Macbeth de William Shakespeare
"Mis terrores presentes son menores/ que las cosas terribles que imagino"
|
Macbeth de William Shakespeare
"Mis terrores presentes son menores/ que las cosas terribles que imagino"
|
Macbeth de William Shakespeare
"Vuestras fatigas quedan registradas/ en la hoja que vuelvo cada día/ para leerlas otra vez"
|
Julio César de William Shakespeare
Lágrimas hay para su afecto, gozo para su fortuna, honra para su valor y muerte para su ambición. ¿Quien hay aquí tan abyecto que quisiera ser esclavo?¡Si hay alguno, que hable, pues a él he ofendido!
|
Julio César de William Shakespeare
¿Que estercolero, qué desecho, qué inmundicia es Roma, cuando sirve de baja materia para alumbrar una cosa tan vil como César?
|
Julio César de William Shakespeare
Y puesto que sabéis que no podríais miraros tan bien como por reflejo, yo, espejo vuestro, os descubriré sin lisonjas lo que existe en vos que todavía ignorais.
|
Julio César de William Shakespeare
Soy propiamente un cirujano de calzas viejas; cuando están en peligro, les devuelvo la salud. De modo que personas tan calificadas como las que más, han ido en cueros limpios con la obra de mis manos.
|
Ricardo III de William Shakespeare
«¡Oh, cobarde conciencia, cómo me afliges!... ¡La luz despide resplandores azulencos!... ¡Es la hora de la medianoche mortal!... ¡Un sudor frío empapa mis temblorosas carnes!... ¡Cómo! ¿Tengo miedo de mí mismo?... Aquí no hay nadie... Ricardo ama a Ricardo ... Eso es; yo soy yo... ¿Hay aquí algún asesino?... No ... ¡Sí!... ¡Yo!... ¡Huyamos, pues!... ¡Cómo! ¿De mí mismo?... i Valiente razón!... ¿Por qué?... ¡Del miedo a la venganza! ¡Cómo! ¿De mí mismo contra mí mismo? ¡Ay! ¡Yo me amo! ¿Por qué causa? ¿Por el escaso bien que me he hecho a mí mismo? ¡Oh, no! ¡Ay de mí!... ¡Más bien debería odiarme por las infames acciones que he cometido! ¡Soy un miserable! Pero miento: eso no es verdad... ¡Loco, habla bien de ti! ¡Loco, no te adules! ¡Mi conciencia tiene millares de lenguas, y cada lengua repite su historia particular, y cada historia me condena como un miserable! ¡El perjurio, el perjurio en el más alto grado! ¡El asesinato, el horrendo asesinato hasta el más feroz extremo! Todos los crímenes diversos, todos cometidos bajo todas las formas, acuden a acusarme, gritando todos: ¡Culpable! ¡Culpable!... ¡Me desesperaré! ¡No hay criatura humana que me ame! ¡Y si muero, ningún alma tendrá piedad de mí!... ¿Y por qué había de tenerla? ¡Si yo mismo no he tenido piedad de mí!.
+ Leer más |
|
La fierecilla domada de William Shakespeare
Pero tan agilmente lanzados que diríase que había tomado lecciones de injurias para poder mejor insultarme.
|
La fierecilla domada de William Shakespeare
¿Que no toco a vuestro gusto? ¡ Pues ved, al menos si pego bien al mío!
|
La fierecilla domada de William Shakespeare
Y cuando dos fuegos violentos se encuentran, consumen el objeto que alimenta su furor. Algo de viento basta para transformar en un gran fuego otro pequeño; pero un huracán acaba con un incendio.
|
La fierecilla domada de William Shakespeare
¡Precisamente es su silencio lo que me insulta, y no dejaré de vengarme!
|
La fierecilla domada de William Shakespeare
¡Ay!, quince años que me han parecido treinta a causa de haber estado todo este tiempo ausente de vuestro lecho.
|
La fierecilla domada de William Shakespeare
Pero¿es que sueño o, por el contrario, es hasta ahora cuando he estado soñando?
|
La fierecilla domada de William Shakespeare
Señora mi mujer, siéntate a mi lado y dejemos que el mundo siga dando vueltas. Jamás seremos más jóvenes que ahora.
|
La fierecilla domada de William Shakespeare
Mis libros y mis instrumentos de música serán mi compañía. Unos me servirán de estudio; la otra de entretenimiento.
|
El Mercader de Venecia de William Shakespeare
No os acosteis fuera de casa ni una sola noche, guardadme como Argos; pues si no lo hacéis, si me dejáis sola, por mi honor, que todavía es propiedad mía, tomaré a ese doctor por compañero de lecho.
|
|
El Mercader de Venecia de William Shakespeare
Dime dónde nace la pasión. ¿Es en el corazón o en el cerebro? |
El Mercader de Venecia de William Shakespeare
Igual podría existir pacto y amistad entre la nieve y el fuego, que entre la traición y mi amor.
|
¿En qué país se desarrolla la obra?