Cuéntaselo a Chantal: Luscofusco de Dona Ter
La tercera ley de Newton dice que toda acción tiene una reacción.
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Cuéntaselo a Chantal: Luscofusco de Dona Ter
La tercera ley de Newton dice que toda acción tiene una reacción.
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Hueles a lluvia de Dona Ter
Hueles a esa esencia de locura que da ganas de bailar bajo la lluvia, a saltar charcos
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Hueles a lluvia de Dona Ter
Ese algo que no se explica, solo se siente. Ese algo que hace soñar. Ese algo por el que merece vivir
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Cuéntaselo a Chantal: Luscofusco de Dona Ter
(…) Tengo casi cuarenta años, he viajado mucho y conocido a gente muy dispar y de la que he absorbido su sabiduría, aunque también he aprendido de la peor cara de la humanidad. Sé que la vida sin cicatrices es una vida desperdiciada. Hace años que sé quien soy, lo que me gusta y lo que no. No sé si es este trabajo el que me ha vuelto solitario o me gusta el mar porque en él no tengo que fingir. Creí tener el rumbo fijo de mi vida. Pero un día noté una brisa, llegó por popa sin que me diera cuenta. Y me dejé llevar, cambié el rumbo sin percatarme hasta que fue demasiado tarde de que la brisa era un huracán tan perdido que no sabía si quería destrozarse ella misma o a mí. Fui de cabeza al ojo del huracán. Caí en la red de pescador, pero juro que nunca ha habido pez más feliz por ser pescado. |
Cuéntaselo a Chantal: Luscofusco de Dona Ter
Lo he dicho antes, no soy de descripciones… O al menos de las normales. Definir a Lota es definir la sensualidad, la risa sin reservas y las noches que no terminan con el amanecer. Era pequeña, bonita. Sencilla. Su pelo se tornaba trigo cuando le tocaba el sol y el mar se reflejaba en sus ojos. Su sensualidad residía en que era natural a pesar de encontrarse frente a un desconocido. Ver que tampoco llevaba reloj debería haber sido otra señal de que a ella tampoco le importaba el tiempo. |
Cuéntaselo a Chantal: Luscofusco de Dona Ter
—¿Por qué Luscofusco? —En gallego, es el nombre que recibe la luz que resta después de una puesta de sol. Ese limbo entre el día y la noche. Y siento que desde marzo estoy ahí, detenido. El sol se ha ido y temo la llegada de la oscuridad. |
Cuéntaselo a Chantal: Luscofusco de Dona Ter
—Buenas noches, Roi. Chantal tiene una voz de terciopelo. Me recuerda al vino de barrica: afrutada, espesa y con un deje sensual… No sé si tiene mucho sentido lo que digo, pero nunca se me han dado bien las descripciones. Y después del segundo whisky, que me he bebido de un trago, mis comparaciones pueden sonar a poesía; de la compleja y enrevesada. |
Cuéntaselo a Chantal: Ikigai de Dona Ter
(…) ahora mismo te veo más como mi ángel de la guarda. Chasquea la lengua y sacude la cabeza de un lado al otro, negando, pero lo hace con esa bonita sonrisa que lo caracteriza. —Siento decepcionarte, pero tiro más a diablo que a angelito. |
Cuéntaselo a Chantal: Ikigai de Dona Ter
Siento que estoy en una cita, de esas a ciegas. Nunca he tenido una ni me he encontrado en una situación parecida en la que solo somos dos, cara a cara y sin saber absolutamente nada el uno del otro. Me da rabia darme cuenta de que si estoy incómoda es porque es un imprevisto. Algo que no está en una de las mil listas que me acompañan cada día o no está anotado en mi agenda. Es tan inesperado que no sé cómo comportarme. (…)
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Cuéntaselo a Chantal: Ikigai de Dona Ter
—No sé que me sorprende más: que pienses que Dela pagaría a un gigoló o que me consideres lo bastante atractivo como para serlo… —Su tono es neutro, casi rudo, pero sus ojos me observan con una chispa burlona.
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Semanas de siete martes de Dona Ter
Nada es blanco o negro. ¿Qué hay más bonito que reír hasta llorar? O llorar y al instante sonreír. La felicidad sin miedo pierde sentido, solo es plena cuando sabes que es fugaz. Nunca te guardes ni una risa ni un lloro. Ni te disculpes por mostrarte humana.
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Semanas de siete martes de Dona Ter
Era mi propio ruido de lluvia. Una cucharada de mi helado favorito. Era la sensación del sol en la cara un cálido día de invierno.
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Semanas de siete martes de Dona Ter
La gente ve las lágrimas como una debilidad, y a veces dejar que el cuerpo se vacíe a través de ellas es un gran alivio. Algunos reprimen esas ganas y aún es peor. Si necesitas llorar, hazlo no te avergüences, no eres débil, simplemente intentas liberarte. Igual que chillar.
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Semanas de siete martes de Dona Ter
Qué ciegos solemos estar con la gente que nos rodea. Encasillamos, ponemos un adjetivo: el profesor, el terapeuta, un compañero... alguien que en otras circunstancias, como, por ejemplo, un viernes por la noche en un pub... (en la época en que salía y no ahora que prefiero "sofá y libro") si hubiera pasado por mi lado lo hubiera mirado esperando a que viniera a invitarme a una copa para terminar descubriendo la fragancia del suavizante de sus sábanas.
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Semanas de siete martes de Dona Ter
—Es bueno que al menos uno de los dos confíe en esta locura, y tiene gracia que sea el loquero. —Odio esa palabra. Solo ayudo a la gente que por una razón u otra han perdido la capacidad de lidiar con sus emociones. |
Semanas de siete martes de Dona Ter
Admiro la gente capaz de relativizar todo y convertirlo en simple. A los que son capaces de ver el lado bueno de las cosas, buscar lo positivo... yo soy la de los matices, la que siempre tiene un pero...
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PELLIZCOS DE SAN VALENTÍN de Dona Ter
(…) Por ti, por el amor que te tengo haré el ridículo las veces que haga falta. Te lo daré todo. Siempre.
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PELLIZCOS DE SAN VALENTÍN de Dona Ter
—¡Estás loco! —grita por encima de la música. He oído tantas veces esa frase en mi vida, sí siempre fui el loco, pero con su llegada mi locura tuvo sentido, ahora, solo estoy loco por ella. Y eso lo justifica todo. |
Crash Boom Bang de Dona Ter
No importa las veces que caigas o te equivoques, lo único importante es como te levantas. * Preferiría vivir solo unas horas y compartirla con él a vivir siete vidas y ninguna a su lado. * No importa lo que te pase, siempre hay otra forma de ver el mundo y disfrutarlo. |
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