Tormenta de espadas de George R.R. Martin
La próxima vez que me pegues, te ataré las manos a la espalda-le dijo-. La próxima vez que intentes escapar, te ataré los pies. Chilla, grita o vuelve a morderme, y te pongo una mordaza. Podemos montar los dos, o puedo llevarte tirada a la grupa del caballo como una cerda para el matadero. Tú eliges.
|