La tregua de Mario Benedetti
“Lunes 24 de febrero. Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resiste a pensar que eso pudiera ser la felicidad. Me resiste con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era sólo una tregua. Ahora estoy metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más.” |