Cara de liebre

Como dije, no es complicado deshumanizar a alguien. Si solo miras el exterior, te das cuenta que es pura maquinaria, no más que un conglomerado de tendones y cartílago y huesos que mueven pedazos de carne, mientras responden las órdenes de una red neuronal demasiado ambiciosa. Cuando lo ves así, es fácil descartar a la persona debajo de todo aquello. Incluso a alguien que fue un niño alguna vez

Destruir no es más que una ambición retorcida de quién que carece de talento.

La gente que habla mucho suele pensar poco. Es una desventaja evolutiva, supongo.

El miedo es algo curioso, tan personal e incomprensible para otros.

La literatura sirve para vivir otras vidas más allá de la vida patética que nos tocó vivir. La literatura sirve para escarmentar en la cabeza ajena. La literatura es catártica, medicinal, terapéutica. La literatura equivale a escrudiñar los cerebros de otros [...]. La literatura es escape, libertad.

La imposibilidad de ser comprendida es deprimente, Me hace sentir sola en el universo.

Los momentos felices, Las cosas sencillas, se escapan en espirales por el desagüe de la memoria; los instantes de sufrimiento, las afrentas, las complicaciones más grandes permanecen en una vitrina como trofeos de la amargura.

¿Qué clase de mecanismo tenemos los seres humanos que podemos tocar a alguien con los ojos?

No se podía confiar en los vivos. No se podía confiar en nadie.

La muerte se le antojaba tranquila, la ausencia de la angustia...