Pecado de Laura Restrepo
El castigo es la otra cara del pecado; su reproducción exacta pero invertida. Por otro lado, placer y pecado son equivalentes. Ergo, ¿placer y castigo son intercambiables
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Pecado de Laura Restrepo
El castigo es la otra cara del pecado; su reproducción exacta pero invertida. Por otro lado, placer y pecado son equivalentes. Ergo, ¿placer y castigo son intercambiables
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Delirio de Laura Restrepo
A Agustina, mi bella Agustina, la envuelve un brillo frío que es la marca de la distancia, la puerta blindada de ese delirio que ni la deja salir ni me permite entrar.
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Delirio de Laura Restrepo
La trastornada razón de mi mujer es un perro que me tira tarascadas pero que al mismo tiempo me envía en sus ladridos un llamado de auxilio que no atino a responder; Agustina es un perro famélico y malherido que quisiera volver a casa y no lo logra, y al minuto siguiente es un perro vagabundo que ni siquiera recuerda que alguna vez tuvo casa.
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Los Divinos de Laura Restrepo
Los callados den señales de vida. No es momento de silencio. Suficiente con el de los muertos.
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Olor a rosas invisibles de Laura Restrepo
Nunca jamás había estado tan desamparado como en ese instante, sintiéndose único habitante del inclemente país del tiempo, víctima solitaria y selecta del correr de los días y las horas, que lo habían molido con sus dientes minúsculos
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Laura Restrepo
Todo era una atrocidad, empezando por el propio nombre, desaparecidos. En vez de secuestrados, o torturados, o asesinados, los bautizaron desaparecidos , como si por sí solos se hubieran esfumado, por culpa de nadie, o quizá por culpa de ellos mismos, de su propia naturaleza volátil. La dictadura primero desaparecía a la gente y después negaba que hubiera desaparecidos, y así desaparecía hasta a los desaparecidos. Como un brutal truco de magia.
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Demasiados héroes de Laura Restrepo
¿En qué parte del mundo podría buscarlo, si en cualquiera podría estar?
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Leopardo al sol de Laura Restrepo
En el aire oscuro del pasadizo se entrecruzan las respiraciones y las maldiciones de los ciento treinta presos que se hacinan en veinte celdas. Ciento treinta pares de pulmones respiran ese mismo rectángulo de oxígeno estancado que de hombre a hombre, de celda a celda, transmite la tisis, la sífilis, la rabia, la demencia.
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Gregorio Samsa es un ...