La canción del bosquimano

Esta novela corta o relato trata de Elsa, una joven alemana que vive en Namibia y que descubre un secreto que le puede costar la vida. Se embarca en un viaje en el cual tiene que atravesar el desierto del Kalahari. En él se encuentra con una tribu bosquimana y conoce a Modumo y su familia. Allí se gana el derecho a vivir con ellos una temporada, con sus costumbres, hasta que el mismo Modumo guía a la protagonista para seguir el camino por el que se ha jugado la vida. La verdad que lo importante de la historia es lo que ocurre durante esa estancia en la tribu nómada.
Me ha gustado la historia, te hace conocer una tribu tan desconocida como la bosquimana y te mete en la historia. Se lee muy rápido y es entretenida.

Esta novela histórica sitúa la acción en la Namibia colonial de la Primera Guerra Mundial y el exterminio de la población indígena que provocaron los alemanes entre las etnias herero, nama y bosquimanos. Estos últimos son aborígenes africanos de corta estatura y una manera de vida primitiva, descendientes directos de los primeros Homos Sapiens, anclada en la Edad de Piedra. Además no conocen, o mejor dicho no tienen la maldad de las sociedades modernas.
En ese escenario nos encontramos con Elsa, una joven alemana que quiere ayudar a que el mundo conozca el genocidio de estas tribus. Por ello arriesga su vida cruzando el desierto del Kalahari donde es rescatada por un bosquimano, de los denominados salvajes pues no trabajan para los terratenientes alemanes.
Conforme se avanza en su lectura observamos como el autor pone en evidencia las maneras en que resuelven sus conflictos las naciones “civilizadas”, a través de guerras, y el ejemplo de democracia y aceptación de una tribu que vive en el paleolítico, pero que son más dialogantes, o mejor dicho demuestran que buscan más el bien para la Comunidad a través del diálogo y no el beneficio propio que aporta la evolución y el capitalismo.
Siguiendo la lectura nos adentramos en las costumbres bosquimanas, tales como son el matrimonio o las honras fúnebres. También cómo afrontan hechos criminales que pueden perjudicar a la comunidad en la que viven. Además de traernos sus supersticiones y tradiciones.
Incluso deja una discusión ética – filosófica sobre si es mejor guardar silencio a favor de la Comunidad o delatar al autor de algún hecho delictivo, aunque se le considere necesario para el conjunto de la Sociedad. En el transcurso de la novela nos da argumentos para defender ambas posiciones.
En general, la novela intenta hacer partícipe al lector de los crímenes que han sufrido estos descendientes directos del Homo Sapiens, y que han visto cómo su mundo se reducía al mínimo y siempre controlados por los gobiernos, perdiendo poco a poco su identidad.
Personalmente creo que ayuda a comprender un poco mejor las diferentes guerras étnicas en África y el problema que los europeos les causamos con nuestras ansias de poder y riquezas, donde no respetamos sus fronteras ancestrales y trazamos otras con escuadra y cartabón, mezclando territorios y etnias rivales.

Como me ha gustado esta novela, bueno, mejor dicho, relato largo.
En sus menos de 100 páginas, el autor refleja varias situaciones: la 1ª Guerra Mundial en las colonias africanas de los países en guerra, la vida de los colonos alemanes al instalarse en tierras africanas y, la más desarrollada, la vida de los bosquimanos del desierto de Kalahari.
Primero nos encontramos con dos breves introducciones del autor; una en la que nos esboza como esas tribus se vieron relegadas a vivir en el desierto por la presión del hombre blanco en sus territorios ancestrales; y otra en la que explica la situación en la zona en plena guerra, en que países estaban implicados por ser colonias de uno u otro bando. Y esto ya me empezó a gustar.
La historia es, en realidad, las aventuras de Elsa, una joven alemana, muy implicada con las etnias locales, ya que tras la muerte de su madre, creció al cuidado de los sirvientes africanos que había en la granja de su padre. Consigue unos documentos que ponen al descubierto el genocidio cometido por los alemanes contra algunas de esas etnias y su objetivo es hacerlos llegar a los ingleses.
Descubierta, su única salida es cruzar el desierto de Kalahari.
A los pocos días, pierde su montura e incapaz de encontrar agua, a punto de morir, es salvada por una tribu de bosquimanos; con los que debe convivir hasta la siguiente época de lluvias.
Todo lo anterior transcurre en las primeras páginas, dedicando la mayor parte de la narración a la vida de la tribu.
Me ha impresionado la capacidad de supervivencia en época de sequía, conservando el agua en huevos de avestruz. Su forma de vida, totalmente nómada, sin cultivar alimentos ni criar ganado, viviendo solo de la caza y de la recolección de vegetales, capaces de cambiar su asentamiento en cuestión de horas.
Muy interesantes sus costumbres nupciales.
Al final del libro, unas anotaciones del autor, terminar de ponernos en perspectiva con las actuaciones realizadas por los diferentes gobiernos desde esos hechos hasta la actualidad.
Muy, muy interesante. Y se aprecia un gran trabajo de documentación.