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La música del silencio de Patrick Rothfuss
Despierto en la oscuridad perfecta sólo se oyó el silencio
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Además, la rabia puede calentarse por la noche, y el orgullo herido puede alentar a un hombre a hacer cosas maravillosas
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Existe una conexión fundamental entre lo que uno parece y lo que uno es. Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es lo que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia.
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La música del silencio de Patrick Rothfuss
Mira que se tan bonito y estar tan perdido... Estar tan repleto de respuestas, con todo ese conocimiento atrapado dentro. Ser tan precioso y estar dañado.
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El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
[...] Las historias eran como oraciones, como conjuros musitados a altas horas de la noche cuando caminabas solo en la oscuridad .
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El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
El hombre había desaparecido. El mito no. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino, Kvothe había borrado su rastro. Y ni siquiera ahora que le han encontrado, ni siquiera ahora que las tinieblas invaden los rincones del mundo, está dispuesto a regresar. Pero su historia prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá contándola para revelar la verdad tras la leyenda. |
El nombre del viento de Patrick Rothfuss
[...]Pero Tárbolin conocía el nombre de todas las cosas, y todas las cosas estaban a sus órdenes. Le dijo a la piedra:"¡Rómpete!" , y la piedra se rompió. La pared se partió como una hoja de papel, y por esa brecha Tárbolin vio el cielo y respiró el dulce aire primaveral. Se acercó al borde, miró hacia abajo y, sin pensárselo dos veces, se lanzó al vacío... [...] Tárbolin se precipitó, pero no perdió la esperanza. Porque conocía el nombre del viento, y el viento le obedeció. Le habló al viento, y este lo meció y lo acarició. |
El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
No hay nada en el mundo más difícil que intentar convencer a alguien de una verdad desconocida.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
He relatado historias en el pasado, he pintado imágenes con palabras, he contado grandes mentiras y verdades aún más duras. Una vez le canté los colores a un ciego. Toqué durante siete horas pero al final me dijo que los veía: verde, rojo y dorado. Creo que eso fue más fácil que lo que intento hacer ahora. Tratar de que la entiendan describiéndola sólo con palabras. Ustedes nunca la han visto ni han oído su voz. No pueden entenderlo."
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El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
Cualquiera puede amar algo por algún motivo. Eso es tan fácil como meterse un penique en el bolsillo. Pero amar algo a pesar de algo es otra cosa. Conocer los defectos y amarlos también. Eso es inusual, puro y perfecto |
El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Mis mayores éxitos fueron producto de decisiones que tomé cuando dejé de pensar e hice sencillamente lo que me parecía correcto
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El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
Vashet me miró largamente. —Dentro de ti hay algo inquietante. Shehyn lo ha visto conversando contigo. No es una falta de Lethani. Pero eso aumenta mi inquietud en lugar de mitigarla, porque significa que dentro de ti hay algo más profundo que el Lethani. Algo que el Lethani no puede reparar. Me miró a los ojos. —Si así es, me he equivocado enseñándote. Si has sido lo bastante listo para mostrarme una cara falsa durante tanto tiempo, entonces eres un peligro, y no solo para la escuela. Si es así, Carceret tiene razón, y deberíamos matarte cuanto antes por la seguridad de todos. |
El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
El hombre había desaparecido. El mito no. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino, Kvothe había borrado su rastro. Y ni siquiera ahora que las tinieblas invaden los rincones de su mundo, está dispuesto a regresar. Pero su historia prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá contándola para revelar la verdad tras la leyenda. |
Patrick Rothfuss
—¿Has participado en muchas peleas con navaja? —bromeé. —No en tantas como tú crees —repuso ella con una sonrisa pícara—. Es otra página de ese gastado libro que a los hombres tanto os gusta consultar para cortejarnos. —Puso los ojos en blanco, exasperada—. No sabes la cantidad de hombres que han intentado robarme la virtud enseñándome a defenderla. —Nunca he visto que llevaras un puñal —comenté—. ¿Cómo es eso? —¿Para qué voy a llevar un puñal? —replicó ella—. Soy una dulce y delicada flor, ¿no? Una mujer que se pasea exhibiendo un puñal solo busca problemas. —Metió la mano en un bolsillo y sacó un largo y delgado trozo de metal con uno de los bordes reluciente—. Sin embargo, una mujer que esconde un puñal está preparada por si surgen problemas. En general, es más cómodo aparentar que eres inofensiva. Menos problemático. Lo único que impidió que me quedara perplejo fue la naturalidad con que lo dijo. Su puñal no era mucho más grande que mi navaja. Era de una sola pieza, recto, con empuñadura de piel fina. Era evidente que no era ningún utensilio de cocina, ni una navaja de supervivencia. Me recordó, más bien, a los afilados cuchillos quirúrgicos de la Clínica. —¿Cómo haces para llevar eso en el bolsillo sin cortarte en trocitos? Denna se puso de lado para enseñármelo. —El bolsillo tiene un corte por dentro. Llevo el puñal atado a la pierna. Por eso es tan plano. Para que no se note que lo llevo bajo la ropa. —Lo asió por la empuñadura y lo sostuvo ante mí para que lo viera—. Así. Tienes que poner el pulgar en la parte plana. —¿Pretendes robarme la virtud enseñándome a defenderla? —pregunté. —Como si tú tuvieras virtud —dijo ella riendo—. Lo que intento es que no te cortes con esas manos tan bonitas que tienes la próxima vez que salves a una chica de una cerda. + Leer más |
Patrick Rothfuss
—Disculpa, señorita. —Ella era la única mujer que había en la sala—. Qué maleducado soy. ¿Cómo te llamas? —Ria. —Ria. ¿Es el diminutivo de Rian? —Sí —respondió ella con una sonrisa. —Por favor, Rian, ¿puedes cruzar las piernas? Hemme formuló ese requerimiento con tanta seriedad que no se oyó ni la más leve risita. Rian, desconcertada, cruzó las piernas. —Ahora que las puertas del infierno están cerradas —dijo Hemme con su tono normal, más brusco—, ya podemos empezar. Y eso hizo, ignorando a Ria durante el resto de la clase. Lo cual, en mi opinión, fue un favor involuntario. |
El nombre del viento de Patrick Rothfuss
—Pero supongo que el verdadero principio está en lo que me llevó a la Universidad. Fuegos inesperados en el crepúsculo. Un hombre con ojos como el hielo en el fondo de un pozo. El olor a sangre y a pelo quemado. Los Chandrian —Movió la cabeza afirmativamente—.Sí. Supongo que ahí es donde empieza todo. Esto, en gran medida, es una historia sobre los Chandrian.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Un poeta es un músico que no sabe cantar. Las palabras tienen que encontrar la mente de un hombre si pretenden llegar a su corazón, y la mente de algunos hombres es lamentablemente pequeña. La música llega al corazón por pequeña o acérrima que sea la mente de quien la escucha.
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¿En que trabaja Kote?