Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Nos tienen miedo. Temen que traigamos de vuelta la revolución, la antigua, la verdadera, la revolución por la justicia que ustedes comenzaron y abandonaron a mitad de camino.
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Nos tienen miedo. Temen que traigamos de vuelta la revolución, la antigua, la verdadera, la revolución por la justicia que ustedes comenzaron y abandonaron a mitad de camino.
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El mundo de Rocannon de Ursula K. Le Guin
Llaman a mi gente esclavos...Pero yo prefiero ser un hombre al servicio de hombres que una bestia cazando bestias, como éstos
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El nombre del mundo es Bosque de Ursula K. Le Guin
Por carácter y formación tendía a no inmiscuirse en los asuntos de otros hombres. Su trabajo consistía en descubrir lo que hacían, y su inclinación era dejar que lo siguieran haciendo. Prefería aprender a enseñar, buscar verdades más que la Verdad. Pero aun un alma poco misionera, a menos que pretenda no tener sentimientos, se ve a veces obligada a elegir entre comisión y omisión. El "¿Qué están haciendo?" se convierte de pronto en un "¿Qué estamos haciendo?", y acto seguido en un "¿Qué debo hacer?"
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Era fácil compartir cuando había comida suficiente, o apenas la suficiente, para seguir viviendo. ¿Pero cuando no la había? Entonces entraba en juego la fuerza; la fuerza se convertía en derecho; en poder, y la herramienta del poder era la violencia, y su aliado más devoto, el ojo que no quiere ver.
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La mano izquierda de la oscuridad de Ursula K. Le Guin
La luz es la mano izquierda de la oscuridad, y la oscuridad es la mano derecha de la luz; las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes.
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
En un rincón una pareja se entretenía en las preliminares de un juego sexual. Shevek miró para otro lado, con repugnancia. ¿Hasta en el sexo eran egoístas? Acariciarse y copular en presencia de gente sin pareja era tan grosero como comer en presencia de un hambriento.
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
La separación educa, sin duda, pero tu presencia es la educación que yo quiero.
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Tememos la opinión del prójimo mas de lo que respetamos nuestra propia libertad
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Las mujeres embarazadas no tienen moral. Solo la mas básica, el impulso al sacrificio
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
El sindicato esta despertando un vínculo social basico.....el miedo a los extranjeros
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Los soles brillan todos con una luz distinta......pero hay una sola oscuridad.
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Cuando tu enemigo te abraza con entusiasmo, y tus amigos te rechazan con encono, es difícil, que no te preguntes, si no eres en realidad...un traidor
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
El sufrimiento es la condición propia de la vida, y cuando sobreviene uno lo reconoce. Lo reconoce como la verdad.......Ninguna sociedad puede modificar la naturaleza de la existencia, solo puede aliviar el sufrimiento social, el sufrimiento innecesario.
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
¿ Que más puedes compartir que la totalidad de tu persona, tu vida entera, todos los días y todas las noches?
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Hablaba con autoridad de esas cosas, porque alcanzaba a verlas con la imaginación. De la realidad utilizaba lo que conocia, pero no era eso la realidadlo que le daba esa certeza....
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Los desposeídos de Ursula K. Le Guin
Estatura elevada, cabello largo, una expresión rara en el rostro, Tristeza y Reconocimiento
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Contar es escuchar de Ursula K. Le Guin
El ejercicio de la imaginación es peligroso para quienes se aprovechan del estado de las cosas porque tiene el poder de demostrar que el estado de las cosas no es permanente, ni universal, ni necesario.
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Contar es escuchar de Ursula K. Le Guin
Ese es el don de los grandes narradores. Cuentan las mismas historias una y otra vez (¿cuántas historias hay?), pero cuando lo hacen son nuevas, son noticia, nos renuevan, nos muestran el mundo hecho de nuevo.
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El mundo de Rocannon de Ursula K. Le Guin
Puedes dispensar la muerte instantáneamente, pero la vida es más lenta...
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La mano izquierda de la oscuridad de Ursula K. Le Guin
Le tomé la cabeza en mis brazos y le hablé, pero nunca me respondió. Contestó a mi amor por él de otro modo, gritando.
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Gregorio Samsa es un ...