El misterio de Notting Hill

"𝙋𝙚𝙧𝙙𝙤𝙣𝙚, 𝙒𝙖𝙩𝙨𝙤𝙣, 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙧𝙖𝙩𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖𝙧𝙢𝙚 𝙘𝙪𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙜𝙪𝙨𝙩𝙚, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙡𝙚 𝙖𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙣 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙘𝙖𝙨𝙤 𝙣𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙚 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙧𝙡𝙤. 𝙀𝙨𝙩𝙖 𝙣𝙤𝙫𝙚𝙡𝙖 𝙚𝙨 𝙪𝙣 𝙢𝙖𝙜𝙣𝙞𝙛𝙞𝙘𝙤 𝙚𝙟𝙚𝙢𝙥𝙡𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙗𝙪𝙚𝙣 𝙥𝙧𝙤𝙘𝙚𝙙𝙚𝙧 𝙚𝙣 𝙘𝙪𝙖𝙡𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧 𝙞𝙣𝙫𝙚𝙨𝙩𝙞𝙜𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙚 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙚 𝙖 𝙘𝙖𝙗𝙤. 𝘼 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙨𝙚𝙧 𝙪𝙣 𝙗𝙪𝙚𝙣 𝙤𝙗𝙨𝙚𝙧𝙫𝙖𝙙𝙤𝙧, 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙤 𝙨𝙧. 𝙍𝙖𝙡𝙥𝙝 𝙃𝙚𝙣𝙙𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣, 𝙥𝙤𝙨𝙚𝙚 𝙪𝙣𝙖𝙨 𝙙𝙤𝙩𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙙𝙞𝙨𝙘𝙚𝙧𝙣𝙞𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙚𝙭𝙩𝙧𝙖𝙤𝙧𝙙𝙞𝙣𝙖𝙧𝙞𝙖𝙨. 𝘿𝙤𝙩𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙢𝙖́𝙨 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙤 𝙚𝙣 𝙎𝙘𝙤𝙩𝙡𝙖𝙣𝙙 𝙮𝙖𝙧𝙙 𝙦𝙪𝙞𝙨𝙞𝙚𝙧𝙖𝙣 𝙩𝙚𝙣𝙚𝙧. 𝙎𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙨𝙞 𝙣𝙤𝙨 𝙧𝙚𝙛𝙚𝙧𝙞𝙢𝙤𝙨 𝙖𝙡 𝙞𝙣𝙨𝙥𝙚𝙘𝙩𝙤𝙧 𝙇𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖𝙙𝙚".⠀
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Como es lógico, no sé si Sherlock Holmes habría dicho algo parecido de haber leído esta novela, pero creo que por ahí andaría...

Hablar sin desvelar nada de esta historia es bastante difícil, pero si he de remarcar algo es el extraordinario planteamiento que nos ofrece el autor y el modo tan característico de ir resolviendo un enigma que, de por sí, se nos es dado en las primeras páginas. Aquí lo importante no es saber cómo murió... sino el cómo diablos lo hizo! Y por qué lo hizo... Dos incógnitas que nos serán relevadas a través de cartas y de los testimonios de diferentes personajes.

El libro comienza con una introducción muy detallada del escritor Mike Ashley defendiendo que este es el primer libro de detectives. En este texto podemos ver muchos ejemplos de novelas anteriores en las que aparecían detectives y policías como personajes, pero la trama no se basaba en su trabajo. No obstante se iba viendo como los lectores tenían interés en este tipo de historias, y como los escritores comenzaban ya en el siglo IXX a agregar esta clase de personajes a sus obras.

La idea en sí tiene su complejidad, aunque después se aportan los datos de manera que no queda demasiada sorpresa por acontecer. Siendo la primera obra de este género, lo perdonamos, ya que el autor, abogado también, estaba exponiendo todas las pruebas posibles de un caso complejo con mucha maestría: da detalles muy interesantes, y denota el saber que ha ido adquiriendo a lo largo de los años de profesión.

Además, esta edición cuenta con algunas preciosas ilustraciones de George du Maurier, que acompañan de vez en cuando el texto. Aún así, la imaginación queda satisfecha, como he dicho con anterioridad, por los detalles que el autor ofrece, llenos de realismo y explicaciones muy convincentes. Obviamente, el género ha mejorado mucho con el tiempo, y hoy en día esta clase de libros te tiene enganchado desde el principio, pero en este caso, los datos van siguiéndose unos a otros, las entrevistas, los documentos… para así demostrar la culpabilidad de uno de los personajes.

La lectura de este libro es recomendable para adictos a las novelas de detectives, policiacas y thrillers, ya que éste fue su predecesor. No obstante, aunque el argumento es complejo, la forma de escribirlo hace que se simplifique tanto que no termina sorprendiendo, por lo que quizá a algunos lectores no guste demasiado.

Esta novela trata de la investigación de una muerte en extrañas circunstancias y su relación con otro caso. Se explica mediante cartas y testimonios de decenas de testigos que participan de una manera o de otra en la vida de Madame B., la difunta cuya muerte se investiga, o en la vida de los Anderton, cuya relación se va desentrañando poco a poco. La presentación de los testimonios la va haciendo el investigador del caso, mientras juzga la veracidad de estos.

El principio de la novela habla del origen o primeras apariciones de los detectives en los libros, de forma muy detallada. Tanto que se hace demasiado pesado, al no ser parte necesaria ni relevante para la novela en sí.

Una vez comienza la exposición de los hechos, de testimonios y demás, he de admitir que se me hizo difícil seguir el hilo de acontecimientos. Hay ciertos personajes que tienen varios alias, y hay que prestar atención a ciertos detalles que se van mencionando y se relacionan con hechos muy posteriores. A pesar de ello, la historia y los personajes principales son muy interesantes. Y aunque se intuye desde el principio más o menos qué es lo que ha ocurrido, leer cómo se van encontrando las pistas y enlazando unas con otras es muy satisfactorio.

También se debe señalar que el texto original es del siglo XIX y por ello, la forma de expresarse es algo diferente a la actual. Se podría decir que no hay concreción a la hora de plantear el caso ni los testimonios, especialmente cuando se expresa el investigador. A pesar de todo, es una buena lectura, que además de entretener, sirve para echar un vistazo a las costumbres del pasado.

¿Os imagináis una novela de detectives en la que el misterio se ha desentrañado ya antes de empezar? ¿Y si el "detective" solo es el representante de una compañía de seguros y no un detective profesional/ aficionado típico de las novelas de detectives? Suena raro, ¿verdad? Pues esas son las premisas principales de la novela que, oficialmente, inauguró el género. ¡Toma!

Evidentemente no ha creado mucha escuela, pero es entretenida y un modo distinto de acercarse a un género que a estas alturas puede parecer a veces bastante trillado. Iremos acompañando al señor Henderson durante su exposición de las conclusiones a las que ha llegado (y los pasos que ha seguido para llegar a ellas) tras investigar la misteriosa muerte de la señora R. tras contratar unos seguros de vida con capitales bastante importantes. ¿Habrá sido una muerte por causas naturales? ¿Han intervenido fuerzas sobrenaturales? ¿Ha sido un simple asesinato bien pergeñado? Ah, ¡eso no os lo voy a contar!

Cuando eres el primero en hacer algo, lo más común y compresible es que no lo hagas precisamente bien. Claro, es más fácil hacer una cosa cuando cuentas con múltiples modelos a seguir; cuando tienes la oportunidad de ver cómo lo hicieron otros, para así copiar sus aciertos y evitar sus errores.

Y, es por esto que les digo que no esperaba mucho del presente libro, puesto que este es, para muchos, la primera novela de detectives propiamente dicha. Que la antecedieron relatos policiales y obras en las que se llevan a cabo investigaciones sobre crímenes, sí, pero hasta la aparición de esta, no hubo otra novela que, como tal, se centrara en la resolución de un asesinato.

Empero, ya fuera por las bajas expectativas con las que me acerqué a esta historia, o bien, por su particular estructura y su envolvente trama, esta me ha encantado de principio a fin.

Pero ¿de qué va la obra?

Bien, pues aquí vamos a hallar a un detective que trabaja para una aseguradora, quien nos facilitará cartas, declaraciones, extractos de diarios, partes médicos y apuntes de periódicos, disponiendo estos documentos de tal modo que se nos antoje evidente las múltiples conexiones que lo han conducido a resolver el misterio que han puesto en sus manos esclarecer: la extraña muerte de la esposa del barón R, a causa de un aparente envenenamiento accidental.

Y bueno, aunque el caso tiene la pinta de ser sencillo y obvio y, pese a que desde el comienzo tenemos toda la razón para recelar de ese hombre que aseguró la vida de su esposa, para luego declarar que esta se envenenó en un episodio de sonambulismo, la cuestión tan simple no es; encontrándose, detrás, asuntos como una tragedia familiar, el robo de una niña, el surgimiento de una cuantiosa herencia y el empleo repudiable de la hipnosis.

Con este libro uno siente que está accediendo a material real y confidencial de una investigación, pero de una manera tan sencilla, atractiva y, a veces, hilarante, que es imposible desprenderse de sus páginas hasta no saber el más mínimo detalle del singular caso que trata.

Este libro se considera la primera novela de detectives, escrita en 1862. Se trata de la investigación, por parte de una compañía de seguros, de la muerte de una mujer que se habría envenenado al entrar sonámbula en el laboratorio de su marido. Es una novela epistolar compuesta de diferentes cartas, diarios y documentos oficiales.

A pesar de ser un libro corto, se me hizo un poco largo. Me perdí entre tantas historias entrecruzadas y sobre todo por el formato epistolar, que sigue sin convencerme (reconozco que no me termino de animar a leer “Drácula” por esto mismo).

Aún así, el caso es interesante y original, sobre todo si consideramos que el género policíaco era algo nuevo en esa época. La verdad es que no he visto más obras de este autor, pero lo ponen como antecedente a Wilkie Collins, al que tengo muy pendiente.

Se considera esta la primera novela de detectives de la historia ( en esto siempre hay discusiones, claro), y hasta el 2011 no se averiguó quien estaba detrás del seudónimo  Charles Felix. Esto le daba sin duda un toque de misterio al misterio.

No es una novela de detectives al uso, es decir, no vamos poco a poco caminando con el investigador mientras hace y deshace. En Notting Hill nos encontramos con el sumario (bien novelado) del agente de seguros contratado por varias compañías para dilucidar el tema de muerte natural o asesinato, con las consecuencias de pago o no pago.

Comienza tras las pesquisas y el agente presenta sus pruebas y línea de conclusiones en una historia bien construida y de cierta emoción, con algún toque esotérico, freudiano y mucha medicina decimonónica. Me ha hecho pensar, y perdonad la intrusión cinéfila, en Double Indemnity (Perdición) con guión de Billy Wilder y Raymond Chandler (eso sí eran guiones) con el máquina de E.G. Robinson destapando estafas en su despacho.

Este libro es, por conseguir aproximar la reseña a algo más palpable, como si Agatha Christie convirtiera en una novela completa las fantásticas páginas finales en las que Poirot junta a todo el personal con el tema resuelto. Ese rato glorioso en que el belga- bien disfrutón y dándole al bigote - revela secretos, cuenta quién conoce a quién y desde cuándo; los amantes calentorros, las vengativa esposa, el cuñado estafado por el lord, la prometida anterior del hijo del lord , el chófer que es el hijo bastardo del lord, la secretaria de la duquesa hija de perra ...y así establece móvil y asesinos ante los ojos de oveja modorra de los comparecientes, que no se habían enterado de nada y eso que al final se conocían todos y eran hasta parientes. Bueno, en Notting Hill es todo más comedido y sin calentura.

Una novela de las de disfrutar de una sentada para los que gusten de la deducción, las claves, el arsénico, las fechas que se mezclan, las escuchas tras la puerta y las historias familiares victorianas.

Durante el confinamiento fueron varias las editoriales que pusieron algunas de sus novelas a cero euros para que los lectores pudiéramos disfrutar de ellas. El misterio de Notting Hill fue una de ellas, gracias a Alba Editorial, y me pareció perfecto para continuar con el Reto Netherfield como clásico ambientado en Londres. No es que Londres tenga un impacto importante en la trama, más allá de que el "misterio" ocurre en ese distrito de Londres.

La novela es en sí el completo informe que el investigador de seguros señor Henderson escribe para concluir por qué se ha cometido fraude, y por ende un delito, en relación a la muerte de la mujer del barón R., quien había inscrito varias pólizas de vida en su nombre. Publicada a mediados del siglo XIX, primero por entregas y luego como único libro, es una historia que bien podría ser muy posterior tanto por el ritmo como por el carácter deductivo de la investigación.

Lo primero que me sorprendió nada más comenzar a leer fue su estructura: es un informe, con sus escritos, cartas, transcripción de declaraciones de testigos y más documentación, a través de la cual el señor Henderson nos va haciendo partícipes de su rigurosa investigación, con sus conclusiones finales, presentadas a modo de memorandum. Todo muy escueto, muy profesional, conciso, sin añadidos ni subterfugios que nos desvíen de la línea que el investigador quiere marcar.

A partir de la carta que el señor R. Henderson dirige al secretario de la compañía de seguros de vida..., fechada el 17 de enero de 1858, tenemos acceso al resto del expediente formado por una serie de secciones que contendrán las pruebas, recopiladas por él, a través de las cuales se va deduciendo lo que ocurrió, por tanto, llegando a las mismas conclusiones que extrae el señor Henderson.

Precisamente, cuando llegas a la parte final con esas conclusiones, que no son tales sino un resumen de lo que las anteriores pruebas expuestas indican, el autor te deja a ti, como lector, que juzgues y valores las consecuencias de todo esto (realmente deja a los responsables de la empres de seguros). Creo que en esto radica lo original y la fuerza de esta novela, además de ir mostrando lo que un proceso deductivo, concienzudo y trabajado tiene como resultado.

Entiendo que para algunos lectores resulte extraño. Para mí también lo ha sido, sobre todo al principio, cuando el lío de nombres e iniciales conseguía que perdiera concentración y claridad en lo que me estaban contando (no sabía quién era quién y quién había muerto), pero precisamente por esa manera de conseguir hilar una novela de intriga partiendo de una premisa ya conocida, como es el "culpable" de esta historia, con el objetivo de averiguar cómo y por qué, me ha gustado mucho, y creo que la he disfrutado más. Me gusta que me sorprendan y que apeguen a mi comprensión lectora mientras voy leyendo.

Sin duda, una novela distinta, muy entretenida, en la que partimos de un personaje principal, el investigador, que no tiene cabida en la misma historia que nos cuenta pero que es esencial como constructor de la misma, de quien intuimos que es sagaz, inteligente, muy intuitivo y con gran capacidad de investigación; y los protagonistas de la historia en sí, tanto la fallecida como el resto de actores que irán apareciendo y a través de los cuales acabaremos (bueno, acabará el investigador) descubriéndolo todo.

Además, la edición de Alba Editorial, incluso en la versión digital, que es la que yo he leído, tiene las ilustraciones originales que acompañaron este libro realizadas por George du Maurier, abuelo de la escritora Daphne du Maurier. Maravillosas.

Si no tuvisteis la suerte de adquirir el ebook mientras la editorial lo puso gratis, debéis saber que está incluido dentro de Kindle Unlimited.


Enlace: https://millibrosenmibibliot..

"4 de octubre. Esta pobre muchacha me está calando en lo más hondo de una forma extraordinaria. Empiezo a soñar con ella por la noche [...]"

Esta frase, extraída de la novela, nos deriva hacia la gran protagonista de la historia, la percepción extrasensorial, que crea entre dos personas un vínculo especial y unos lazos que escapan del rigor científico; están ahí y condicionan la vida, en este caso, de nuestras protagonistas: Madame R. y la Señora Alderton.

Charles Warren Adams escribió El misterio de Notting Hill bajo el seudónimo de Charles Felix, publicándolo en la editorial de la que era propietario, Saunders, Otley & Co, en 1865. Sin embargo, y si nos atenemos a la información que proporciona el prefacio del libro, el libro había sido publicado antes por entregas, tal y como era costumbre en la época.

"... pero no fue esta la primera vez que vio la luz. Se había publicado antes, por entregas y sin firma del autor, en Once a Week, del 29 de noviembre de 1862 al 17 de enero de 1863"

En El misterio de Notting Hill acompañaremos a Ralp Henderson, agente de seguros, investigador concienzudo y minucioso que procede a detallar y exponer todos los datos que ha recopilado en cuanto al caso que protagoniza el libro, al mismo tiempo que nosotros, los lectores, los iremos conociendo en "tiempo real" gracias a los documentos que Henderson expone cronológicamente desde un inicio: cartas, notas, diarios personales, informes... incluso un plano de la escena del crimen.
Para ponernos en situación, a Ralp Henderson se le encarga la investigación de la extraña muerte de Madame R.; durante el trascurso de la lectura, a través de los datos e informaciones que se nos ofrecen y mediante una labor ardua, analítica y minuciosa, se va dibujando ante nuestros ojos una fantástica y, a priori, inverosímil historia que contiene todos los tintes oscuros y victorianos de la época en que se escribió: tristeza, melancolía, destinos inciertos y trágicos... A esto hay que añadir otros elementos como la hipnosis y el sonambulismo (que más tarde también se verían en obras como La piedra lunar, de Wilkie Collins), aderezado todo con la siempre presente codicia humana, que lamentablemente no se restringe tan solo a la era decimonónica. al final, aunque tenemos entre las manos una obra del siglo XIX, se podría trasladar a nuestros tiempos sin problemas, pues todos estos elementos siguen omnipresentes en nuestra época: la avaricia, la codicia y la falta de escrúpulos siguen siendo un eslabón más de nuestra cadena de ADN.

Adams nos construirá una trama exquisita, gracias a todos los detalles y minuciosidad con que nos llegan los datos. Estamos en los comienzos del incipiente género literario detectivesco, y en ella no encontraremos a un policía o un detective al uso (eso vendría después, con los ya mencionados Gaboriau o Collins), sino que será un agente de seguros, tal y como he comentado antes, quien nos guíe a través de las páginas. Gracias a la recopilación de datos tan minuciosa conoceremos las vidas de nuestras protagonistas, Madame R. y la señora Alderton; sus tristes destinos, sus diferentes clases sociales y los diferentes personajes que pululan en ellas, con los diálogos adaptados a las mismas. Poniendo especial énfasis en las conexiones psíquicas y genéticas, seremos testigos de cómo algo tan extraordinario como es "la percepción extrasensorial" hilo conductor de toda la historia, es utilizado por Adams como un elemento de conexión gracias al cual edificará toda la obra.

Por ponerle algún "pero", diría que llegamos a conocer todos los elementos de la historia a través de documentos, y con ello perdemos espontaneidad a lo largo de la lectura. Quizás es mejor la trama que el modo en que está expuesta. Para Adams, el sentido de la intriga en su obra no es lo más importante. No tenemos que responder a la pregunta ¿quién lo ha hecho?, porque está claro desde el principio. El enigma que se nos plantea es responder a las preguntas ¿cómo? y ¿por qué?; estas dos preguntas serán nuestro motor para seguir acompañando hasta el final del libro a Henderson.

En definitiva, es un camino imprescindible que tenemos que seguir todos aquellos a los que nos gusta el género detectivesco, pues sin duda vamos a disfrutar cada paso.

En cuanto a la edición, Alba nos regala las ilustraciones originales de George du Maurier (autor de Trilby (1894) y abuelo de la escritora Daphne du Maurier), y que por primera vez se reproducen aquí; cada vez que abrimos el libro disfrutamos de ellas, dándole sin duda un valor añadido al mismo.
Enlace: http://inquilinasnetherfield..

La que es según los especialistas la primera novela de detectives, fue publicada primeramente por entregas.
Un investigador de una aseguradora tiene que esclarecer la muerte de la mujer del barón R. para el cobro de la póliza de seguros que tenía contratada.
Lo que parece a simple vista una muerte accidental, pronto es relacionada con la muerte de otro matrimonio que hará que se complique la resolución.
El libro es un conjunto de informes, cartas o declaraciones de los implicados en el suceso que son los que permiten esclarecer el caso.
El formato de la novela me ha gustado, pero en ocasiones se me ha hecho repetitivo, sobre todo al final cuando después de tener todos los datos y el misterio resuelto, el investigador nos resume de nuevo todos los hechos como conclusión final.
Es una novela corta, muy ágil y de fácil lectura, que está bien para conocer las primeras novelas de detectives pero que no me ha entusiasmado.