El amor, las mujeres y la vida de Mario Benedetti
Si tu bendita soledad se funde con la mía ya no sabré si soy en vos o vos terminas siéndome. |
El amor, las mujeres y la vida de Mario Benedetti
Si tu bendita soledad se funde con la mía ya no sabré si soy en vos o vos terminas siéndome. |
La tregua de Mario Benedetti
Como la necesito, Dios habia sido mi mas grande carencia pero a ella la necesito mas que a Dios
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Gracias por el fuego de Mario Benedetti
Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor.
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La tregua de Mario Benedetti
“Lunes 24 de febrero. Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resiste a pensar que eso pudiera ser la felicidad. Me resiste con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más.” |
La tregua de Mario Benedetti
Pero una cosa es cierta: no me atrevo a juzgarte. Sé que cuando uno ve las cosas desde fuera, cuando uno no se siente complicado en ellas, es muy fácil proclamar qué es lo malo y qué es lo bueno. Pero cuando uno está metido hasta el pescuezo en el problema (y yo he estado muchas veces así), las cosas cambian, la intensidad es otra, aparecen hondas convicciones, inevitables sacrificios y renunciamientos que pueden parecer inexplicables para el que sólo observa.
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La tregua de Mario Benedetti
Abrí el ropero. Estaba su perfume. Eso que importa. Lo que importa es su ausencia. En algunas ocasiones, no puedo captar los matices que separan la inercia de la desesperación.
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La tregua de Mario Benedetti
A veces me siento desdichada, nada más que de no saber que es lo que estoy echando de menos
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La tregua de Mario Benedetti
...el beso nos resultaba siempre un contacto meramente instantáneo, con poco de sexo y menos aún de ternura, y en cambio mucho de susto, de cortocircuito, de nervio herido.
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Antología poética de Mario Benedetti
vuelvo/quiero creer que wstoy volviendo con mi peor y mi mejor historia conozco este camino de memoria pero igual me sorprendo |
Antología poética de Mario Benedetti
estábamos estamos estaremos juntos a pedazos a ratos a párpados a sueños |
Antología poética de Mario Benedetti
por ejemplo un presidio se llama libertad de modo que si dicen con orgullo aquí el ciudadano vive en libertad significa que tiene diez años de condena |
Antología poética de Mario Benedetti
quien no sabe a esta altura que el dolor es también un ilustre apellido |
Antología poética de Mario Benedetti
y si beso la osadía y el misterio de tus labios no habrá dudas ni resabios te querré más todavía |
Antología poética de Mario Benedetti
y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos en cambio sé que en tus brazos el mundo tiene sentido |
Antología poética de Mario Benedetti
si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos |
Antología poética de Mario Benedetti
tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada te quiero por tu mirada que mira y siembra futuro |
Antología poética de Mario Benedetti
Compañera usted sabe que puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo |
Antología poética de Mario Benedetti
un recuerdo sólidamente fundado fatalmente acaba si no se le renueva es decir es tan frágil que dura para siempre |
Antología poética de Mario Benedetti
hay diez centímetros de silencio entre tus manos y mis manos una frontera de palabras no dichas entre tus labios y mis labios y algo que brilla así de triste entre tus ojos y mis ojos |
Antología poética de Mario Benedetti
después de la alegría viene la soledad después de la plenitud viene la soledad después del amor viene la soledad |
“La beso, a ella la beso, y no soy hipócrita. La beso como podría morderla, y a veces la muerdo, o comérmela y masticarla y digerirla. Porque hay una desesperada necesidad, casi diría una obligación, de marcar al otro, a la otra, aunque sea con los dientes, y aunque alguno de estos sea postizo. Dejar una marca propia es cosa de vida o muerte, o de muerte solamente, porque la intención subterránea es pasar la muerte, es seguir existiendo después del fin. Y a esos efectos tanto sirve la existencia de un hijo como la de una cicatriz. Después de todo, también el hijo es una cicatriz. Buena definición para proponer a la Academia. Hijo: cicatriz de amor.”