Una herencia para Navidad:

El amor es el motivo por el que la gente se casa.

Los abuelos deberían ser eternos, se lamentó. Así no se vería en esa situación. Él la estaría esperando en la granja con su amorosa sonrisa y sus tazas rojas bien colmadas de su humeante chocolate. Ella le contaría sus nuevos proyectos, sus últimas ideas… Él la apoyaría y todo le parecería bien.

—Tengo que casarme antes de navidad para obtener la herencia.
—¿Cómo dice?
—Lo que ha oído.
—Me ha parecido entender que tiene que casarse para obtener la herencia.

Se imaginó por unos segundos que la sentaba sobre la encimera y le devoraba la boca mientras ella le abrazaba con sus brazos y sus piernas.

Ya había viajado demasiado. Quizá era el momento de asentarse en un lugar… y convertirlo en un hogar.

No podía permitir que se perdiera su legado. Su abuelo adoraba esa granja. Aunque no sabía qué haría con ella. Sus padres le habían sugerido que la vendiera, pero de la boda no le habían dicho nada. Apenas le habían dado importancia a ese requisito.