Los escritos irreverentes de Mark Twain
[...] Pero Dios siempre fue un ser inestable -excepto cuando se hacía propaganda- y sus firmes intenciones quedaron olvidadas. [...]
|
Los escritos irreverentes de Mark Twain
[...] Pero Dios siempre fue un ser inestable -excepto cuando se hacía propaganda- y sus firmes intenciones quedaron olvidadas. [...]
|