De los miembros de la familia de demonios araña, quedan la hija, el hermano mayor y el padre. El hermano menor y la madre fueron derrotados en la anterior entrega. Tanjirō e Inosuke empiezan una pelea contra el padre. Sus espadas no logran atravesar la piel del ente demoníaco. Este, por su parte, no siente nada ante los ataques de los jóvenes matademonios. El mayor de los hermanos Kamado sale disparado tras recibir un ataque de su contrincante. El chico con dos Nichirintō se queda solo ante este temible adversario. Los filos de sus espadas no le causan ni un rasguño al demonio. Sin embargo, el espadachín que usa la respiración del jabalí logra cortarle un brazo a su rival tras varios intentos fallidos. Es su única victoria. Recibe severos golpes que se suman a heridas anteriores. Sus Nichirintō se rompen. El enemigo, al haberle afectado uno de los ataques de Inosuke, se transforma. Gana tamaño y fuerza. Por primera vez, este cazademonios huye de un enfrentamiento. Sabe que no va a ganar. Antes de ser derrotado, aparece Giyu y vence sin problemas al padre.
Tanjirō aterriza en una zona del bosque alejada del río donde se estaba desarrollando el combate entre Inosuke y el padre araña. En esta parte del monte Natagumo, se hallan el hermano mayor y la hermana de la familia de demonios araña. Él cree que estos rivales son más débiles que el ente demoníaco de antes, ya que considera que es una de las doce lunas demoníacas. Durante la batalla, se revela que el ser oscuro que posee este rango es el hermano mayor. Dicho personaje pelea contra los Kamado. Se llama Rui. Su técnica, igual que el resto de su familia ficticia, se basa en tejer telas de araña. Tanjirō prueba varias de las técnicas que su maestro le enseñó. Ninguna funciona. El cansancio va apareciendo en él. Aún así, su espíritu combativo sigue intacto. No deja de analizar el combate en busca de un hueco desde donde atacar. Conforme cree que va ganando terreno, el demonio va ejecutando golpes más devastadores. En un momento dado, está a punto de matar al chico.
Nezuko protege a su hermano recibiendo serios cortes en todo el cuerpo. Sangra mucho. Al ver el lazo que une a los hermanos Kamado y que ella es una demonio, decide secuestrarla para que sea su hermana falsa. Ninguno de los dos Kamado está dispuesto a renunciar a su relación. Los dos combaten contra la luna demoníaca. Este posee en su ojo izquierdo el número cinco. Atrapa a Nezuko. Tanjirō está fatigado. Cree que va a morir y piensa en su padre. Por primera vez vemos cómo era. Se le representa como una versión adulta de su hijo. En el recuerdo descubrimos que los pendientes que el joven ha heredado pertenecen a la familia desde hace generaciones. A su vez, existe una tradición que se ha traspasado de padres a hijos. La danza del dios del fuego. Esta, igual que los estilos de lucha de los cazademonios, se basa en la respiración. Cuanto mejor sea, menor es el cansancio del usuario. Los dos hermanos, en un último intento por sobrevivir, lanzan ataques ígneos basados en el baile que su padre practicaba. Dicha danza ha pertenecido a la familia Kamado durante generaciones. El Tanjirō imita el baile que le enseñó su padre y la chica demoníaca ejecuta un kekkijutsu: sangre explosiva. Esta técnica consiste en impregnar los hilos del demonio araña con la sangre de Nezuko para después hacerlas explotar. Paralelamente, su hermano le lanza una estocada a Rui con su espada ya rota e impregnada de la sangre de su hermana que explota al tocar al demonio.
Giyu aparece y acaba con la luna demoníaca. Por su parte, el otro Pilar, Shinobu Kochō, vence al demonio araña que quedaba. Este personaje se presenta como una muchacha afable que no exterioriza odio en su mirada. Posee la respiración del insecto. Este estilo de lucha le permite envenenar a los entes diabólicos con glicina sin tener que cortarles la cabeza. Según cuenta ella, es la única con esta habilidad. Al finalizar el combate contra Rui, aparece ante los hermanos Kamado y Giyu.
Los capítulos incluidos en este volumen reflejan que por mucho que entrenen los personajes siempre van a encontrar rivales más fuertes que ellos. Se ve en acción por primera vez a una luna demoníaca, se desvela una migaja del padre de los Kamado y las Nichirintō de Inosuke y Tanjiro se rompen. Estas espadas lo representan todo para ellos. Al partirse, se han dado cuenta del abismo que los separa de otros contrincantes y de compañeros de rango superior. Aún les queda mucho camino por recorrer.
Lee la reseña completa en: https://elbohemiodehojalata.wordpress.com/
Enlace:
https://elbohemiodehojalata...