Cuéntaselo a Chantal: Ikigai de Dona Ter
(…) ahora mismo te veo más como mi ángel de la guarda. Chasquea la lengua y sacude la cabeza de un lado al otro, negando, pero lo hace con esa bonita sonrisa que lo caracteriza. —Siento decepcionarte, pero tiro más a diablo que a angelito. |