Mi isla de Elísabet Benavent
Aprecié el silencio y aprendí a escucharme. Me di cuenta de que cuando una está bien sola, lo demás da igual.
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Mi isla de Elísabet Benavent
Aprecié el silencio y aprendí a escucharme. Me di cuenta de que cuando una está bien sola, lo demás da igual.
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Mi isla de Elísabet Benavent
Si algo he aprendido con los años es que si uno no persona sus propios errores está condenado a repetirlos.
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Mi isla de Elísabet Benavent
No es coincidencia... La isla ha sido siempre la clave, el único lugar donde nacen las cosas que me hacen feliz.
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Elísabet Benavent
"Las páginas de una novela son un buen lugar donde refugiarse y hacer amigos que, aunque desaparecerán cuando la cierres, siempre quedan un poco en ti".
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La magia de ser Sofía de Elísabet Benavent
Cuenta una leyenda oriental que nacemos con un hilo rojo atado a uno de nuestros dedos y en cuyo otro extremo se encuentra la persona con la que estamos destinados a compartir la vida. Este hilo no desaparece y no le afecta el tiempo ni la distancia. Da igual si el hilo se enreda un poco y tardas en conocer a esa persona porque puede estirarse, es paciente y no se rompe. Te acompaña desde tu nacimiento a lo largo de toda la vida e irremediablemente te lleva a tu destino.
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Los abrazos lentos de Elísabet Benavent
Hay que desaprender la expresión "no puedo", porque si no quiero, no quiero, y si quiero, puedo.
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Un cuento perfecto de Elísabet Benavent
conocí a margo y David hace varios meses ,había leído varios comentarios sobre el y decían que te rompía el corazón y te hacia lloran y hoy después de varios meses puedo decir que es verdad sufrí muchísimo ,llore por Margot ,llore por David ,llore por las circunstancias ,llore por que fueran felices ,pero no todo es tristeza en este libro porque esta lleno de amor ,de enseñanzas de lo frágil y efímera que es la vida ,que el dinero no le da felicidad al que lo tiene ,pero el que no lo tiene lo sufre Estos dos personajes son muy diferente y tiene un mundo interno que te vuelve loca ,son empoderados ,temerosos ,radicales pero sobre todo seres cambiantes ,ame este libro con todo y lagrimas ,es hermoso y me hace querer viajar y visitar todos los lugares en los que ellos dos estuvieron . |
Alguien como yo de Elísabet Benavent
No somos mitades de naranja que caminan por el mundo tratando de encontrar a nuestra única alma gemela. No. Podemos enamorarnos mil veces, equivocarnos, rompernos, volver a empezar. No hay una única persona para nosotros. Podermos ser felices de muchas maneras, incluso solas..., a veces se nos olvida.
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Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
no estamos condenados por quiénes éramos cuando erramos. Somos mucho más que los aciertos y las equivocaciones que cargamos. Sin importar qué fuimos, somos y en el futuro seremos. Total, aceptémoslo, de lo único que estamos seguros de ser algún día es pasado. Seremos recuerdos de otros. Pintémoslos de colores, de modo que no nos olviden y que el amor nos sobreviva.
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Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
Enamorarse de nuevo es complicado. Es duro también. Asusta muchísimo. Y cuando has crecido y madurado lo suficiente como para entenderlo, más aún. Creo que por eso lo he llevado tan en secreto. Un par de amigas aquí lo supieron casi desde el principio, desde que empezó, claro. Fue difícil esconder las mejillas sonrojadas cada vez que llegaba un mensaje, las prisas por salir algunos viernes y esos fines de semana en los que no estaba disponible para ningún plan que me propusieran. Al final, a la fuerza, tuve que decirlo en voz alta: —Me he enamorado. |
Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
Querer a alguien es aprender a no esperar que llene todos tus vacíos; que comparta su camino, que lo haga coincidir con el tuyo, es lo realmente valioso.
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Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
SIEMPRE estamos a tiempo de echar abajo algo que creímos importante en el pasado y sustituirlo por algo que nos haga mejores. Y felices.
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Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
Si es bueno, no te ata. Si es para ti, quiere verte volar. Y si te quieres a ti misma, también. No tomes nunca decisiones por terceros. La vida es tuya y eres la única persona a la que debes dar cuenta de tus juicios.
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Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
el ser humano nace para amar; la forma en que lo haga no puede ser motivo de juicio.
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Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
Lloraba por las veces que me había sentido inútil, cuando todos estamos aquí para probar, fallar, aprender y acertar.
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Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
nadie, sea quien sea, esté lo enfadado que esté, hayas hecho lo que hayas hecho, tiene derecho a empujarte, sacarte de tu casa, vejarte y tirarte al suelo como a un perro. Y da igual cuánto llore después, lo arrepentido que esté y todas las excusas que su lengua consiga conjugar. El monstruo, una vez da la faz, no puede seguir a tu lado, aunque no vuelva a salir de su guarida jamás. El hecho de que exista es más que suficiente.
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Seremos recuerdos de Elísabet Benavent
muchas personas llevan un monstruo dentro, tan dentro que pueden pasar años escondiéndolo.
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Gregorio Samsa es un ...