El artesano

Mi primer contacto con Sharon Bolton fue hace unos cuantos años y la lectura, en general, fue positiva, de ahí que no me pudiera resistir ante esta nueva publicación. Hoy os traigo mis impresiones sobre "El artesano", el primer volumen de una trilogía que estará protagonizada por la agente de policía Florence Lovelady.
Florence Lovelady ha vuelto a la ciudad que hace tres décadas juró no volver a pisar. La subcomisaria de policía metropolitana londinense ha regresado a Lancashire para asistir al funeral de Larry Glassbrook, un fabricante de ataúdes al que en 1969 detuvo por el secuestro y asesinato de varios niños a los que enterró vivos. Los pequeños tenían solo catorce años. Florence necesita asegurarse de que el pasado queda enterrado para siempre. Mientras nuestra protagonista recuerda aquellos trágicos sucesos y visita el lugar donde se alojó el tiempo que duró toda la investigación, hace un descubrimiento inquietante que sugiere que los terribles episodios del pasado podrían repetirse. ¿Significa esto que el asesino todavía está en libertad, que se equivocó hace treinta años ... o hay algo mucho más amenazador en juego? Los peores temores de Florence comienzan a hacerse realidad.
Con esta premisa tan impactante da comienzo una novela cuyo argumento se articula en tres grandes bloques y un total de 71 capítulos de corta extensión. La narrativa se alterna entre 1969 y 1999, sumergiendo al lector en el caso que catapultó la carrera de su protagonista como oficial de policía. Las líneas de tiempo dobles son el recurso utilizado por Sharon Bolton para intentar que la tensión sea constante en la trama, y necesites seguir leyendo hasta descubrir lo que realmente sucedió, aunque en mi opinión no lo ha conseguido plenamente. Tampoco esperes un thriller para morderte las uñas porque no es una novela de ritmo frenético.
Con una narración cuidada y visual, un lenguaje despojado de toda retórica y gran profusión de frases cortas, un predominio de los diálogos sobre lo descriptivo, una ambientación oscura e inquietante, en la que nada ni nadie es lo que parece, y un narrador protagonista, el de la propia Florence, la autora ha urdido una trama donde se teje hábilmente el pasado con el presente, que comienza con un ritmo perceptible para posteriormente volverse sosegado, algo poco lógico en una novela de este género, aunque sí lo suficientemente fluido para mantener al lector enganchado a sus páginas, a pesar de que la tensión narrativa se irá disipando conforme nos acercamos al desenlace. Un desenlace que he visto venir en todo momento, lo cual no le ha restado interés a la historia.
En este libro nos encontraremos con un narrador protagonista, el de Florence. Aun siendo muy arriesgado, es todo un acierto por parte de la autora, que ha llevado a cabo un extraordinario análisis psicológico del personaje. A través del monólogo interior, con la mesura y distancia del tiempo transcurrido, descubriremos a una mujer atenazada por la hostilidad del ambiente donde trabaja. Ella fue la primera mujer en el departamento policial y tuvo muchas dificultades para encajar en ese mundo de hombres, obligada a demostrar en todo momento su valía. Se hace patente la misoginia y el sexismo arraigado en la época, en la sociedad en general y en el cuerpo policial en particular. Vilipendiada y discriminada por sus compañeros y por la misma comunidad donde se van a desarrollar los acontecimientos, se nos revela como una joven algo ingenua, pero inteligente y con enormes habilidades para la investigación, obligada a probarse a sí misma constantemente y que tiene que emplearse a fondo para ser escuchada. El empleo de un narrador en primera persona, es ideal porque permite un acceso completo a los pensamientos y decisiones de su protagonista, pero también tiene una parte negativa al no ofrecer más puntos de vista que el de Loveday, de modo que muchos matices de la historia quedan sesgados.
Sintetizando: "El artesano" es una novela de suspense psicológico que arrastra al lector hasta el corazón de Lancashire, un condado del norte de Inglaterra donde una serie de mujeres fueron acusadas y ejecutadas por brujería en el siglo XVII. Un relato de oscura y opresiva atmósfera, que en líneas generales me ha gustado, de fácil lectura y ritmo contenido. Una ambientación cuidadosamente escogida, con un suspense matizado y un final predecible. A través de su personaje principal la autora ha querido poner bajo el microscopio la discriminación sexista dentro del departamento policial. El hilo sobrenatural que serpentea por la trama no ha terminado de convencerme porque no le he podido ver el sentido, pero esto es solo una opinión personal. Si te gusta el género del suspense aderezado con tintes góticos, te recomiendo esta lectura.

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