La fierecilla domada de William Shakespeare
Señora mi mujer, siéntate a mi lado y dejemos que el mundo siga dando vueltas. Jamás seremos más jóvenes que ahora.
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La fierecilla domada de William Shakespeare
Señora mi mujer, siéntate a mi lado y dejemos que el mundo siga dando vueltas. Jamás seremos más jóvenes que ahora.
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