La hermana sombra de Lucinda Riley
Y me pregunté si los seres humanos maduraban en algún momento o si la vida no era más que un eterno patio de colegio
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La hermana sombra de Lucinda Riley
Y me pregunté si los seres humanos maduraban en algún momento o si la vida no era más que un eterno patio de colegio
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Las siete hermanas: La historia de Maia de Lucinda Riley
A mi me basta con mis seis obras de arte humanas: mis hijas. Las únicas cosas del mundo que tienen verdadero valor, porque todas sois irreemplazables. Las personas que quieres son irreemplazables, Maia. Nunca lo olvides
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Las siete hermanas: La historia de Maia de Lucinda Riley
Como todo verdadero artista sabe, las reglas están para saltárselas y las barreras para derribarlas. Solo tenemos una vida, mademoiselle, y debemos vivirla como nosotros elijamos.
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Las siete hermanas: La historia de Maia de Lucinda Riley
Estoy convencido de que si una persona nace con el don de la creatividad – comentó Laurent -, es como si su alma fuera un cielo repleto de estrellas fugaces, un planeta que gira constantemente hacia cualquier musa que atrape su imaginación.
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Las siete hermanas: La historia de Maia de Lucinda Riley
Los artistas somos nosotros mismos, nada más, nos desprendemos de nuestro pasado y vivimos solo para el presente. Nos define nuestro arte, no nuestro patrimonio.
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Las siete hermanas: La historia de Maia de Lucinda Riley
Como todo verdadero artista sabe, las reglas están para saltárselas y las barreras para derribarlas. Solo tenemos una vida, mademoiselle, y debemos vivirla como nosotros elijamos
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La hermana perla de Lucinda Riley
- Todo el mundo dice que en Australia puedes crearte una nueva vida. Cuénteme cómo es su país, señora M. "Inmenso... Desgarrador... Extraordinario... Cruel.." |
La hermana perla de Lucinda Riley
Cuando llegué a la playa y experimenté una sensación de libertad que, por desgracia, solo los privilegios podían comprar en aquella zona en concreto, me imaginé que un día inhalaría el mundo en todo su asombroso esplendor y luego lo pintaría en un lienzo para que todos pudieran verlo.
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Las raíces del ángel de Lucinda Riley
Bueno, he visto actuar a David. Sus monólogos son una maravilla. Creo que hay que ser muy inteligente para ser un buen cómico.
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La hermana sol de Lucinda Riley
Ademas, me dije que era muy afortunada por no vivir en una época en la que el color de mi piel hubiera determinado mi futuro y porque, en cierto modo, me había salvado de acabar igual que mi madre.
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La hermana sol de Lucinda Riley
¡Cuántos «famosos» conocidos míos me habían dicho que soñaban desde niños con ser ricos y célebres! Yo solo soñaba con un mundo en el que no me sintiera una intrusa, un mundo al que perteneciera. Porque eso era todo lo que había deseado en realidad.
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La hermana sol de Lucinda Riley
—¿Cómo es que, teniéndolo todo, me siento como si no tuviera nada? —pregunté a las montañas que se alzaban ante mí.
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La hermana sol de Lucinda Riley
Además, ya no podía hacer nada. Pa Ya no estaba aquí —como todas las personas a las que había amado en mi vida— y no me quedaba más remedio que espabilarme. Pa no me hacía ninguna falta, no me hacía falta nadie...
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El secreto de Helena de Lucinda Riley
Mis diez años de diario son una mera instantánea de pequeñas vidas vividas en un basto universo. Pero son nuestras vidas, y para nosotros, nuestros problemas son grandes. Si no lo fueran, dudo que la humanidad siguiera aquí, porque como mi madre tan sabiamente me dijo en una ocasión (y estoy seguro de que Pandora estaría de acuerdo), nos ha sido concedido el don innato de la esperanza.
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El secreto de Helena de Lucinda Riley
-Yo suelo ver la vida como un viaje en tren -siguió de repente mamá. -¿A qué te refieres? -Pues a que las personas vamos viajando hacia el futuro, y en algunos momentos el tren se detiene en una estación bonita, donde se nos permite bajar y pedir una taza de té. En tu caso, Alex, una jarra de cerveza. -se ríe en voz baja-. Y nos quedamos un rato ahí sentados, bebiendo, contemplando las hermosas vistas y sintiéndonos tranquilos y satisfechos. Creo que esos son los momentos que la mayoría de los seres humanos describirían como «felicidad». Pero luego, como es lógico, debemos regresar al tren y seguir nuestro viaje. Sin embargo, esos momentos de pura felicidad no los olvidamos nunca, Alex. Esos momentos son los que nos dan la fuerza para afrontar el futuro: la creencia de que se repetirán. Y lo harán, por supuesto. |
El secreto de Helena de Lucinda Riley
Que existen muchas calses de amor y que este llega en formas diferentes. Se puede ganar, pero no se puede pagar. Se puede dar, pero no se puede comprar. Y cuando llega de verdad, se agarra con fuerza. Es cosa del amor. |
El secreto de Helena de Lucinda Riley
Me pregunto ahora por qué los humanos detestan el mapa de la vida que aparece en sus cuerpos cuando un árbol como este, o un cuadro descolorido, o un edificio abandonado, es admirado por su antigüedad.
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El secreto de Helena de Lucinda Riley
Helena giró el rostro hacia el sol pensando en la familia Chandler; y se preguntó si una persona hacía un pacto con el diablo, si engañaba desde el principio, la vida siempre encontraba la manera de hacerle pagar la deuda. Si así era, aún tenía que pagar la suya...
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El secreto de Helena de Lucinda Riley
...incluso ahora, con su décimo aniversario de boda a la vuelta de la esquina, William tenía a veces la sensación de que no podía llegar a ella. Había en su esposa un aura, una distancia, incluso cuando la tenía desnuda en sus brazos, cuando se tenían todo lo que dos personas podían unirse físicamente, había una parte de ella que no estaba allí.
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El retrato de Dorian Gray