De ratones y hombres de John Steinbeck
Como a veces ocurre, en un momento dado, el tiempo se detuvo y ese momento duró más que cualquier otro. Y el sonido se detuvo, y el momento se detuvo durante mucho tiempo, mucho más tiempo que un momento. Luego, gradualmente, despertó otra vez el tiempo y prosiguió perezosamente su marcha. |