De interés escaso en mi opinión. La novela corta "La sombra", primera de Galdós, tiene carácter fantástico y a mí me ha aburrido. No tiene mucho que ver con el Galdós que conocemos. Esta opinión la escribí tras una primera lectura. La he leído por segunda vez y rectifico la opinión: se trata del retrato psico-patólogico de un celoso. Más que una novelita fantástica es una narración pre-psicoanalítica. Atención spoiler: El celoso ve personificado en el Paris de la mitología griega escapado de un cuadro al galanteador de su esposa. La sombra de Paris persigue al celoso alucinado y no puede librarse de ella. Tarda mucho, a mi parecer, en entrar en materia y le sobran descripciones al principio, pero tiene bastante interés. La relectura ha merecido la pena. No es muy larga: se lee en poco más de una hora. Los tres cuentos que siguen, Theros, Tropiquillos, Celín, son alegóricos de estaciones del año (Theros representa el verano, Tropiquillos el otoño y Celín noviembre). Parecen obras de encargo para revistas de la época y están llenos de retórica poética que hoy resulta trasnochada. No obstante, salvaría "Celín" de este grupo de obras, deliciosa novela corta llena de encanto e ironía. Cuenta la historia de una desconsolada viudita que pretende suicidarse ahogándose en el río Alcana de la imaginaria ciudad de Turris y encuentra a un niño que crece misteriosamente y la guía en la oscuridad de la noche y le descubre las pequeñas cosas por las que merece la pena vivir. (Doña Emilia Pardo Bazán la encontró cursi). La idea de una ciudad que se mueve y cuyas calles, casas y plazas se desplazan durante la noche es muy curiosa y recuerda a Torrente Ballester y su Castroforte del Baralla (de "La Saga/fuga de J.B"), aunque en la novela de Torrente la ciudad levitaba cuando sus habitantes se preocupaban por algo o tenían una fuerte emoción. Por desgracia el cuento se estropea al final al ser demasiado explicativo y convertirse en una explícita parábola antirromántica. + Leer más |