InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
Críticas sobre Una lectora nada común (25)
Ordenar por :   Fecha   Los más apreciados  



Añadir crítica
Retse
 23 May 2021
Alan Bennett escribe en 2007 esta ucronía, en la que a través de un personaje tan significativo como la Reina de Inglaterra, acudimos a la evolución de un lector empedernido, pasando por sus diferentes fases, desde los inicios lectores, hasta el atrevimiento del paso de lector a escritor.
Partiendo de la premisa de que "Un libro es un artefacto para encender la imaginación", Bennett hace una crítica en primer lugar a la figura de la Reina, y a los convencionalismos a que se ve sometida por razón de su cargo, haciéndola salir de este mundo y convirtiéndola en un personaje mas humano.
También critica el aislamiento al que los lectores se ven sometidos por razón de su lectura y les convierte en seres egoístas.
Hace reflexionar sobre si la lectura lo es todo en la vida, invitándonos a desarrollar otras facetas, en definitiva a vivir.
Sin duda un imprescindible de la literatura contemporánea.



Comentar  Me gusta         00
mifuga
 22 March 2021
En 1997 ahorraba la niña que era, expectante, deseando que llegara al escaparate de la librería de mi barrio la traducción  de Los Windsor. Radiografía de la familia real británica, de Kitty Kelley, que dejaba al descubierto a una de las familias reales que más fascinación ejercían en mi personita, después de Alfonso XII y la Reina Mercedes, desde 1917 hasta 1996, vamos, un año antes de la salida del libro. Y el volumen no me defraudó. Cuatro años de su vida había dedicado Kelley a esta biografía, leyendo más de trescientos libros sobre la historia de la monarquía británica y entrevistándose con  ochocientas personas. Ahí es nada.

Ya venía yo de haber leído la conocidísima Diana (1992), de Andrew Morton y varios manuales sobre la historia de Inglaterra. Ni que decir tiene que si, entonces, hubiera existido Netflix, habría visto, no una ni dos veces, la serie The Crown (2016- ), que me tiene totalmente enganchada. Si bien durante una época mis intereses se centraban en la Princesa Diana, que nunca tuve claro si supo recomponerse o tan solo practicó el fake it until you make it. Y ahí se quedó.

Pero, en los últimos tiempos, tras observar con detenimiento los gestos, repetidos una y otra vez, de la reina de las reinas, me he preguntado muchas veces cómo debe ser estar del otro lado. Ser la elegida por voluntad divina para ostentar corona, soportar ministros y pasear el bolso por tu propia casa. Aunque esta sea un palacio. ¿Y qué llevará esta señora en su bolso? al final, gracias a la divertida e inteligente novelita Una lectora nada común (2007), de Alan Bennett lo he descubierto. Y es que, si es un problema para el gobierno tener un pueblo que lea, no digamos ya lo que puede suponer que sea la reina la que, convertida en apasionada lectora, revolucione un mundo de convenciones y poderes que se han mantenido petrificados durante siglos.
Enlace: https://www.instagram.com/mi..
+ Leer más
Comentar  Me gusta         00
Sandragama
 14 September 2020
GOD BLESS THE LITERATURE: la "real" joya de la corona británica. Una descripción de la sed devoradora que pueden provocar los libros. Buenas reflexiones sobre la lectura y sobre la república de los libros, donde los lectores disfrutamos de "Liberté, égalité, fraternité" y todos nos podemos encontrar identificados con este sentimiento de urgencia para leer, con esta pasión devoradora que incluso nos puede hacer olvidar el paso del tiempo y nuestras obligaciones. Delicioso y muy divertido, la única traba que le encuentro es que ha hecho aumentar mi lista de libros deseados.
Comentar  Me gusta         00
dunaloves
 14 June 2018
Una peculiar historia, breve pero entretenida y con un toque simpático, que nos cuenta cómo la reina de Inglaterra descubre la lectura y la convierte en una afición tal que empieza a descuidar sus tareas, cosa que no gusta nada en su rígido entorno...
Comentar  Me gusta         00
Inquilinas_Netherfield
 28 November 2017
Si la sinopsis de un libro (o lo que te cuentan sobre él) reza que lo que vas a encontrar dentro es una historia en la que la protagonista es nada menos que la reina Isabel II de Inglaterra (sí, la de verdad, la que vemos camino de los cien años hecha una chavalina para desesperación, imagino, de su heredero)... pues como que tira para atrás, ¿verdad? No dan muchas ganas de ponerse con él y darle una oportunidad.

Craso error. Enorme disparate. Ni se os ocurra descartar este libro por su protagonista o la aparente temática, porque os estaríais perdiendo una joyita (digo esto mucho últimamente, pero es que estoy teniendo suerte con mis lecturas. Alabados sean los libros, y alabadas sean aquellas amigas que te conocen tan bien como para hacerte regalos como estos).

Alan Bennett, un señor que solo podría haber nacido y existido en Inglaterra, de esos que son genios en todo lo que hacen y que cuando les nombran lord, o sir, o lo que se les ocurra, tiran de humor british e ironía para llevarse las manos a la cabeza y rechazarlo como si les estuviesen ofreciendo té a las 8 de la tarde, se pone el mundo por montera y coge a su reina, la insigne y eterna Isabel II, y la hace protagonista de su libro. Y encima le sale una novela que todo amante de la Literatura (así, con mayúscula), todo aquel que adore los libros, todo aquel que guste del humor y la fina ironía británicos y todo aquel que devore ávidamente lecturas relacionadas con la literatura, debe leer. Sin más.

"Leía, por supuesto, como todo el mundo, pero el gusto por los libros era algo que dejaba a los demás. Era un hobby, y la naturaleza de su trabajo entrañaba no tener hobbies. El jogging, cultivar rosas, el ajedrez o escalar, el aeromodelismo y decorar tartas. No. Las aficiones suponían preferencias y había que evitar las preferencias: excluían a gente. No tenía preferencias. Su trabajo consistía en mostrar interés, pero no en interesarse. Y además leer no era hacer algo. Ella hacía cosas"

La trama en un principio puede parece extraña. A la reina de Inglaterra, de repente, le da por leer. Vorazmente. Obsesivamente. Dejando de lado su perfección habitual, relajando sus milimetradas y encorsetadas apariciones, desoyendo los consejos de sus allegados, destensando la estricta mano de hierro con la que hasta ahora había manejado todo, haciendo esperar cortejos que siempre, siempre, han sido puntuales, enfadando a sus ministros y ayudantes, sorprendiendo a propios y extraños... Ella, que jamás ha mostrado interés por los libros porque no puede mostrar interés específico por nada para que nadie se sienta excluido, ahora lee. Mucho. Muchísimo. No hace otra cosa. Esconde libros entre los cojines de los carruajes, se lleva paquetes de libros a sus viajes al extranjero, se encierra en Balmoral durante las vacaciones pegada a un libro pasando olímpicamente de quien vaya a visitarla... lee, lee, lee...

Todo comienza con una biblioteca móvil aparcada junto a las cocinas de palacio. Allí conoce al bibliotecario, que ni se inmuta, y a Norman Seakins, que trabaja en esas mismas cocinas. Ya que llega allí sin pretenderlo, le parece feo no llevarse un libro y ofender al bibliotecario, así que, no sin antes advertir que es pensionista por si hay ventajas, se lleva su primer libro. Se inicia con lecturas asequibles para una persona que no ha leído jamás "en serio", escogiendo autores que fueron conocidos suyos, trabajaban para ella, formaban parte de la esfera social británica.... se sabe la vida de todos ellos de arriba a abajo, y empieza a lamentarse porque, al no conocer su obra, jamás les dijo nada interesante (y Bennett no deja pasar la ocasión para soltar un cotilleo o un chascarrillo sobre el susodicho autor). Poco a poco incrementa la dificultad de sus lecturas, se atreve con autores de los que no sabe nada, con libros alejados de su zona de confort, con aquello que nombran en tal libro, aquello que comenta tal escritor, comienza a tener opiniones propias, a razonar y disertar sobre lo que lee, a reflexionar sobre la literatura, sobre cómo afecta esta a su vida y lo que le revela sobre su antigua existencia... y lo que no era más que un pasatiempo inesperado se convierte en su razón de existir. Y eso a pesar de que el camino de un lector novel es duro:

"A la caza del amor resultó ser una elección afortunada y, a su manera, memorable. Si Su Majestad hubiera escogido otro tostón, una de las obras primeras de George Eliot, pongamos, o una de las últimas de Henry James, lectora novata como era, habría podido abandonar la lectura para siempre y no habría aquí historia que contar. Habría pensado que los libros dan trabajo"

Y así, sin prisa pero sin pausa, y con la ayuda de Norman, que asciende de pinche a paje y amanuense convirtiéndose en su proveedor literario, la lectura se convierte en el epicentro de su vida afectando a sus ganas de cumplir con unas obligaciones que hasta entonces no le había importado llevar a cabo. Y Bennett, con toda esta fanfarria como excusa, realiza un ejercicio de metaliteratura sobresaliente, con reflexiones magistrales sobre la literatura, los libros, los lectores, los autores, lo que sacrificamos por esta pasión, lo que esta pasión nos regala, nos enseña, nos aporta, los mundos que abre ante nuestros ojos... y la diferencia que supone una vida con libros y otra sin ellos. Isabel II, su iniciación a la lectura y lo que supone que un personaje como ella abandone sus quehaceres para sentarse a leer, son solo una excusa para realizar una oda a la literatura, a como un libro te lleva a otro, y a otro, y a otro, y a lamentarse de algo que creo que no nos resula ajeno: que los días no nos llegan para leer todo lo que nos gustaría a todos aquellos que nos dejamos llevar por este frenesí.

Poco más puedo contar sin desvelar demasiado de una novela breve en extensión que te hace sonreír y reflexionar a partes iguales a lo largo de todas sus páginas. El final es antológico, a la altura del libro y en consonancia con la historia, poniendo el broche de oro a un libro sorprendente en su planteamiento y soberbio en su ejecución que lleva por bandera un canto de amor hacia las letras revestido del más fino humor inglés.

"No pones la vida en los libros. La encuentras en ellos"

Por terminar, solo aclarar que podéis encontrar dos ediciones de esta misma novela publicadas por Anagrama. La que yo tengo salió en 2014 dentro de la colección La conjura de la risa y con una portada preciosa, pero anteriormente, en 2008, Anagrama lo editó por primera vez en castellano dentro de la colección Panorama de narrativas con una portada muy... de Anagrama. Os dejo las dos que comparéis. Lo que cambia la percepción de un libro solo por la portada. Y qué fácil es escoger una cubierta que agrade a la vista llamando la atención del lector y no... lo opuesto (con permiso de Su Majestad).
+ Leer más
Comentar  Me gusta         00


Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro





Test Ver más

¿Jane Austen o Brontë Sisters?

¿Quién escribió «Agnes Grey»?

Jane Austen
Anne Brontë
Charlotte Brontë
Emily Brontë

15 preguntas
114 lectores participarón
Thèmes : jane austen , literatura inglesa , históricaCrear un test sobre este libro