Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain
Era una pequeñez y no costaba ningún trabajo. Y son las pequeñeces las que más allanan el camino de la gente en este mundo.
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Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain
Era una pequeñez y no costaba ningún trabajo. Y son las pequeñeces las que más allanan el camino de la gente en este mundo.
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Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain
Siempre ocurre lo mismo: una persona obra mal y después no quiere pagar las consecuencias de sus actos. Cree que , mientras pueda ocultarlo, no es deshonra.
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Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain
Había descubierto, sin darse cuenta, uno de los principios fundamentales de la conducta humana, a saber: que para que alguien, hombre o muchacho, anhele alguna cosa, solo es necesario hacerla difícil de conseguir.
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Un yanqui en la corte del rey Arturo de Mark Twain
Muchas cosas pequeñas han adquirido proporciones mayúsculas utilizando una publicidad adecuada.
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Un yanqui en la corte del rey Arturo de Mark Twain
Una persona solo puede alcanzar su excelencia moral cuando lleva los ropajes religiosos que mejor se acomodan en color, talla y estilo a su estatura espiritual y a las correspondientes facciones y recovecos del alma.
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Un yanqui en la corte del rey Arturo de Mark Twain
Cualquier tipo de realeza, por muy modificada que se encuentre, cualquier tipo de aristocracia, por muy podada que se halle, resultan un insulto indiscutible, pero si naces y creces bajo esas condiciones, probablemente no lo descubrirás nunca, y tampoco lo creerás cuando alguien te lo diga.
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Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain
Tom había descubierto, sin darse cuenta, uno de los principios fundamentales de la humana conducta, a saber: que para hacer que alguien, hombre o muchacho, anhele alguna cosa, sólo es necesario hacerla difícil de conseguir.
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Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain
Entonces se metió la flor por dentro de la camisa, cerca de su corazón o su estómago, porque no estaba fuerte en anatomía.
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Las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain
Tom y Huckleberry corrían y corrían rumbo al pueblo, mudos de terror. Miraban hacia atrás, de cuando en cuando recelosamente como temiendo que los persiguieran. Cada tronco que aparecía por el camino se les figuraba un hombre y un enemigo.
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Los escritos irreverentes de Mark Twain
[...] Pero Dios siempre fue un ser inestable -excepto cuando se hacía propaganda- y sus firmes intenciones quedaron olvidadas. [...]
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Los escritos irreverentes de Mark Twain
La primera vez que la Deidad bajó a la Tierra trajo consigo la vida y la muerte. Cuando vino por segunda vez trajo el mismísimo Infierno.
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Los escritos irreverentes de Mark Twain
[...] El conocimiento se adquiere con mucho esfuerzo. No nos lo meten en la cabeza de balde.
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Los escritos irreverentes de Mark Twain
[...] Las casualidades no existen. Todo lo que sucede, sucede por algún motivo. Las cosas están dispuestas desde el principio de los tiempo, predestinadas desde el principio de los tiempos. [...]
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Los escritos irreverentes de Mark Twain
¡Del humano con el humano es tal la humanidad, que a muchos miles hace llorar! |
Los escritos irreverentes de Mark Twain
TODA ÉPOCA DE LA HISTORIA HUMANA está teñida de sangre, atormentada por el odio y salpicada de crueldad, rasgos que desde los tiempos bíblicos no han conocido límite alguno. Incluso la Iglesia, que de ayer a hoy ha derramado más sangre inocente que todas las guerras políticas juntas, tiene un límite. O algo semejante a un límite. Pero recordad que cuando el Señor Dios de los Cielo y la Tierra, el adorado Padre de los Humanos, va a la guerra, no hay límite alguno. Aquél a quien llaman la Fuente de la Piedad carece absolutamente de piedad. ¡Lo suyo es matar, matar, matar! Matar a todo hombre; bestia, joven o niño. Y también a toda mujer o niña, salvo la que no haya sido desflorada.
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