La importancia de la novela de Karl Ove Knausgård
La novela, en mi opinión, es importante justo porque da voz a algo que no la tiene, a algo que de otro modo no podría hacerse oír.
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La importancia de la novela de Karl Ove Knausgård
La novela, en mi opinión, es importante justo porque da voz a algo que no la tiene, a algo que de otro modo no podría hacerse oír.
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La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
Lo que yo percibía de las habitaciones era lo muerto, lo que se me resistía, y no como la muerte en el sentido de vida que se interrumpe, sino como ausencia, de la misma manera que la vida está ausente de una piedra, un vaso de agua, un libro.
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La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
Una relación se mueve en olas. Hay que aprender a no actuar cuando uno se encuentra en las del fondo.
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La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
Malgasté la veintena y la treintena en aceptar mi cuerpo. Todo lo que acepté entonces había cambiado, así que ahora tendría que empezar de nuevo.
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La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
La vida no era nunca el problema, sino la manera de considerarla. Al menos si se trataba de una vida sin hambre, penurias o violencia.
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La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
Las personas desaparecían dentro de sus vidas y sus conflictos, y perdían la perspectiva, no sólo de dónde estaban, sino también de quiénes eran, quienes habían sido o podían ser.
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La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
El mundo y la realidad no son la misma cosa, el mundo es una realidad física en la que vivimos, mientras que la realidad también es todo lo que sabemos, pensamos y sentimos sobre él. Lo que pasa es que resulta imposible distinguir entre los dos. En un pasado, el reino de los muertos pertenecía a la realidad. Pero nunca ha sido parte del mundo.
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La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
La estrella seguía brillando al norte incluso ahora, por la mañana, cuando el sol ya había salido. Entonces tenía que ser potente. O encontrarse cerca. Una estrella de la mañana. Yo soy la estrella resplandeciente de la mañana, dijo Jesús. Pero en Isaías la estrella de la mañana era el Diablo. |
La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
Mi padre también decía que las moscas eran los muertos. Que por eso había tantas, y se mantenían tan cerca de nosotros y de nuestras casas. Eran almas muertas. Nunca supe si lo decía de verdad o no. Pero desde la primera vez que lo oí, no podía ver una mosca sin pensar en ello.
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La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
Todo el mundo habrá sentido el anhelo de libertad una o varias veces en la vida. El anhelo de libertad es como un muelle, se comprime cada vez más hasta llegar a un punto en el que las fuerzas enrolladas se liberan y el muelle se suelta. (...) Pero no sólo la necesidad de libertad cambia a través de la vida, también cambia la percepción de lo que es la libertad.
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La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
Porque los seres humanos no son más que una forma entre otras formas, expresadas una y otra vez por el mundo, no solo en lo que vive, sino también en lo que no vive, dibujado en arena, piedra y agua. Y la muerte, que yo siempre había considerado la magnitud más importante de la vida, oscura, atrayente, no era más que una tubería que revienta, una rama que se rompe con el viento, una chaqueta que cae de la percha al suelo. Pág. 499 |
La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
Pero mi padre ya no respiraba. Eso era lo que le había pasado, se había roto su relación con el aire, ahora solo lo presionaba como a cualquier cosa, un tronco, un bidón de gasolina, un sofá. Él ya no se metía en el aire, porque eso es lo que hace uno al respirar, uno se vuelve a enganchar, una y otra vez se engancha uno al mundo. Pág. 399 |
La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
No todos los ritos son ceremoniales, no todos los ritos están claramente delimitados, algunos se forman en medio de lo cotidiano, y solo se dejan reconocer mediante ese peso y carga que de repente adquiere lo que suele ser usual. Pág. 306 |
La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
La sensación de que el futuro no existe, que solo es un poco más de lo mismo, significa que cualquier utopía queda sin sentido. La literatura siempre ha estado emparentada con lo utópico, de modo que cuando lo utópico pierde su sentido, también lo pierde la literatura. Pág. 254 |
La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
Pero lo de entender mucho siempre ha estado relacionado con el entendimiento de los límites de la comprensión, el reconocimiento de que el mundo fuera de esos límites, de todo lo que uno no entiende, no sólo existe, sino que además siempre es más grande que el mundo de dentro. Pág. 252 |
La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
Había nacido como un ideal de bachiller, que partía de la idea de que la noche estaba de una u otra forma relacionada con la libertad. No en sí, sino en su contraste con la realidad cotidiana de nueve a cuatro, que yo y algunos más considerábamos burguesa y conformista. Queríamos ser libres, ergo estábamos levantados por la noche. El que siguiera con eso tenía menos que ver con la libertad que con la necesidad de estar solo. Pág. 240 |
La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
La nostalgia no solo es desvergonzada, también es traicionera. ¿Qué provecho puede sacar un joven de veinte años de la añoranza de su propia infancia? ¿De su propia adolescencia? Parece una enfermedad. Pág. 233 |
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La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
Lo caótico y lo impredecible representaban a la vez la condición de la vida y su caducidad, la primera es imposible sin la otra, y aunque casi todos los esfuerzos que realizamos estén encaminados a mantenerlas a distancia, bastará con la resignación de un breve instante para querer vivir en su luz, y no en su sombra como ahora. Lo caótico es una especie de fuerza de gravedad, y el ritmo que uno puede intuir en la historia, del crecimiento de las civilizaciones y del colapso de las mismas, tal vez sea ocasionado por ella. Lo extraño es que los extremos se parezcan, al menos en un sentido, porque tanto en lo suntuosamente caótico como en lo severamente regulado y dividido, el vivo no es nada, la vida lo es todo. Pág. 223 |
La muerte del padre de Karl Ove Knausgård
Escribir es sacar de las sombras lo que sabemos. De eso trata escribir. No de lo que ocurre allí, no de qué clase de actos se realizan allí, sino de allí, en sí. Allí, ése es el lugar y la meta de la acción de escribir. Pág. 221 |
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