Un elefante bajo el parasol blanco

Anne-Frédérique Noël, la joven hija de un terrateniente francés en Indochina, debe abandonar su hogar en Laos para marcharse a Japón con uno de los socios de su padre, quien busca tanto protegerla de la guerra como afianzar sus alianzas comerciales. Lo que nadie sospecha es que Fred guarda un gran secreto que la empuja a no regresar a casa cuando el coche en el que viaja tiene un accidente. Lejos de su familia, decide unirse a Kun, el sirviente que la acompaña, en una peligrosa aventura que los llevará a recorrer Laos en busca de una nueva vida. Descubrirá el amor, encontrará su propia identidad y acabará sumergida de lleno en esa guerra que parecía tan lejana desde el corazón de la jungla.

Mi valoración personal:

 Elena Álvarez ha creado unos personajes redondos y una trama absorbente ambientada en un entorno único: la exótica Indochina de la Segunda Guerra Mundial. Un elefante bajo el parasol blanco es una historia de amor y pérdida, coraje y tenacidad, crecimiento y superación. En definitiva, una aventura épica difícil de olvidar.

¿sabes cuando te enamoras de una portada y cuando lees su sinopsis sabes que ese libro te encantará? Pues eso mismo me ha pasado con esta novela desde su preciosa portada hasta el exótico paraje al  que nos transporta Elena han conseguido enamorarme.

Anne-Frédérique es una joven hija de un terrateniente francés nacida en Laos, su vida cambiará cuando se padre decide mandarla junto a su socio japonés para protegerla de la guerra que se va forjando en Europa y unir lazos en la familia, pero Anne no está dispuesta a hacer lo que los demás impongan. Tras un accidente en camino Anne aprovecha para hui junto su sirviente Kun. Una aventura les espera recorriendo Laos.

No se puede decir mucho más del libro ya que hay que disfrutarlo, ir descubriendo los lugares junto a Anne  y a todos los personajes que van surgiendo que para mi junto al paisaje y la documentación tan maravillosa son los puntos fuertes de esta novela.

En conclusión, un libro que me ha sorprendido muy gratamente que me ha transportado a un lugar que poco o nada conocía . Sin duda recomiendo esta novela ya que os transportará al reino del millón de elefantes bajo el parasol blanco.

 

 

 

Un elefante bajo el parasol blanco ha sido todo un descubrimiento. Para quien ya me conozco sabrá que adoro los libros ambientados en la Segunda guerra mundial, pero que me falta saber mucho sobre la historia, ya que los libros que he leído siempre han sido ambientados en la Alemania nazi. Por eso, cuando vi este libro en Masa crítica, no dudé en pedirlo ya que era esa ambientación pero ubicado en la Indochina francesa de la que no tenía ni idea y desconocía todo.

La autora, Elena Ávarez nos narra la historia de Anné-Frédérique, hija de un terrateniente y que conviven en Laos. Cuando estalla la guerra su padre decide unirla a un japonés para unir lazos y también para sacarla de allí, ya que las noticias que llegan de Francia no son nada halagüeñas. Pero Anné no está dispuesta a ser moneda de cambio para nadie por lo que cuando el coche en el que viaja sufre un accidente, decide marcharse con el sirviente que la acompaña, Kun.

Y allí, en la aldea, es cuando se da cuenta de que la vida que querían para ella no es lo que quiere ni lo que necesita. Anné quiere vivir, bien o mal, pero quiere vivir por ella misma y por las decisiones que tome, no las que decidan por ser mujer o por cualquier otra razón.

No quiero contaros muchas cosas de las que suceden en el libro ya que lo mejor es ir sabiendo lo mínimo y descubrir todo por uno mismo. Yo cuando me sumergí en la lectura apenas sabía un par de cosas del libro y la verdad es que lo agradezco porque así lo he disfrutado mucho más.

Se nota mucho que la autora se ha documentado para escribir el libro y me ha parecido caminar por las calles de Laos o recorrer la selva junto a Kun y a Anné. Me encanta cuando se cuidan los detalles y se mantiene el rigor histórico de los libros, así que la ambientación del mismo ha sido sublime.

En cuanto a los personajes me han gustado todos los que salen durante la trama, sobre todo Anné, una mujer valiente y decidida que sabe lo que quiere y se arriesga por proteger aquello en lo que cree. Kun, Nounou, Didier, Lien, y otros tantos más que salen a lo largo de la historia y cada uno con algo que aportar al libro. Obviamente es lo primer que leo de la autora, pero estoy deseando leer más cosas suyas.

Es la primera vez que leo a la autora y no me ha decepcionado.
La protagonista se llama Anné- Frédérique y es hija de un terrateniente francés en Indochina. Ella vive en Laos pero debe abandonarlo para ir a Japón. Una vez que se marcha de su hogar comienza lo que es un nuevo viaje para ella.
La trama se desarrolla en la época de la Segunda Guerra Mundial pero el enfoque que se le da, no es el que siempre he leído de la parte europea o americana, sino de Asia. Esto hace que el libro sea diferente.
La autora divide el libro en diferentes partes y al final de cada una de ellas, la historia se centra en lo que sería “el presente” de los personajes después de haber vivido la guerra. Los capítulos son cortos, la gran mayoría, lo que hace una lectura más ágil pero no rápida. Es lenta y la autora le da a su cosa el ritmo necesario en cada momento.
En general, la trama en la que nos envuelve la autora llama la atención y engancha con unos personajes atractivos y diferentes a la vez. Aunque con la protagonista principal, no he empatizado mucho.
Y tengo algunos peros, a mediados del libro la trama decae un poco y el final, a mí personalmente, me ha descuadrado esperaba otro final aunque no me ha disgustado del todo pero ahora me he quedado con ganas de más.

En esta novela recorreremos la Indochina de los años cuarenta acompañando a Anne-Frédérique, que es mandada por su padre a Japón y a quien en dicho viaje le cambiará completamente la vida.

Lo primero que me gustaría resaltar es precisamente el lugar y año en que está ambientada. Estamos más que acostumbrados a leer sobre la II GM en Europa/América pero (al menos yo) pocas veces he leído estas épocas ambientadas en Asia, así que me ha encantado embarcarme en esta aventura y conocer un poco de historia, ya que uno es un poco ignorante y sabe lo justo del tema (y gracias a que visité Laos, si no quizás ni eso 😅).

También me ha gustado mucho la trama de ficción de la novela, muy interesante y con unos personajes muy atractivos. Y con un final si bien no perfecto, sí que notable para rematar la historia.

Como puntos menos positivos, hay algún que otro altibajo a mitad de la novela en que mi interés disminuyó bastante. Tampoco me ha convencido, aunque esto sí que es muy personal, los capítulos tan cortos en ocasiones, pues para este tipo de novela no me ha cuadrado mucho. Y luego hay algunas cosillas que me han chirriado, sobre todo en su último tercio, pero nada demasiado importante.

En resumen, con sus puntos positivos y negativos, es una historia de la que he disfrutado y he aprendido, y la he leído muy a gusto, así que os la recomiendo.

Hace unas semanas terminé este libro y aunque he dejado que pasara un tiempo para reposar y asimilar la historia, lo cierto es que todavía no he podido. Esta historia reúne todos los elementos que a mí me gustan: una joven protagonista que se encuentra muy perdida en la vida, pero que posee una personalidad demoledora y muchísima tenacidad, un abanico de personajes que te despiertan todo tipo de sentimientos, ninguno te deja indiferente; escenarios exóticos, conflictos bélicos, dramas familiares y romance. Así, todo junto, suena un poco abrumador, ¿no? Pero Elena ha sido capaz de unirlo todo y crear una historia preciosa y que fluye como la seda.

La autora nos transporta al Laos de 1940. Allí conocemos a Anne-Fréderique, una joven francesa e hija de un terrateniente que debe abandonar su hogar para marcharse a Japón con uno de los socios de su padre. ¿Con qué fin? Protegerse de la guerra y afianzar los lazos comerciales. Pero lo que nadie sospecha es que Fred esconde un secreto que la alienta a no regresar a su casa cuando el coche en el que viajaba sufre un accidente. Junto a Kun, el sirviente que la acompaña, decide embarcarse en una trepidante aventura por Laos en busca de una nueva vida.

Lo primero que quiero destacar es la documentación. Qué gusto da leer una novela donde se nota que ha habido mucho trabajo de investigación. La historia transcurre desde 1940 hasta 1959 y en este periodo de tiempo vivimos cómo fue la entrada de las tropas japonesas en la Indochina francesa y las secuelas que dejó a su paso la guerra. Todo está perfectamente hilado y a la autora no se le ha escapado ningún dato. ¿Y podemos hablar de los escenarios? Nunca he estado en Laos y, sinceramente, nunca ha sido un sitio que me haya llamado mucho la atención, pero después de leer este libro necesito ir. Sus paisajes, su cultura, la amabilidad de su gente… Elena hace que te empapes absolutamente de todo y esto a mí me ayudó a sumergirme más en el libro. Cabe destacar que me encantó que tuviera el detalle de añadir muchas palabras en laosiano porque ese toque le da más realismo a la historia.

Pero ¿qué es de una historia sin sus personajes? A algunos los he amado y a otros los he odiado, pero creo que sin todos en su conjunto este libro no sería tan especial. Fred, Kun, Nounou, Khompheng, Lien… Todos se han ganado un huequito en mi corazón y los recuerdo con bastante cariño. Son personajes reales con sus cosas malas y sus cosas buenas, sus alegrías y sus tristezas, sus preocupaciones, sus secretos… Vamos, que podrías ponerte en la piel de cualquiera si quisieras.

Creo que ha quedado bastante claro que les recomiendo muchísimo este libro, ¿no? Esta es la primera vez que leo a la autora, pero por lo que a mí respecta, no será la última.
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