De ratones y hombres de John Steinbeck
Los caballos en descanso mordisqueaban las restantes hojas de heno, y golpeaban los cascos y mordían la madera del pesebre y hacían sonar las cadenas de los ronzales. El sol de la tarde penetraba por las grietas de las paredes del granero y yacía en brillantes paralelas sobre el heno. Había en el aire un zumbido de moscas, el perezoso susurro de la tarde.
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