La estrella de la mañana de Karl Ove Knausgård
La estrella seguía brillando al norte incluso ahora, por la mañana, cuando el sol ya había salido. Entonces tenía que ser potente. O encontrarse cerca. Una estrella de la mañana. Yo soy la estrella resplandeciente de la mañana, dijo Jesús. Pero en Isaías la estrella de la mañana era el Diablo. |