La búsqueda del absoluto de Honoré de Balzac
La sociedad se contenta con muecas, se conforma con lo que da, sin comprobar su valor; el dolor auténtico es para ella un espectáculo, una suerte de goce, que le dispone a perdonarlo todo, incluso a un criminal; en su avidez de emociones, absuelve sin discernimiento tanto a quien le hace reír como a quien le hace llorar, sin pedirles cuentas de los medios.
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