Cara de liebre

La muerte se le antojaba tranquila, la ausencia de la angustia...

Un día llega el amor de tu vida y ese día te das cuenta de que los hombres que conociste antes fueron solo ensayos.

Destruir no es más que una ambición retorcida de quien carece de talento.

Respira hondo, cierra los ojos y vuelve a abrirlos con la esperanza de que algo, lo que sea, haya cambiado a su alrededor. Pero el mundo permanece tal cual.

Deshumanizar a un ser humano es muy sencillo. Nadie lo sabe mejor que yo.