Lo mucho que te amé de Eduardo Sacheri
la madurez es precisamente sustraernos a la inmediatez de los deseos y la dictadura de los impulsos, pero entonces me temo que nunca seré una mujer madura.
|
Lo mucho que te amé de Eduardo Sacheri
la madurez es precisamente sustraernos a la inmediatez de los deseos y la dictadura de los impulsos, pero entonces me temo que nunca seré una mujer madura.
|
Lo mucho que te amé de Eduardo Sacheri
en el centro del secreto, soy libre de vivir todas estas cosas que siento juntas. En el fondo es eso. Una cuestión de libertad.
|
Lo mucho que te amé de Eduardo Sacheri
¿Qué quedará, en mí, dentro de medio siglo, de los deseos, los temores, los enojos, las esperanzas que cruzaban mi vida en las fotografías de este verano? Probablemente poco. Probablemente nada.
|
Lo mucho que te amé de Eduardo Sacheri
imaginando mi vida de casada como un laberinto en cuyo centro, guarecidas como un tesoro, están la mediocridad y la estulticia. A veces me gustaría ser como Rosa. Pensar menos. Dudar menos. Sufrir menos
|
|
Lo mucho que te amé de Eduardo Sacheri
El problema con nuestra cabeza es ese. Basta con que le indiquemos que no haga algo para que empiece a hacerlo machacona, incansablemente.
|
Lo raro empezó después de Eduardo Sacheri
página 152, el hincha Tagliaferro promete hasta lo que no tiene y no puede con tal de que su equipo gane…prometió hasta dejar de fumar a las cuatro de la tarde y para siempre. Temeroso de que los hados lo consideraran débil de espíritu, agregó la promesa de una dieta estricta que lo llevara treinta y cinco kilos abajo de su peso actual en un plazo máximo de tres meses. Mientras encendía la radio para ir ganando tiempo, y mientras volaba a la altura de Morón, las promesas se iban acumulando sobre sus espaldas. Prometió volver a misa todos los domingos. Prometió no volver a madrugarle un pasajero a ningún colega por un plazo de seis meses que luego extendió a dos años. Prometió dejar de construir fantasías eróticas con la peluquera de la vuelta. Prometió regalarle flores a la Clarisa todos los viernes hasta que la muerte los separase. Estuvo a punto de prometer que no iba a joderlos más a los nietos para hacerlos de Platense, pero se contuvo a tiempo porque Dios no podía pedirle sacrificio semejante y porque que ya había acumulado suficientes méritos con las promesas anteriores.
+ Leer más |
La noche de la Usina de Eduardo Sacheri
Que el ser humano es un estupido. Si las cosas no salen como uno espera se pone mal porque las cosas no salen. Y si las cosas si salen como uno espera, tambien se pone mal, porque le da miedo que en cualquier momento se tuerzan.
|
La noche de la Usina de Eduardo Sacheri
Manzi no deja traslucir ninguna emoción, eso si lo sabe hacer. Escuchar imbecilidades sin inmutarse
|
La noche de la Usina de Eduardo Sacheri
Lo que pasa es que los pueblos son asi. Es mucho mas divertido construir historias y mentiras que saber la verdad. El tiempo se pasa mas entretenido
|
El secreto de sus ojos de Eduardo Sacheri
que el asunto lo había pensado un montón de veces— supongamos que lo mato. ¿Gano algo? ¿Arreglo algo? —Supongo que por lo menos toma una venganza — hablé por fin. ¿Qué haría yo en sus zapatos? Sinceramente no lo sabía, pero no lo sabía, fundamentalmente, porque por ninguna mujer yo había sentido lo que sentía Ricardo Morales por su difunta esposa. |
Fue publicada en ...