en todo momento su valía. Se hace patente la misoginia y el sexismo arraigado en la época, en la sociedad en general y en el cuerpo policial en particular. Vilipendiada y discriminada por sus compañeros y por la misma comunidad donde se van a desarrollar los acontecimientos, se nos revela como una joven algo ingenua, pero inteligente y con enormes habilidades para la investigación, obligada a probarse a sí misma constantemente y que tiene que emplearse a fondo para ser escuchada. El empleo de un narrador en primera persona, es ideal porque permite un acceso completo a los pensamientos y decisiones de su protagonista, pero también tiene una parte negativa al no ofrecer más puntos de vista que el de Loveday, de modo que muchos matices de la historia quedan sesgados.
Sintetizando: "El artesano" es una novela de suspense psicológico que arrastra al lector hasta el corazón de Lancashire, un condado del norte de Inglaterra donde una serie de mujeres fueron acusadas y ejecutadas por brujería en el siglo XVII. Un relato de oscura y opresiva atmósfera, que en líneas generales me ha gustado, de fácil lectura y ritmo contenido. Una ambientación cuidadosamente escogida, con un suspense matizado y un final predecible. A través de su personaje principal la autora ha querido poner bajo el microscopio la discriminación sexista dentro del departamento policial. El hilo sobrenatural que serpentea por la trama no ha terminado de convencerme porque no le he podido ver el sentido, pero esto es solo una opinión personal. Si te gusta el género del suspense aderezado con tintes góticos, te recomiendo esta lectura.

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He disfrutado de la escritura de Sharon Bolton en el pasado, así que estaba deseando poder finalmente recoger mi copia de El Artesano. ¡Y definitivamente me gusta lo que encontré! Este no es un thriller corriente, ya que encontrarás referencias sobrenaturales y de brujas infundidas en la trama. Me encanta cómo el autor usó viejas leyendas e información sobre los juicios de brujas y las incorporó a la historia ... Definitivamente llevó a El Artesano al siguiente nivel para mí. Esta historia tiene una línea de tiempo dual, donde la mayoría se desarrolla en 1969 cuando Florence atrapó por primera vez al asesino, y el resto de los capítulos se establecen en 1999, que es la línea de tiempo 'presente'. El suspenso y los giros de la trama se construyen de manera experta, y El Artesano definitivamente tiene esa espeluznante vibración sobrenatural y de terror en puntos. Si bien tuve un presentimiento sobre parte de las revelaciones finales, nunca adiviné la verdad completa y Florence fue un gran personaje a seguir. Realmente espero que salga una secuela...

Novela de intriga, con tintes góticos, ambientada en la Inglaterra rural.
La recibí como un regalo de cumpleaños, y me ha gustado mucho.
Está protagonizada por Florence Lovelady, actualmente alto cargo de la policía metropolitana de Londres, y que vio su carrera catapultada hacia arriba cuando, en 1969, consiguió atrapar a un asesino en serie.
La novela empieza en 1999, 30 años después de los hechos, cuando Florence, con su hijo adolescente, regresa a la zona para asistir al entierro del asesino.
A partir de aquí, en primera persona, Florence realiza un peregrinaje por los principales escenarios donde tuvieron lugar los hechos, comparándolos con la actualidad y rememorando la investigación original, recordando a las personas, sus conversaciones, su investigación... Esto, en algunos momentos, es un poco lioso, ya que no hay una distinción clara entre ambos espacios de tiempo; sino que nos va narrando lo que va viendo, lo que va pensando, lo que va recordando.
A lo largo del libro, la autora desarrolla un tema que me ha llamado la atención: las dificultades de las primeras mujeres investigadoras en los años 60. Nos explica como se comportaban el resto de investigadores cuando se asignó al caso a una mujer. Florence era menospreciada por casi todos, tratada como una secretaria, no se tenían en cuenta sus sugerencias, sus teorías, la mandaban a seguir las pistas más inverosímiles, a vigilar a los menos sospechosos... llegando al extremo de hacerla vestir con el uniforme (las mujeres policía llevaban falda), aunque tuviera que desplazarse en bicicleta o campo a través. Además, tenía también en su contra el haber asistido a la universidad, la única entre los policías de la zona.
Me ha gustado también la trama, como la desarrolla, como relaciona el pasado con el presente. No se puede decir que tenga un ritmo trepidante, pero si lo suficientemente ágil y constante como para mantener la intriga.

¿Os ha pasado eso de estar leyendo un libro, casi llegando a la mitad y que aún no sepáis si os está gustando o no? Pues así me pasé yo gran parte del libro, que yo miraba las páginas que me quedaban y no entendía nada de lo que sentía hacia la obra en sí. Y fijaos, acabé dándole cinco estrellas cuando lo terminé.

La trama es algo confusa, por los saltos de personajes, alternaciones en los tiempos que rara vez se especifican y una historia que de momento pasa a estar trepidante, a volverse algo repetitiva, pero considero que el final lo cambia todo, consigue que todo lo que se ha leído tenga un sentido y se te queda la boca tan abierta, que no eres capaz de gestionar todas tus emociones.

Os confieso que no las tenía todas conmigo con ciertos elementos góticos/paranormales de la historia, no era capaz de imaginar como podrían casar con una historia tan policial, pero sin duda, me impresionaron. Quedaron mucho mejor de lo que imaginaba y lanzó mis expectativas contra un cajón, porque las superó todas con creces y me sorprendió para bien.

La ambientación es lo que me ha gustado más, con creces. Es asfixiante, tétrica, gris, llena de sombras y hechos delirantes que parecen bailar sin control hasta que por fin toman forma. Y no solo eso, si no que contamos con Lovelady, una de mis protagonistas favoritas. La primera mujer policía en un mundo donde no solo tiene que batallar con el mal, si no también con una comisaría llena de hombres. Demuestra su valía con creces, así que me ha encantado ir acompañándola.

Me ha dejado con unas ganas tremendas de seguir con la saga, ya que cuando lo comencé, ni lo sabía. No soy de leer sinopsis, ni me gusta enterarme de demasiados detalles antes de enfrascarme en una lectura, así que en nada espero poder hacerme con el segundo. Seguir con las aventuras de la agente Lovelady será todo un placer. Muy sorprendente, aún noto el sabor del final que deja sin aliento.

“Imagino que Patsy recobró la conciencia despacio, y que su primer pensamiento lúcido fue que le costaba respirar. La tela que le cubría la cara era de satén, liviana, pero en un espacio cerrado lleno de aire rancio debía de resultar agobiante.” ~ El artesano de Sharon Bolton.

Año 1999. Florence Lovelady acude a Lanscashire al entierro de Larry que llevaba preso 30 años. Larry era fabricante de ataúdes y en el año 1969 fue acusado de enterrar vivos a varios jóvenes del pueblo. Florence, que por entonces era una joven investigadora que luchaba por ser reconocida en la brigada criminal, fue responsable de su arresto.

Ahora, en su regreso al pueblo, comienza a descubrir nuevas pistas que le hacen dudar de que haya sido realmente Larry el culpable de esas muertes. ¿Si no fue Larry, quién fue? ¿A quién protegía Larry para inculparse?

El libro se divide en dos partes claramente diferenciadas. En la primera nos situamos en el pasado y a pesar de que sabemos o creemos saber quién es el asesino, la verdad es que estás pegada a la lectura pensando en cómo lo pillarán. La segunda parte en el presente, cuando Florence acude de nuevo al pueblo en compañía de su hijo adolescente.

La historia está narrada en primera persona por Florence y en él trasfondo se aborda también la igualdad de la mujer. Por un lado con la experiencia de Florence en la brigada; por otro con la denuncia de cómo históricamente las mujeres eran consideras brujas y quemadas en la hoguera cuando eran autosuficientes y se salían de los cánones establecidos.

El libro se lee muy bien pero no tiene grandes giros, es una historia para dejarse llevar. le he bajado la nota porque hay temas sobrenaturales que me superan; por lo demás es entretenido y está bien escrito, aunque con algunas erratas.

Es una novela narrada a dos tiempos. Donde transcurren los hechos principales de la historia es en el año 1969, y treinta años después, en 1999 cuando Florence, nuestra protagonista, vuelve a esta ciudad del norte de Inglaterra para enterrar al culpable por la muerte de los tres niños que encontraron en la ciudad de Sabden.

La novela tiene 397 páginas y consta de tres partes que se estructuran en un total de 71 capítulos, esta narrada en primera persona por Florence lo que nos hace estar muy pendientes en todo momento y sentir la misma sensación de angustia que siente la protagonista. Los personajes están muy bien estructurados y cada uno con una personalidad muy clara que además nos mantiene alerta en todo momento.

Todo empieza en la novela cuando Florence Loveslady vuelve a Sabden al entierro de Larry Glassbrook el enterrador de la ciudad que pasó treinta años en la cárcel como culpable del asesinato de tres niños que desaparecieron en 1969, pero ¿realmente Larry era el culpable de la desaparición y asesinato de los niños? ¿Pasó treinta años encerrado un hombre inocente?

Desde que Florence vuelve a Sabden vivimos la tensión con ella de que, el caso no se cerró hace treinta años. La autora consigue una ambientación que hace que nos mantengamos alerta sobre cada suceso que ocurre en la ciudad. Esa oscuridad y tenebrosidad en la narración, hace que sintamos que algo oscuro flota en el ambiente de esa ciudad y que no todo está resuelto.

Nos encontramos con muchos personajes de los que yo desde el primer momento desconfiaba, desde el principio me pareció que condenaron a un hombre inocente y que cualquiera podía haber secuestrado y acabado con la vida de los tres niños desaparecidos en 1969. El regreso, con la muerte de Larry, parece una llamada de los muertos para que se solucione de verdad y se pueda cerrar el caso con la justicia que merece.

Florence, cuando ocurrieron los hechos, fue llamada para colaborar en la resolución del caso y se quedó en casa de Larry y su familia, por eso ella no desconfiaba de él en ningún momento y nunca dejo de visitarlo durante la estancia de este en la cárcel, ni dejo de recibir cartas.

Cuando sucedió todo, Florence era una novata y única mujer del cuerpo que, claro, en esa época, no era más que la chica para todo de sus compañeros. La implicación en el caso y la posterior aparición de uno de ellos, dentro de un féretro sin vida, hace creer a todos que hay un asesino en serie suelto por la ciudad que entierra vivas a sus víctimas.

En su regreso a Sabden, después de treinta años, Florence es ya una mujer madura pero que vive con unos recuerdos muy tormentosos de aquellos sucesos y que le dejaron alguna que otra secuela. Además no viaja sola, vuelve con su hijo adolescente que no sabe nada de lo que vivió su madre pero es un chico maduro al que no se le escapan los detalles que va viendo en esa ciudad.

La autora ha trabajado que la ambientación de la novela sea especialmente oscura y nos haga mantener la tensión en todo momento, en cierta manera es una novela de superación de la protagonista, que supera todos los prejuicios que tienen los hombres sobre ella, solo por el hecho de ser mujer, y demuestra que es tan capaz como cualquiera de ellos.

Las aparición de las brujas en esta novela se basa en los juicios de las brujas de Pendle, de donde es originaria la autora, ciudad en la que solo por el hecho de ser mujeres, fueron juzgadas y condenadas. No es para nada una novela sobrenatural aunque lo parezca, pero estas creencias que aparecen en la novela nos hacen que se diferencie de un thriller típico, aunque se trate de encontrar quién es el verdadero asesino de los tres chicos de Sabden.

La atmósfera que crea la autora recuerda a la de esos pueblos en los que todos sus habitantes saben que suceden cosas, pero queda todo de puertas hacia dentro y nada es sabido por los forasteros, además, sobrevuela el mal en esa ciudad y lo sabemos desde el primer momento por la manera de expresarse la autora.

Solo me queda aconsejaros la lectura de esta novela si os gusta que un thriller os mantenga en tensión de verdad y además, que tenga algo de sobrenatural entre sus páginas, a mi personalmente me ha hecho mantenerme muy atenta a todo lo que pasaba y no podía dejar de leer, necesitaba encontrar el culpable, que no se descubre hasta las últimas paginas, aunque yo, mas o menos, sospechaba quien podía ser.
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Un libro que no te deja indiferente, un thriller diferente a todo lo que he leído, ya que mezcla tanto accion,intriga como temas de magia y brujas, algo que no me esperaba para nada. Te tiene enganchado hasta el final del libro ya que te cuenta la investigación hace treinta años y su confusión y cómo lo resuelve en el presente. Si te gust el thriller algo diferente a lo común es muy recomendable.

Ya sabéis que soy de esas que no se puede resistir a un buen thriller y si además la historia tiene tintes oscuros, mejor que mejor. El artesano de Sharon Bolton parecía tener los ingredientes perfectos. Os cuento mis impresiones de su lectura.

Tras una carta de la propia autora en la que explica al lector su interés desde antiguo por las brujas, nos cuenta cómo su localidad natal, Pendle , en el año 1612 unas mujeres fuero ahorcadas por brujerías, siendo en general esa zona norte de Inglaterra cuna de misterios y supersticiones.

Nos situamos en agosto del año 1999, cuando han pasado treinta años desde que Florence Loveday detuviese por asesinato a Larry Glassbrook. Hoy después de tantos años, vuelve a aquel lugar que quiso enterrar en su memoria para acudir al funeral de Larry, el que fuera propietario de la funeraria Glassbrook & Greenwood, que acusado de asesinar a tres niños enterrándolos vivos, ha pasado los últimos treinta años entre rejas. Tras el entierro, mientras Florence visita su antiguo domicilio descubre algo que la perturbará por completo y le hará dudar si Glassbrook es realmente el culpable de aquellos asesinatos o el responsable está libre. Las cosas no tardarán en complicarse.

El artesano es un thriller con un comienzo realmente impactante que atrapa al lector por completo. La idea de ser enterrado vivo es para la imaginación de cualquiera la peor de sus pesadillas y explorar los motivos que pueden llevar a una mente tan perturbada a someter a esa barbarie a tres tres adolescentes fue el gancho perfecto. Sin embargo, a pesar de estar encuadrada como thriller, no es esta novela de devorar en dos sentadas sino que, tras ese culmen inicial va hacia aguas más tranquilas, y aunque se lee a buen ritmo y tiene una prosa sencilla y asequible, me ha resultado una de esas historias que va de más a menos y el desenlace no ha estado a la altura de lo esperado. Estamos, eso sí, ante una novela muy oscura, de esas en las que siempre sientes que hay alguien al acecho, observando tras de una cortina. Una historia donde el misterio se entremezcla con la superstición y cierto tinte paranormal.

Nos encontramos con dos hilos temporales de los que sin duda alguna el del pasado me ha resultado mucho más interesante y lleno de tensión. También se alternarán dos voces narrativas: la de Florence en primera persona, que consigue trasladar al lector todas sus dudas en el presente, sus inseguridades en el pasado, y la de un narrador omnisciente. En 1999, Florence es una reconocida profesional que regresa junto a su hijo a la localidad en la que ejerció como agente de policía treinta años atrás y algunas de sus pesadillas parecen volver a repetirse. En el otro hilo retrocedemos a junio de 1969 cuando ella era una joven agente más inexperta, que trataba de hacerse un hueco profesional en un mundo de hombres, no demasiado dispuestos a hacerle fácil el desempeño de sus funciones y en el que cada uno de sus actos era cuestionado. No obstante, Florence era una chica obstinada y la detención de Larry lanzó su carrera profesional.

El personaje de Florence es realmente bueno, nos va guiando por toda la investigación policial de la desaparición de tres niños de la localidad . Es una mujer que trata de hacer carrera en un mundo de hombres, pero que demuestra constancia y no de deja arredrar por nadie. La ambientación es otro de los puntos fuerte, con esa funeraria que es casi una protagonista más, y con la que he aprendido cosas tan curiosas como la diferencia entre un ataud y un féretro y otros detalles que han conseguido ponerme los pelos de punta.

El artesano es un thriller con un comienzo realmente perturbador e inquietante y una protagonista con mucha garra. Una historia oscura en la que se mezclan la investigación policial y las supersticiones.
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