No somos una simple coincidencia

La autora nos saca de lo acostumbrado con este libro. Es un new adult que contiene romance, pero no es lo único ni lo más visible, aunque sí es de lo más importante.
Sara y Leire han pasado recientemente por mucho dolor. Ahora comienzan una nueva vida fuera de la urbanización que las vio crecer y pueden comenzar de cero en la universidad.
En el edificio en el que viven una al lado de la otra, se encuentran constantemente con sus vecinos de arriba, que también son universitarios y estudian lo mismo que ellas.
Pero por algún motivo, Sara no aguanta a Yarey y Leire no puede con Hugo. El destino y la preocupación de sus padres hacen que los cuatro tengan que pasar mucho tiempo juntos.
Y cuando pasas mucho tiempo con alguien llegas a conocerlo y a cambiar de opinión e incluso de sentimientos, y eso es lo que le pasará a Sara, que luchará con todas sus fuerzas contra lo que Yarey le hace sentir.
Por supuesto, cuando las cosas parecen aclararse algo sucede que lo manda todo por los aires y pone en riesgo la vida de todos.

La novela es muy emocionante desde el principio. Los personajes evolucionan constantemente y tienen que hacer frente no solo a sus sentimientos, que los pillan por sorpresa, sino a una situación que los sobrepasa por mucho.
La amistad que se crea entre los cuatro amigos es bastante interesante, aunque podemos ver que no en todos los casos lo que los une es amistad.
El final cierra una etapa de la novela pero queda bastante abierto. El epílogo solo genera la necesidad de continuar leyendo un libro que saldrá a la venta en Mayo. Nos toca esperar mientras nos mordemos las uñas y elucubramos sobre lo que sucederá en la segunda parte.