Me daría mucha pena llegar a conocerte tanto que no hubiera entre tú y yo un margen, aunque sea pequeño, para la sorpresa.
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Me daría mucha pena llegar a conocerte tanto que no hubiera entre tú y yo un margen, aunque sea pequeño, para la sorpresa.
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No se te ocurra construir tu vida sobre la mentira y el silencio. Es lo peor, te lo aseguro.
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Al final, siempre gana el olvido.
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La amistad es la que sostiene la relación de pareja cuando el amor se destensa y pierde llama.
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Un hombre puede ser un barco. Un hombre puede ser un barco con el casco de acero. Luego pasan los años y se forman grietas. Por ellas entra el agua de la nostalgia, contaminada de soledad, y el agua de la conciencia de haberse equivocado y la de no poder poner remedio al error, y esa agua que corroe tanto, la del arrepentimiento que se siente y no se dice por miedo, por vergüenza, por no quedar mal con los compañeros. Y así el hombre, ya barco agrietado, se irá a pique en cualquier momento.
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El barco no se abandona porque hay tormenta, sino cuando se hunde.
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¿Por qué no lanzas tus penas al mar en vez de lanzarte tú y haces algo por los demás? Algo que ayude a los más necesitados y dé un sentido positivo a tu vida.
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De la cárcel se sale alguna vez. De la tumba no se sale nunca.
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Nos esforzamos por darle un sentido, una forma, un orden a la vida, y al final la vida hace con una lo que le da la gana.
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Tú tienes tu carcel, yo tengo la mía. La mía es mi cuerpo. Me ha caído cadena perpetua. Tú saldrás un día de tu cárcel. No sabemos cuándo, pero saldrás. Yo no saldré nunca de la mía.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?