Ley de lobos

El dolor y el amor eran una misma cosa. El dolor era la sombra que dejaba el amor tras de sí.

Dime que no me hablas así solamente por la guerra y las dificultades. Dime qué pasaría si no fueras rey ni yo soldado.

Somos el dragón y aguardaremos a que llegue nuestro momento.

Si la palabra "posible" era un río, hacía mucho que había desbordado sus orillas y lo había desbordado todo.

Muéstrales debilidad cuando ellos necesiten verla, nunca cuando la sientas.

Quizá el don de la humanidad es que no nos rendimos, ni siquiera cuando se pierde toda esperanza.

El amor era un destructor. Creaba viudas y dolientes, iba dejando desdicha a su paso. El dolor y el amor eran una misma cosa. El dolor era la sombra que dejaba el amor tras de sí.

Tan solo podía seguir adelante. Y tener la esperanza de encontrar el camino de vuelta a casa.

En los momentos difíciles, la gente tendía a aferrarse más a las tradiciones y las supersticiones.

Si no pasaban la prueba, el enemigo sabría lo precaria que era la posición de Ravka, lo pobres y frágiles que eran en realidad. Una victoria, aunque fuera por los pelos, le daría a su país algo de tiempo, un tiempo que necesitaba desesperadamente.