Los que amamos leer tenemos un gran problema: continuamente aparecen nuevos libros y todos nos gustan. Visitar una librería o una biblioteca se convierte más en un martirio que en una dicha ¿Qué elegí entre tanto? Así, nuestras estanterías están repletas de lecturas atrasadas ¿Me dará tiempo leer todo lo que tengo pendiente?
Por ello, hay que agradecer a Mario Vargas Llosa el favor que nos ha hecho al leer la inmensa obra de Don Benito Pérez Galdós. Pero no sólo se ha leído todo lo que escribió, sino que, además, nos ha dado su visión particular clara y precisa sobre cada una de las obras y nos ha aconsejado sobre con cuáles nos encontraríamos a gustos y con cuáles no. Todo un acierto. Todo un detalle.
Mario Vargas Llosa tardó más de dieciocho meses en leerse toda la obra literaria del autor, novelas, teatros y episodios, y aún le quedaba algo de su obra periodística cuando publicó este "La mirada quieta". Una tarea ingente que logró gracias al confinamiento obligado por la pandemia.
Mario Vargas Llosa se pregunta al final del libro si Don Benito Pérez Galdós fue un gran escrito. Él mismo se responde que "Lo fue. Pero como todos los escritores, tuvo también caídas, que sin embargo sirven para dar mayor relieve y profundidad a su éxito."
Es decir, que Mario Vargas Llosa considera injusto decir que Benito Pérez Galdós fue un mal escritor. "No sería un genio, pero fue el mejor escritor español del siglo XIX, el más ambicioso y probablemente el primer escritor profesional que tuvo la lengua castellana." Por eso "Benito Pérez Galdós estuvo a la altura del prestigio que ahora lo rodea. Fue, sigue siendo y lo será por mucho tiempo un gran escritor."
Mario Vargas Llosa no escatima elogios hacia el escritor canario, pero considera, también, que fue un escritor desigual. Escribió grandes y admirables novelas; Fortunata y Jacinta, Misericordia, Doña Perfecta, Torquemada en la hoguera, El amigo Manso, etc., pero también escribió obras menos logradas y fallidas. Piensa, el autor peruano, que basta una sola novela para figurar para siempre en la historia de la literatura, y Pérez Galdós escribió varias obras maestras.
Paradójicamente Don Benito Pérez Galdós fue, en su tiempo, un escritor muy querido por el pueblo, como se demuestra en la multitud de personas que acompañaron sus restos, tras su fallecimiento el día 5 de enero de 1920 al cementerio de la Almudena, pero ¿cuántas de esas personas le habían leído? Pero, por otro lado, parece que despertó una gran hostilidad en la clase intelectual de su país. Se vio, sobre todo, con su candidatura al Premio Nobel. Al parecer la Academia Sueca recibió desde España más queja que respaldo a esa candidatura. Nadie es profeta en su tierra.
Vargas Llosa no habla en ningún momento de la injusticia de no otorgárselo. No nos da su opinión ¿Será, que es verdad que no reunía los meritos suficiente para ello?
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