Tormenta de espadas de George R.R. Martin
—Te escondes detrás de la cortesía como si fuera la muralla de un castillo. —La cortesía es la armadura de una dama. |
Tormenta de espadas de George R.R. Martin
—Te escondes detrás de la cortesía como si fuera la muralla de un castillo. —La cortesía es la armadura de una dama. |
Tormenta de espadas de George R.R. Martin
—Mi reina —respondió el hombretón con voz pausado—, todo lo que decís es verdad. Pero, en el Tridente, Rhaegar perdió. Perdió la batalla, perdió la guerra, perdió el reino y perdió la vida. Las aguas del río se llevaron su sangre, junto con los rubíes de su coraza. Robert el Usurpador cabalgó sobre su cadáver y robó el Trono de Hierro. Rhaegar luchó con valentía; Rhaegar luchó con nobleza. Y Rhaegar murió.
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Tormenta de espadas de George R.R. Martin
—Mejor mendiga que esclava —dijo Arstan. —Solo habla así quien no ha sido ni una cosa ni la otra —Dany estaba roja de cólera—. ¿Sabéis lo que se siente cuando lo venden a uno, escudero? Yo sí. Mi hermano me vendió a Khal Drogo a cambio de una promesa de una corona de oro. Sí, Drogo lo coronó con oro, aunque no tal como él habría querido, y yo… Mi sol y estrellas me convirtió en una reina, pero si no hubiera sido él como era, todo habría sido muy diferente… ¿Creéis que he olvidado lo que es sentir miedo? |
Tormenta de espadas de George R.R. Martin
Ya no era una novia inocente con la cabeza llena de sueños. Era viuda, traidora, madre doliente y sabia; había vivido mucho.
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Tormenta de espadas de George R.R. Martin
—Un soplo de viento del este, tan suave y fragrante como los dedos de Cercei, le revolvió el cabello enmarañado. Oía el canto de los pájaros y veía el río que fluía bajo la nave, mientras el impulso de los remos los llevaba hacia la pálida aurora rosada. Después de tanto tiempo en la oscuridad, el mundo era tan hermoso que Jaime Lannister se sintió mareado.
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Los viajes de Tuf de George R.R. Martin
La historia ha confirmado la triste verdad de que las masas irracionales siempre se han alineado detrás del poderoso y no del sabio.
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Choque de reyes de George R.R. Martin
Durante un largo rato no se oyó más sonido que el del viento, el agua y el crujir de las ramas y las hojas. Y entonces, lejos, muy lejos, más allá del bosque de dioses, de las torres hechizadas y de las inmensas murallas de piedra de Harrenhal, en algún lugar del mundo exterior, sonó el aullido largo y solitario de un lobo. A Arya se le puso la carne de gallina, y se sintió momentáneamente mareada. Y entonces, muy tenue, le pareció oír la voz de su padre. —Cuando cae la nieve y sopla el viento blanco, el lobo solitario muere, pero la manada sobrevive —dijo. |
Choque de reyes de George R.R. Martin
—Matarreyes —pronunció él con deleite—. ¡Y menudo era el rey que maté! —Alzó la copa—. Por Aerys Targaryen, el segundo de su nombre, señor de los Siete Reinos y «protector» del reino. Y por la espada que le abrió la garganta. Una espada dorada, por cierto, hasta que su sangre tiñó de rojo la hoja. Esos son los colores de los Lannister: el rojo y el oro.
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Choque de reyes de George R.R. Martin
—¿No veis lo gracioso que es esto, lord Varys? —Tryrion hizo un gesto en dirección a las ventanas cerradas, a la ciudad durmiente—. Bastión de Tormentas ha caído, y Stannis se acerca con fuego, acero y solo los dioses saben qué poderes misteriosos; el pueblo no tiene a Jamie para que lo proteja, ni a Robert, ni a Renly, ni a Rhaegar, ni a su querido Caballero de las Flores. Solo a mí, al que odia —Se echó a reír de nuevo—. El enano, el consejero malvado, el mono deforme, el demonio… Yo soy todo lo que se interpone entre el caos y ellos.
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Choque de reyes de George R.R. Martin
—Yo no soy Viserys. —No —reconoció él—. En vos hay más Rhaegar, pero hasta Rhaegar podía morir. Robert lo demostró en el Tridente, y no le hizo falta más que un martillo de guerra. Hasta los dragones mueren. —Hasta los dragones mueren —se puso de puntillas para depositar un ligero beso en la mejilla sin afeitar del caballero—. Pero también los asesinos de dragones. |
Choque de reyes de George R.R. Martin
—Tened cuidado —dijo la mujer de la máscara de laca roja. —¿De quien? —De todos. Vendrán día y noche a contemplar las maravillas que han nacido de nuevo en el mundo, y cuando las vean, las desearán. Porque los dragones son fuego hecho carne, y el fuego es poder. |
Choque de reyes de George R.R. Martin
—(…)Hay quien dice que el conocimiento es poder. Hay quien dice que el poder deriva de los dioses. Otros dicen que el poder lo da la ley. Pero aquel día, en los peldaños del Septo de Baelor, nuestro piadoso septón supremo, la legítima reina regente y vuestro seguro servidor, con todos sus conocimientos, estuvieron tan impotentes como cualquier zapatero remendón de la multitud.¿ Quién mató en realidad a Eddard Stark? ¿Vos qué pensáis? ¿Joffrey, quien dio la orden? ¿Ser Ilyn Payne, que blandió la espada? ¿O bien… otra persona?
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Fuego y Sangre de George R.R. Martin
Los Targaryen no eran, ni con mucho, los señores dragón más poderosos, y sus rivales interpretaron su huida a Rocadragón como una rendición, un acto de cobardía. Pero Daenys, la hija doncella de lord Aenar, a la que siempre se conocería a partir de entonces como Daenys la Soñadora, había tenido una visión en la que Valyria era pasto de las llamas. Y doce años después, cuando llegó la Maldición, no sobrevivieron más señores dragón que los Targaryen.
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Danza de dragones de George R.R. Martin
Nunca temas la oscuridad. Los árboles más fuertes crecen en los lugares más oscuros. La oscuridad será tu capa, tu escudo, tu leche materna. La oscuridad te hará fuerte.
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Festín de cuervos de George R.R. Martin
Lo que está muerto no puede morir, sino que se alza de nuevo, más duro, más fuerte.
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Tormenta de espadas de George R.R. Martin
La próxima vez que me pegues, te ataré las manos a la espalda-le dijo-. La próxima vez que intentes escapar, te ataré los pies. Chilla, grita o vuelve a morderme, y te pongo una mordaza. Podemos montar los dos, o puedo llevarte tirada a la grupa del caballo como una cerda para el matadero. Tú eliges.
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Choque de reyes de George R.R. Martin
Si le cortas la lengua a un hombre no demuestras que estuviera mintiendo, demuestras que no quieres que el mundo oiga lo que pueda decir.
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Canción de Hielo y Fuego: 1. Juego de Tronos de George R.R. Martin
Déjame darte un consejo, bastardo. Nunca olvides lo que eres, el resto del mundo no lo hará. Llévalo como una armadura y nunca lo usarán para herirte.
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Canción de Hielo y Fuego: 1. Juego de Tronos de George R.R. Martin
Déjame darte un consejo, bastardo. Nunca olvides lo que eres, el resto del mundo no lo hará. Llévalo como una armadura y nunca lo usarán para herirte.
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Fuego y Sangre de George R.R. Martin
Aegon II, de veintidós años, era veloz en la cólera y lento en el perdón. La negativa de Rhaenyra a aceptar su reinado lo enfureció. «Le ofrecí una paz honrosa y la muy puta me ha escupido a la cara —declaró—. Lo que pase después será culpa suya.» Lo que pasó después fue la guerra. |
¿En qué año se publica el primer tomo de esta saga?