De ratones y hombres

“De ratones y hombres” es la historia de una amistad fraguada entre dos hombres a base de penurias compartidas y un sueño en común: el de alcanzar juntos una vida mejor. Un argumento sencillo para una obra con un gran componente humano y que constituye como es habitual en su autor una profunda crítica social retratando las miserias de la vida de los jornaleros del campo en la America de la Gran Depresión.

George y Lennie, recorren juntos los caminos de California en busca de trabajo como braceros en los ranchos. Ambos sueñan con ahorrar para conseguir una finca en propiedad y montar en ella una granja de conejos. George es un hombre pequeño, inteligente y luchador, Lennie es un hombretón con una enorme fuerza bruta pero también con un déficit intelectual que le lleva a comportarse con la ingenuidad de un niño y que adora acariciar los objetos suaves. Mientras George tiene una gran habilidad para buscarse la vida, Lennie es incapaz de sobrevivir sin la ayuda de alguien y que continuamente comete errores que le acarrean multitud de problemas. Y George, aunque cansado de sufrir las consecuencias de los actos de Lennie y sabiendo que se trata de un ser indefenso y sin maldad, una y otra vez se compadece de él y le perdona sus equivocaciones.

Una novela corta, narrada en un lenguaje sencillo y directo, sobre la que sobrevuela un continuo halo de lo que parece será una tragedia insalvable. Un relato que habla de gentes desarrapadas y sin fortuna, que luchan y se unen para intentar escapar de su inevitable destino pero que también enarbola valores tan necesarios en la adversidad como son la amistad, la compasión y la lealtad. Una obra maravillosa y aunque cruda, conmovedora y muy humana.

Este libro me lo hicieron leer en inglés en el instituto y no me enteré de nada. le cogí manía y nunca se me hubiera ocurrido leerlo si no fuera porque el año pasado descubrí a Steinbeck con Las uvas de la ira y me fascinó. Me enamoré de su escritura y ahora ya quiero leerlo todo. Y cuánto me alegro de haberlo hecho.

De nuevo nos encontramos ante una crítica social sobre la situación deplorable que vivieron los campesinos californianos durante la Gran Depresión. El autor parte de su propia experiencia para denunciar el abuso de los terratenientes y la explotación de sus trabajadores. Y, aunque gire alrededor de la misma temática que Las uvas de la ira y la grandeza de esta podría eclipsarla, en su brevedad encontramos la riqueza.

En pocas páginas y a través de una trama aparentemente muy sencilla, consigue un relato de gran complejidad, que lleva al lector a reflexionar en profundidad.

George y Lennie forman una pareja inseparable en busca de un lugar donde poder trabajar para ganar dinero y así poder hacer realidad sus sueños. Dos personajes antagónicos. George, pequeño y astuto. Lennie, grande y fuerte pero indefenso. La crudeza, la violencia y la desigualdad que les rodean contrastan con la ternura y sensibilidad que transmiten los dos. Dos hombres que se tienen el uno al otro y todo y así transmiten soledad.

El machismo y la discriminación por racismo, pobreza o discapacidad mental y la búsqueda del sueño americano con la consecuente pérdida de las ilusiones, sustentarán el relato, pero no se quedará aquí sino que supondrá además una oda a la amistad y la lealtad en un mundo dominado por los hombres en el que ni la camaradería existe.

A través de maravillosos diálogos como si de una obra teatral se tratara, con un estilo directo y conciso, y unas descripciones breves pero muy visuales, consigue trasladar al lector a esa ambientación sureña excelentemente lograda, para transmitir una sensación continuada de inquietud hacia un temido desenlace que no deja de sorprender y hace de esta pequeña joya una obra redonda.

Una obra con gran carga emocional y un trasfondo moral que nos muestra las debilidades y las fortalezas de los seres humanos y las pone en tela de juicio. Una novela en la que el autor nos vuelve a mostrar gran maestría.

Conocí este libro cuando me enganché viendo Lost. Sawyer era un hábido lector y en un episodio citó una frase de este libro y dijo que era su favorito. La manía de Lost hizo que me dieran ganas de leer todos los libros que se mencionan, aparecen, hay referencias e inspiraron la serie.
Y qué decir de Of mice and men... que capaz debería llamarse "For the rabbits", aunque el título que tiene le pega igual. No pensé que iba a terminar llorando al acabarlo pero es lo que estoy haciendo mientras tipeo esta seudo reseña. Me pareció un relato tan triste de sueños rotos. Me encantó cómo Steinbeck nos pinta al dúo protagónico y el estilo de vida de estos hombres que iban de rancho en rancho buscando trabajo
También me coparon sus descripciones, le pone mucha onda a ubicarte en el lugar, todos los capítulos comenzaban describiendo con lujo de detalles la escena que rodeaba lo que iba a pasar.
Tal como nos cuenta la sinopsis tenemos dos protagonistas, George y Lennie. Son amigos y viajan juntos de acá para allá. Tienen el sueño de juntar suficiente dinero para conseguir un terreno propio y trabajarlo ellos mismos, tener un par de animales y sobre todo algunos conejos. Porque a Lennie le gustan los animalitos, sobre todo los que son suaves. Y si se porta bien y hace todo lo que George le dice le va dejar que los atienda y los acaricie.
Pero Lennie es un tipo grandote y fuerte, aunque tiene la mentalidad de un niño y no es consciente de su fuerza. Así que cada tanto se manda mocos sin querer que los obliga a irse a buscar trabajo a otro lado. Cuando caen a un nuevo rancho están decididos a trabajar tranquilamente y juntar la plata para conseguir su propia tierra. Pero el hijo del patrón tiene una esposa que se la pasa merodeando la zona en la que duermen o trabajan los empleados, y Lennie queda medio hipnotizado con la chica. Y aunque George le advierta que se mantenga alejado de ella para no tener problemas, las cosas no siempre salen como uno espera.

Estamos ante un gran libro si la cantidad de sus páginas es inversamente proporcional a la profundidad de sus personajes, a la calidad de su relato o al poso que te deja su lectura. Y es que, con apenas 160 páginas, Steinbeck consigue en de ratones y hombres dejar una huella difícil de borrar.

De ratones y hombres fue publicada en 1937. Siendo una de las obras más importantes del autor así como de la literatura estadounidense, las vivencias del autor tienen un gran impacto en su concepción y escritura. No obstante, como toda gran obra, no está exenta de polémica. Su lenguaje vulgar y ofensivo muchas veces la han colocado en el punto de mira. ¿Pero es esto justo? Considero que un lenguaje ofensivo en una novela si está justificado y acorde, debe existir, porque ignorarlo sería ocultar una realidad. El lector es o debe ser lo suficientemente inteligente para discernir entre relato y realidad.

La presente novela nos habla de la historia de George y Lennie, dos trabajadores de rancho errantes. La inocencia, el no entender la vida, el no encajar en sociedad de Lennie les traerá consecuencias que marcarán el destino de todos ellos.

Racismo, marginación, machismo, salud mental, amistad; son algunos de los temas que subyacen en esta pequeñísima novela y, con muy pocas palabras, en todos ellos alcanza una profundidad que hará al lector reflexionar sobre todos estos puntos.

No puedo terminar sin animaros a leer esta historia. Es magistral lo que hace Steinbeck en tan pocas páginas. Una historia para leer en una tarde y que os arañará el corazón.

En ocasiones encontramos historias pequeñas, delicadas o no tanto, sutiles o quizá rudas, pero ciertamente inolvidables. “De ratones y hombres”, de John Steinbeck, es una de ellas.

Una historia que se lee al trago y te va quemando el gaznate en el proceso para finalmente dejarte un regusto amargo con algún toque dulce, que te deja satisfecha, con buen sabor de boca final, a pesar del mal rato.

Y es que a veces lo más puro, lo más real, lo más sincero, llega de la mano de la peor de las situaciones, de la desesperación, del callejón sin salida.

Para mí Steinbeck siempre ha sido lugar seguro, su capacidad para analizar situaciones, para transmitir lo que siente cada personaje con tan solo un gesto o una imagen, para decirte tanto con tan poco… me parece fascinante. Vives y sientes con sus personajes, hueles, tocas, ves y, en el caso de esta obra, también sufres, te maravillas y enterneces, pero sufres.

¿Que probablemente no sea la mejor de sus obras? Puede ser, pero si en algo hemos coincidido en el #vecindarioliterario (esta fue la lectura de mayo) es que tiene algo que te llega dentro, que destila humanidad, en un ambiente salvaje, pero humanidad al fin y al cabo, como una flor que crece entre la basura.

George y Lennie no son fácilmente olvidables, ni sus proyectos, ni su amistad, ni su amor. Personajes vulnerables que se protegen el uno al otro hasta el final, que van de la mano a pesar de todo y contra todos, que ponen su amistad por encima de cualquier otra cosa, no siempre de forma ortodoxa, pero sí sincera y desde el corazón.

Creo que es un libro muy recomendable y una puerta de entrada a tener en cuenta para iniciarse en la obra de este autor, en mi opinión, tan sobresaliente.