El nombre del viento de Patrick Rothfuss
El poder esta bien, y la estupidez es, por lo general, inofensiva. Pero el poder y la estupidez juntos sin peligrosos.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
El poder esta bien, y la estupidez es, por lo general, inofensiva. Pero el poder y la estupidez juntos sin peligrosos.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Un poeta es un musico que no sabe cantar. Las palabras tienen que encontrar la mente de un hombre si pretenden llegar a su corazon, y la mente de algunos hombres es lamentablemente pequeña. La musica llega al corazon por pequeña o acerrima que sea la mente de quien la escucha.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
El dia que empezemos a preocuparnos por el futuro es el dia que dejamos atras nuestra infancia.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Nunca te engañes y percibas cosas que no existen. Ya se que es una tentación, pero la simpatia no es un arte para los debiles de voluntad.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Diez veces diez mil libros. Mas libros de los que jamas podrias leer.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Le prenderé fuego a tu sangre y te invadira un miedo frío como el hielo y duro como el hierro
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Amamos lo que amamos. La razón no entra en juego. En muchos aspectos, el amor más insensato es el amor más verdadero. Cualquiera puede querer algo por algún motivo. Eso es tan fácil como meterse un penique en un bolsillo. Pero querer algo a pesar del algo es otra cosa. Conocer los defectos y quererlos también. Eso es inusual, puro y perfecto.
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La música del silencio de Patrick Rothfuss
Era lo bastante listo para conocerse a sí mismo, lo bastante valiente para ser él mismo y lo bastante insensato para cambiarse a sí mismo, y al mismo tiempo, seguir manteniéndose auténtico.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
No soportaba oír música y no formar parte de ella. Es como ver a la mujer que amas acostándose con otro hombre.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Las mejores mentiras sobre mí son las que yo mismo he contado.
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El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
Me fijé en que Fela giraba la cabeza y miraba a Simmon como si le sorprendiera verlo allí sentado. O mejor dicho: fue como si hasta ese momento Simmon únicamente hubiera ocupado espacio alrededor de Fela, como un mueble. Pero esa vez, cuando ella lo miró, lo captó por entero. El cabello rubio rojizo, la línea de su mandíbula, la amplitud de los hombros bajo la camisa. Esa vez, cuando lo miró, lo vio de verdad. Dejadme decir una cosa. Todas las horas que pasamos buscando en el Archivo, todo el fastidio y el cansancio valieron la pena solo para presenciar aquel momento. Valió la pena sangre y temer a la muerte por verla enamorarse de Sim. Solo un poco. Solo el primer hálito débil del amor, tan leve que seguramente ni siquiera ella lo percibió. No fue espectacular, como un rayo seguido del estruendo de un trueno. Fue más bien como cuando golpeas pedernal contra acero y salta una chispa que se desvanece tan deprisa que casi no la ves. Pero sabes que está allí, donde no puedes verla, prendiendo. + Leer más |
El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
Denna se movía entre la multitud con lenta elegancia. No era la rigidez que pasa por distinción en escenarios selectos, sino una desenvoltura natural. Los gatos no piensan en estirarse, sino que se estiran. Pero los árboles ni siquiera hacen eso. Los árboles simplemente oscilan sin el esfuerzo de moverse. Denna se movía así. La alcancé tan deprisa como pude sin llamar su atención. —Disculpe, señorita. Denna se volvió, y su rostro se iluminó al verme. —¿Sí? —Normalmente nunca abordaría así a una mujer, pero no he podido evitar fijarme en que tiene usted los ojos de una dama de la que una vez estuve locamente enamorado. —Es una pena amar solo una vez —dijo ella, y su sonrisa traviesa dejó entrever sus blancos dientes—. He oído decir que hay hombres que consiguen amar dos veces, e incluso más. Ignoré la burla. —Yo solo he delirado una vez. Nunca volveré a enamorarme. |
El estrecho sendero entre deseos de Patrick Rothfuss
Le parecía bien que los demás se conformarán con la excelencia. Él era un artista.
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El estrecho sendero entre deseos de Patrick Rothfuss
Esa era la primera de tantas otras cosas que Bast tendría prohibido hacer por haber cometido la estupidez de aceptar un regalo sin saber qué era, sin saber cuánta deuda le colgaría del cuello, ni la fuerza con que le oprimiría el corazón.
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El estrecho sendero entre deseos de Patrick Rothfuss
Puedo responder preguntas o ayudar a resolver problemas. —Se sentó otra vez, con la espalda apoyada en el árbol; ahora sus ojos estaban a la altura de los de la niña—. ¿Qué quieres?
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El estrecho sendero entre deseos de Patrick Rothfuss
Se sintió débil como el papel mojado. Como si tuviese los pulmones llenos de agua. Como si sus huesos fuesen de frío hierro. Como si el sol se hubiese quedado negro en el cielo.
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El temor de un hombre sabio de Patrick Rothfuss
Desperté. Estaba caliente y seco. Era de noche. Oí una voz familiar que preguntaba algo. La voz de Marten respondió: – Fue él. Lo hizo todo él. Pregunta. – No lo diré nunca, Den. Te juro por Dios que no lo diré. No quiero ni pensar en ello. Si quieres, que te lo cuente él. Pregunta. – Lo sabrías si lo hubieras visto. Entonces no querrías saber nada más. No lo provoques. Yo lo he visto furioso. No diré nada más. No lo provoques. Pregunta. – Déjalo ya, Den. Los iba matando uno a uno. De pronto enloqueció un poco. Y… No. Solo diré una cosa. Creo que invocó al rayo. Como Dios. «Como Táborlin el Grande», pensé. Y sonreí. Y seguí durmiendo. |
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Por eso nos gustan las historias. Nos ofrecen la claridad y la sencillez de que carece nuestra vida real.
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El nombre del viento de Patrick Rothfuss
Todos los hombres sabios temen tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre apacible.
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¿En que trabaja Kote?