La librera y el ladrón

Laura, la joven dueña de la librería Loire, está pasando por una mala racha económica que acecha con cerrarle la librería si no consigue solventar sus deudas. Laura, es además heredera un manuscrito muy valioso, el de la “Divina Comedia” de Dante. Este manuscrito puede llegar a ser su salvación pero, este manuscrito ha desaparecido de su sitio.
El principal sospechoso de Laura será Pol, su amor verdadero y exnovio pero ante todo, un exquisito ladrón de grandes reliquias literarias. Pero una serie de circunstancias hará cambiar el foco de atención hacia otros sospechosos mucho más peligrosos.
La idea de la novela en sí me ha parecido bastante buena pero, creo que no ha sabido desarrollarla con todo su potencial. Hay muchos saltos espaciotemporales. Normalmente esto no me importa, pero en este caso me ha resultado bastante tedioso y que podían llegar a hacerte perder el hilo. Hay detalles del pasado que me han parecido totalmente innecesarios y que lo único que han aportado es una sensación de paja. Pero por otro lado, creo que le ha faltado un poco más de chicha y de acción a la parte de la “investigación” del robo.
Si que es verdad que la segunda mitad del libro es bastante más amena y coge un ritmo interesante que te darán ganas de seguir leyendo la novela.
El final para mi, algo esperado y no demasiado sorprendente.

En La librera y el ladrón conoceremos a Laura, propietaria de una librería especializada en volúmenes raros y antiguos que no atraviesa el mejor de sus momentos. Sin apenas clientes y una montaña de deudas, la protagonista se verá obligada a tomar decisiones que, aún siendo dolorosas a nivel sentimental, puedan salvar el negocio familiar.

" El Inferno Loire, como se conocía en el mundillo de los libreros y anticuarios, era una pequeña y rara maravilla libresca, una copia manuscrita del primero de los tres cantos de la Divina comedia de Dante. Inferno, Purgatorio, Paraíso. Los estudiosos habían establecido la fecha de su confección en algún momento del siglo XV, aunque el soporte sobre el que estaba escrito era más antiguo, al menos cuatro siglos"
Oliver Espinosa, La librera y el ladrón

La única posible salida es vender el Inferno que con tanto cariño guarda y que su padre le enseñó a valorar desde pequeña. Ha encontrado un comprador y la reunión va a tener lugar en la librería. Será en esa reunión en la que Laura descubra que el ejemplar que tiene delante no es el auténtico Inferno. El auténtico ha sido robado y no podrá evitar que a su mente acuda al instante el primer sospechoso; Pol.

Pol y Laura han tenido relación intermitente y aunque no ha habido grandes peleas entre ellos que puedan haberse saldado con este robo como venganza, él es un ladrón que en los últimos tiempos se ha especializado en la sustracción de este tipo de piezas. Junto a Marcos, un anciano erudito que le enseñará todo sobre el valor de los libros y los intereses de los coleccionistas, Pol descubrió una forma de ganar dinero que no exigía un gran riesgo. El robo discreto y la sustitución por una copia bastante convincente parece tener su firma. Pero una noticia sacude a Laura de improviso; Pol está entre los pasajeros de un fatal accidente de avión.
Así es como da comienzo La librera y el ladrón y será como lo que iba a ser la salvación de la librería Loire se convierte en un laberinto del que Laura no consigue escapar. Una nota llega a sus manos, remitida por quien dice poseer el Inferno y le exige a cambio una agenda manuscrita por Einstein, chantaje para el cual Laura no tiene respuesta al desconocer por completo la existencia de lo que le demandan.

Desde el principio la historia navega en varios tiempos, combinando el presente y los intentos de Laura por salvar su librería librándose de aquellos que la tienen amenazada, con episodios pasados de la vida de Pol, más tarde junto a Marcos. Nos narran estos retazos de pasado algunos de sus expolios y sus encuentros con coleccionistas, algunos de ellos muy poderosos.

"Un coleccionista es un enfermo. Cuanto más especializado y rico sea, más enfermo está. Hacerles picar es solo cuestión de ofrecerles un bocado suculento. Una vez huelen la carnaza ya no ven más allá de sus narices"
Oliver Espinosa, La librera y el ladrón

La enigmática nota del chantaje a Laura y el misterio del robo del Inferno en la librería conforman la trama principal de una novela que si bien no alcanza a ser un trepidante thriller, sí que consigue enganchar al lector y llevarle hasta el final de una historia contemporánea con muchos tintes de novela negra y un ápice de tensión cuando nos aproximamos al final y empezamos a atar cabos junto a la protagonista. Un par de giros en los últimos capítulos nos harán cerrar el libro al terminar con la sensación de haber disfrutado de esta lectura.

viernes, 24 de julio de 2020
LA LIBRERA Y EL LADRÓN (Oliver Espinosa)



En La librera y el ladrón conoceremos a Laura, propietaria de una librería especializada en volúmenes raros y antiguos que no atraviesa el mejor de sus momentos. Sin apenas clientes y una montaña de deudas, la protagonista se verá obligada a tomar decisiones que, aún siendo dolorosas a nivel sentimental, puedan salvar el negocio familiar.

" El Inferno Loire, como se conocía en el mundillo de los libreros y anticuarios, era una pequeña y rara maravilla libresca, una copia manuscrita del primero de los tres cantos de la Divina comedia de Dante. Inferno, Purgatorio, Paraíso. Los estudiosos habían establecido la fecha de su confección en algún momento del siglo XV, aunque el soporte sobre el que estaba escrito era más antiguo, al menos cuatro siglos"
Oliver Espinosa, La librera y el ladrón

La única posible salida es vender el Inferno que con tanto cariño guarda y que su padre le enseñó a valorar desde pequeña. Ha encontrado un comprador y la reunión va a tener lugar en la librería. Será en esa reunión en la que Laura descubra que el ejemplar que tiene delante no es el auténtico Inferno. El auténtico ha sido robado y no podrá evitar que a su mente acuda al instante el primer sospechoso; Pol.

Pol y Laura han tenido relación intermitente y aunque no ha habido grandes peleas entre ellos que puedan haberse saldado con este robo como venganza, él es un ladrón que en los últimos tiempos se ha especializado en la sustracción de este tipo de piezas. Junto a Marcos, un anciano erudito que le enseñará todo sobre el valor de los libros y los intereses de los coleccionistas, Pol descubrió una forma de ganar dinero que no exigía un gran riesgo. El robo discreto y la sustitución por una copia bastante convincente parece tener su firma. Pero una noticia sacude a Laura de improviso; Pol está entre los pasajeros de un fatal accidente de avión.



Así es como da comienzo La librera y el ladrón y será como lo que iba a ser la salvación de la librería Loire se convierte en un laberinto del que Laura no consigue escapar. Una nota llega a sus manos, remitida por quien dice poseer el Inferno y le exige a cambio una agenda manuscrita por Einstein, chantaje para el cual Laura no tiene respuesta al desconocer por completo la existencia de lo que le demandan.

Desde el principio la historia navega en varios tiempos, combinando el presente y los intentos de Laura por salvar su librería librándose de aquellos que la tienen amenazada, con episodios pasados de la vida de Pol, más tarde junto a Marcos. Nos narran estos retazos de pasado algunos de sus expolios y sus encuentros con coleccionistas, algunos de ellos muy poderosos.

"Un coleccionista es un enfermo. Cuanto más especializado y rico sea, más enfermo está. Hacerles picar es solo cuestión de ofrecerles un bocado suculento. Una vez huelen la carnaza ya no ven más allá de sus narices"
Oliver Espinosa, La librera y el ladrón

La enigmática nota del chantaje a Laura y el misterio del robo del Inferno en la librería conforman la trama principal de una novela que si bien no alcanza a ser un trepidante thriller, sí que consigue enganchar al lector y llevarle hasta el final de una historia contemporánea con muchos tintes de novela negra y un ápice de tensión cuando nos aproximamos al final y empezamos a atar cabos junto a la protagonista. Un par de giros en los últimos capítulos nos harán cerrar el libro al terminar con la sensación de haber disfrutado de esta lectura.



La librera y el ladrón es una novela que recomiendo no solo a los fieles del thriller y la novela negra contemporánea. Además, está muy indicada para aquellos lectores que disfrutan de las historias relacionadas con libros, manuscritos antiguos y el mercado que hay a su alrededor. A lo largo de la narración se hace referencia a múltiples obras que los lectores más avezados reconocerán sin duda.

Oliver Espinosa Sorensen nació en Barcelona en 1985 y se licenció en Derecho por la Universitat de València. Trabajó para el Ministerio de Economía, así como para importantes bufetes y consultoras antes de pasarse al sector hotelero.

Esgrime experiencias profesionales que le otorgan conocimiento sobre el mundo de los ladrones de libros y el mercado negro en torno a las obras más codiciadas por los coleccionistas. Así es como logra confeccionar esta, su primera novela, sobre las sombras que puede albergar un mundo en el que los bibliófilos y los expoliadores comparten objeto, aunque no compartan fin.



Enlace: http://lacopela.blogspot.com..

Oliver Espinosa, de profesión abogado, debuta en el mundo de la literatura con una historia en la que pone de manifiesto la obsesión de algunos coleccionistas por hacerse a toda costa con ejemplares literarios únicos en el mundo. Su inspiración llegó al conocer a gente inmersa en el muy oscuro mundo del mercado negro de manuscritos y otras obras.

"La librera y el ladrón" nos adentra en una historia que compromete a tres personajes principales. Pol, que en su adolescencia transita sin futuro en diversos reformatorios hasta que conoce a Marcos y se convierte en ladrón de guante blanco especialista en libros antiguos, Marcos, un anciano con problemas visuales que expolia manuscritos clásicos, y Laura, una joven enamorada de su decadente librería.

Con un lenguaje sencillo, una narrativa culta y ocurrente y un uso excelente de tecnicismos, el autor tiene la buena intención de desarrollar una historia llena de intriga, misterios y aventuras. Sin embargo, la obra queda lejos de esa intención, pues Oliver parece olvidar la trama principal y se centra en llevar al lector por una serie de saltos temporales, muy bien dirigidos, que narran el pasado de los personajes.

A pesar de ello, la novela, con una excelente documentada de fondo, se adentra en los entresijos de la compra venta de libros únicos y que suponen un gran valor cultural para el mundo, dando a conocer los términos de los expertos libreros anticuarios, la expoliación o mutilación de manuscritos y documentos para facilitar su venta o uso privado, el delito de receptación, es decir, la intervención en alguna fase de la venta de un documento bibliográfico robado, o las subastas multimillonarias, entre otros.

Lamentablemente la historia a pesar de poner de manifiesto el gran bagaje que tiene el autor sobre la temática no explota en absoluto su potencial.

Por otro lado, los personajes mantienen personalidades destacadas y a través de los relatos de su pasado se pretende un mayor dibujo de ellos mismos, sin embargo, no se les da mucha profundidad y carecen de motivaciones explícitas o implícitas más allá de las que se destacan de forma pasajera, algo que no favorece al lector a empatizar con ellos.

La narrativa se vuelve en muchos momentos lenta y carente de interés a pesar de los acertados saltos temporales y esmeradas descripciones. Por momentos te mantiene enganchado y otros te hace desear abandonar la novela, sobre todo pasada la mitad de la obra.

La ambientación por las calles, y algunos lugares emblemáticos madrileños es precisa y envolvente, mas las situaciones en las que se encuentran atrapados este trío protagonista comprometen la novela a una situación carente de momentos dramáticos, inverosímiles y a veces obvios.

Cada capítulo es introducido por un fragmento de alguna obra clásica que advierte al lector, de forma metafórica, sobre lo que ocurrirá dentro del mismo, algo que aporta ese toque cultural y de amor por los libros que intenta transmitir el autor.

En general es una novela con una buena premisa, pero cuyo foco principal se difumina y se deja eclipsar por otros asuntos que ocupan la mayor parte de la trama dando lugar a un final precipitado y sin mucho sentido y misticismo.

Si bien no me ha desagradado sí me ha supuesto una completa decepción, pues no solo no cumple con su catalogación de thriller y novela negra, sino que la premisa indicada en la contraportada no se corresponde con la acción, el suspense y la intriga al más puro estilo Dan Brown que promete.

Las partes que más he disfrutado ciertamente han sido el relato de los robos que recuerdan o cuentan Marcos y Pol. Esa forma de entrar en las librerías, museos y bibliotecas, estudiar la situación o buscar la estrategia perfecta me motivaba a seguir leyendo y me hacía imaginar unas situaciones divertidas y de alta tensión. Sin embargo, el descubrimiento del gran secreto y el resto de tramas y subtramas abiertas me ha aburrido soberanamente.

Aunque todo no ha sido negativo.

Me ha resultado muy interesante entrar en el mundo de los libros antiguos, la compra venta de manuscritos y el trato de verdaderas joyas de la literatura, especialmente si se conoce a través de Dante y su "Divina Comedia", obra de culto en la literatura universal.

Definitivamente, lo que parecía ser una novela vertiginosa por su premisa tan original decae y se hace acopio de una falta de sentimiento, suspense, acción y emoción. A pesar de ello, cuenta con muchos aciertos en la forma de escribir de un autor novel que con los conocimientos y consejos adecuados muy pronto nos sorprenderá gratamente.

"La librera y el ladrón" es una novela que se deja leer fácilmente y entretiene si no esperas una gran obra de misterio. Es una lectura ágil para esos momentos en que deseas desconectar y sumergirte en una historia diferente con la que aprender. Aun así, recomiendo no tener altas expectativas con ella y dejar que sea la propia obra la que sorprenda

Oliver Espinosa debuta en el mundo literario con “La librera y el ladrón”, una historia sobre el valor de los libros y la obsesión por conseguir ejemplares únicos. Oliver Espinosa, actualmente directivo de una cadena hotelera, conoció de primera mano el mundo de los saqueadores de libros y el mercado negro gracias a su anterior etapa profesional como abogado, ya que para llevar a cabo la preparación y defensa de un caso tuvo que investigar acerca de la delincuencia relacionada con el coleccionismo de libros de gran valor precisando para ello hablar con gente del mundillo, lo que le permitió adquirir un enorme conocimiento sobre el desconocido y fascinante mundo de los ladrones de libros, coleccionistas y bibliófilos de grandes obras culturales.

“La librera y el ladrón” tiene como principales protagonistas a Laura Loire, Marcos Vera y Pol, un trío que por distintas circunstancias de la vida se encuentran solos en el mundo pero que el destino quiso juntarlos para que formaran casi una auténtica familia. Para que el lector pueda formarse una buena idea de estos tres personajes, Oliver Espinosa empleará continuos flashbacks que permitirán descubrir su pasado, su procedencia, como se conocieron y la evolución de su relación hasta llegar al año 2009, momento en el que transcurre y se desarrolla la principal trama.

Por un lado tenemos a Pol, cabecilla de una organización de pequeños delincuentes y ladrones conocida como la Banda de la Alcantarilla, que malgastó su adolescencia en reformatorios. Sin oficio ni beneficio, su vida cambia cuando conoce a Marcos Vera, un anciano amante de los libros antiguos que se dedica a comprar y revender libros con los que obtiene, a veces, grandes beneficios. Juntos, constituirán “una sociedad delictiva” con la que llevarán a cabo robos de libros por todo el mundo, desde páginas sueltas de códices a volúmenes enteros. Marcos selecciona los objetivos y Pol se encarga de la planificación y ejecución del robo.

Por otro lado encontramos a Laura Loire, la heredera de la librería Loire, una librería de libros antiguos de Madrid. Desde que su padre abrió Loire, la librería nunca ha atravesado por una situación boyante económicamente hablando. Ahora, la situación es dramática. Ahogada por las deudas y acosada por los prestamistas, Laura solo encuentra una única salida, vender la joya que durante tanto tiempo guardó su padre: una copia manuscrita del primer canto del “Inferno” de Dante (las otras dos partes son el Purgatorio y el Paradiso) fechado en el siglo XV. Sin embargo, los planes de salvación de Laura se vendrán al traste cuando descubra que le han robado “Inferno” y que únicamente tiene en su poder una burda falsificación.

Laura, a pesar de estar enamorada de Pol, sospecha que ha sido éste quien le ha robado “Inferno”, pero antes de poder aclarar la situación se verá sorprendida por la trágica muerte de Pol en un accidente aéreo. Desolada por la pérdida de Pol, Laura tomará la difícil decisión de emprender la búsqueda de su “Inferno” para salvar su amada librería Loire, contando para ello con la ayuda de Marcos y de una enigmática nota que alguien envió a Laura.

“La librera y el ladrón” es una fantástica novela que irradia amor por los libros por los cuatros costados, amor entendido de diversas formas: bibliofilia y bibliocleptomanía. A los que estamos acostumbrados a leer en papel y que sentimos pasión por tener entre nuestras manos un buen libro, nos puede sorprender bastante que haya gente que, fruto de su desmesura, locura y obsesión, pueda llegar a robar, mutilar y dañar libros por el mero hecho de tenerlos o sacar un beneficio económico de ellos.

En España tenemos dos casos sonrojantes: la desaparición de la Biblioteca Nacional de dos mapamundis grabados e ilustrados que formaban parte de la edición incunable de 1482 de la obra de Ptolomeo Cosmografía y la desaparición del Códice Calixtino.

“La librera y el ladrón” es una estupenda novela de acción y aventura que debería leer todo amante de los libros, especialmente de los antiguos. La novela cuenta con un ritmo continuo y constante que hacen muy difícil soltarla y que poco a poco os irá encandilando con la delicada, cuidada y magnífica prosa que emplea Oliver Espinosa. “La librera y el ladrón” cuenta con una trama donde los verdaderos protagonistas de la novela son los libros ya que son ellos los que impulsan la historia, la intriga y los misterios que deberán resolver y descifrar nuestros protagonistas.

“La librera y el ladrón” es una obra repleta de conocimiento y revelaciones acerca del fascinante y desconocido mundo de los libros antiguos, de los coleccionistas de los mismos y del precio de estos ejemplares pueden alcanzar en el mercado negro, convirtiéndolos en un turbio pero provechoso negocio. Simplemente, a modo informativo y para que os hagáis una idea del valor que pueden adquirir estos libros antiguos, debemos deciros que el récord lo ostenta el Códice Leicester de Leonardo da Vinci que posee Bill Gates, por el que en 1994 pagó más de 30 millones de dólares.

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“Nunca se ha de juzgar un libro por su portada”. Esa es una cita por todos conocida y que a lo largo de este libro es una idea que repite mucho una de sus protagonistas y es algo que tengo comprobado con muchos libros que hoy en día son auténticas joyas que luzco con orgullo en mis estanterías y de las que presumo de lomo, título y contenido porque de frente y viendo su portada nadie pararía a echarles un vistazo.

“Un libro es como una casa. Puede ser una chabola o un palacio, pero eso depende no tanto de la fachada, que son las cubiertas como de lo que haya en el interior. Un libro está esperando a que entres en él y descubras sus secretos. No te íes de las apariencias”.

En definitiva y resumiendo, es tan difícil resistirse a un título atractivo, acompañado de una portada magnifica que nos invita a la aventura, que como os podréis imaginar La librera y el ladrón ha sido una pieza a la que no pude negarme como lectura este verano. Un libro que se vende solo pues a su título y a su portada se le suma una sinopsis misteriosa, un personaje como Dante, libros secretos, robos, librerías de antiguo y metaliteratura, mucha metaliteratura. Damas y caballeros, que levante la mano quién es capaz de mirar hacia otro lado teniendo un ejemplar como este delante de sus ojos.

Primera novela del autor Oliver Espinosa y estoy convencido de que no será la última porque tienes buenas ideas, sus tramas contienen buenos ingredientes que atraen al lector como la miel al oso y en líneas generales resulta un libro muy atractivo para leer.

Partimos de protagonistas que son los prototipos de cualquier historia de aventuras y acción. Pol, un ladrón de guante blanco, un buscavidas de manual con una infancia difícil y que hicieron que el chico de buen corazón e inteligente eligiera por sus circunstancias elegir el mal camino. Capaz de luchar por causas justas y de robar para repartir el botín entre los pobres, sin que eso le exima de robarte la cartera en cuanto te distraigas. Aunque como dice la sinopsis nuestro protagonista fallece en un accidente de avión será un protagonista más de la novela debido a los constantes flash back que los que el autor ha construido la trama.

Laura, una chica guapa, con un trabajo con el que muchos que amamos los libros hemos soñado más de una vez con tener. Una chica de la que siempre es fácil enamorarse y que ejerce el papel junto con Pol de la tensión sexual no resuelta a las mil maravillas.

Mucho ojo con Marcos, un personaje secundario que por momentos dispondrá de mucho protagonismo hasta convertirlo en una de esas piezas sin la que la historia no tendía valor. Un hombre entrañable, ratón de biblioteca y todo un buscavidas que lleva a cuestas su propio inferno de Dante particular que hacen que en un mundo como el del coleccionismo de libros no tenga las manos limpias.
Un aspecto muy interesante que se puede disfrutar en este libro es el mundo de los coleccionistas, las subastas y la ambición por poseer tal o cual libro. Un auténtico submundo que el autor deja al descubierto a través de personajes, escenas y numerosas pinceladas.

Con la historia de nuestros dos protagonistas, sumada a la situación delicada de Loire, la librería de Laura que se encuentra en serios apuros económicos y a punto de ser pasto de las deudas y del embargo nace el comienzo de una trama que tiene uno de sus momentos claves cuando Laura intenta vender un famoso libro de gran valor para saldar las deudas y descubre que le han robado dicho libro y en su lugar han dejado una copia.

Será a partir de ese momento en que asistimos a una carrera contrarreloj para encontrar el libro, a los culpables y desentrañar todos los misterios que Oliver Espinosa va dejando entre las páginas de esta aventura. En algunos momentos, ciertas partes serán algo predecibles y tendremos en mente ciertos clichés que nos sonaran de este tipo de aventuras, pero el misterio y los giros argumentales serán la tónica predominante a lo largo de toda la novela por lo que disfrutaremos de igual manera. Un libro con embrollos, misterio, engaños, robos, acción, peligro y plagado de referencias a los libros.

Un libro que sin lugar a dudas es de los que te duran un viaje en tren, un vuelo de media distancia o tres tardes en una piscina. Dispone de los ingredientes necesarios para entretener, aprender y hacer pasar un buen rato.



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