Legendary de Stephanie Garber
Al dar la vuelta a la siguiente carta, notó una calidez especial en los dedos. El Aráculo. |
Legendary de Stephanie Garber
Al dar la vuelta a la siguiente carta, notó una calidez especial en los dedos. El Aráculo. |
Legendary de Stephanie Garber
De repente, tuvo la intuición de que su madre no quería que viera aquellas cartas, pero eso no evitó que le diera la vuelta a otra de ellas. El nombre en la parte inferior de esta era El Príncipe de Corazones. Mostraba a un hombre joven de rostro anguloso y labios tan finos como cuchillas. Empuñaba una daga, cerca de su barbilla afilada, y de sus ojos caían lágrimas rojas a juego con la sangre que manchaba la comisura de su boca estrecha. |
Legendary de Stephanie Garber
La joven de la ilustración le recordó a una princesa cautiva. Llevaba un precioso vestido blanco hecho jirones, y sus ojos con forma de lágrima eran tan bonitos como el cristal pulido por el mar, pero tan tristes que dolía mirarlos. Probablemente porque tenía la cabeza enjaulada en el interior de un orbe de perlas. Las palabras La Doncella de la Muerte estaban escritas en la parte inferior de la carta. |
Stephanie Garber
—Sabía que tu amor podía retornarme la vida con desearlo —manifestó Tella. —Pero yo no te la he devuelto. Legend jamás me concedió mi deseo. —Un deseo no es algo que alguien te pueda conceder —le explicó Tella—. Legend podía darte un poco más de magia para que te sirviese de ayuda, pero el deseo tan solo podía funcionar si tú lo querías más que cualquier otra cosa. |
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Había sangre. Mucha sangre, muchísima. Aquella debía de ser la razón de que él la contemplase con tanta frialdad, sin hacer ningún esfuerzo por mostrar la verdad ni con una simple mirada. Julián sabía que Legend lo castigaría por su traición. —Julián, por favor… —Scarlett cubrió la herida con las manos y se las empapó de rojo por segunda vez aquel día. —Está bien —tosió él con más sangre que le manchaba la boca—. Seguramente me lo merecía. —¡No digas eso! —Scarlett se arrancó la capa de los hombros y la presionó con fuerza contra el pecho de Julián en un intento por cortar la hemorragia—. Yo no lo creo, ni tampoco creo que esto deba acabar así. —Entonces no permitas que acabe aquí. Ya te lo he dicho… no merezco que llores. —Julián levantó el brazo para apartarle una de las lágrimas, pero la mano se le volvió a caer antes de tocarla. —¡No! No te rindas —le suplicó Scarlett—. Por favor, no me dejes. —Tenía muchas otras cosas que quería decirle, pero se temía que si se despedía de él, a Julián le resultaría más sencillo dejarse ir—. No puedes abandonarme. ¡Me dijiste que me ayudarías a ganar el concurso! —Te mentí… —Le temblaron los ojos—. Yo… —¡Julián! —chilló Scarlett, y empujó con más fuerza sobre su pecho al ver que era más la sangre que empapaba la capa y le cubría las manos—. Me da igual que mintieses. Si no te mueres, te lo perdonaré todo. Los ojos de Julián se cerraron, como si no la oyese. —Julián, por favor, no dejes de luchar. Llevas el concurso entero peleándote conmigo, no pares ahora. Lentamente, sus párpados se abrieron. Por un instante pareció como si regresara con ella. —Te mentí sobre la herida que me hice en la cabeza —farfulló—. Quería que recuperases los pendientes, pero el hombre era más fuerte de lo que aparentaba… Me metí en un pequeño lío. Aunque mereció la pena por verte cara… —El fantasma de una sonrisa le movió los labios—. Debería haberme mantenido lejos de ti… pero de verdad quería que lo lograras… quería que… La cabeza de Julián cayó hacia atrás. —¡No! —Bajo sus manos, Scarlett sintió que el pecho del joven se desinflaba una última vez—. Julián. Julián. ¡Julián! Hizo fuerza con las manos sobre su corazón, pero nada se movía. Scarlett no sabía cuántas veces había repetido su nombre. Lo dijo como una oración. Una súplica. Un susurro. Un adiós. + Leer más |
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Stephanie Garber
—¿Significa eso…? —Chiss —murmuró Julián—. Ahórrate las palabras, Scarlett. Creo que lo puedo arreglar, pero necesito que te quedes conmigo un poco más. Voy a intentar darte un día de mi vida. |
Stephanie Garber
Recordó haber pensado que enamorarse de él sería como enamorarse de la oscuridad, pero ahora se imaginaba que él era más bien como una noche estrellada; las constelaciones siempre están ahí fijas; una magnífica guía contra la sempiterna oscuridad
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Caraval de Stephanie Garber
Desapareció como una estrella que se quiebra y deja el mundo como estaba salvo por los fragmentos de luz que faltan y que nadie volverá a ver jamas
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Caraval de Stephanie Garber
No estaba en absoluto segura de hasta dónde había caído, y se imaginaba que amarle sería como caer enamorada de la oscuridad
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Caraval de Stephanie Garber
Tella amaba el peligro tanto como a una mecha le gusta arder. Nunca parecía asustarla que algunas de las cosas que tanto ansiaba pudieran consumirla como una llama.
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Caraval de Stephanie Garber
La esperanza es algo muy poderoso. Hay quien dice que es una especie de magia completamente distinta. Esquiva, difícil de aprehender, pero tampoco es una gran cantidad lo que se necesita.
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Caraval de Stephanie Garber
''Toda persona tiene la capacidad de cambiar su destino, si tiene la suficiente valentía para luchar por aquello que desea más que cualquier otra cosa''
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Caraval de Stephanie Garber
''Los sueños se hacen realidad, pueden ser hermosos, pero también pueden transformarse en pesadillas donde la gente no despierta''
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Caraval de Stephanie Garber
Tal vez sí tuviese las alas rotas, pero aún le quedaban las llamas después de todo.
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Caraval de Stephanie Garber
Toda persona tiene la capacidad de cambiar su destino si tiene la suficiente valentía para luchar por aquello que desea más que cualquier otra cosa.
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Caraval de Stephanie Garber
¿Vas a seguir a ese chico, sin más, y a dejar que sea él quien decida por ti, o vas a tomar tú tus propias decisiones?
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Caraval de Stephanie Garber
Da igual lo que hayáis oído sobre Caraval, no tiene punto de comparación con la realidad. Es más que un simple concurso o un espectáculo. Es lo más parecido a la magia que hallaréis en este mundo.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?