![]() |
Cuéntaselo a Chantal: Luscofusco de Dona Ter
(…) Tengo casi cuarenta años, he viajado mucho y conocido a gente muy dispar y de la que he absorbido su sabiduría, aunque también he aprendido de la peor cara de la humanidad. Sé que la vida sin cicatrices es una vida desperdiciada. Hace años que sé quien soy, lo que me gusta y lo que no. No sé si es este trabajo el que me ha vuelto solitario o me gusta el mar porque en él no tengo que fingir. Creí tener el rumbo fijo de mi vida. Pero un día noté una brisa, llegó por popa sin que me diera cuenta. Y me dejé llevar, cambié el rumbo sin percatarme hasta que fue demasiado tarde de que la brisa era un huracán tan perdido que no sabía si quería destrozarse ella misma o a mí. Fui de cabeza al ojo del huracán. Caí en la red de pescador, pero juro que nunca ha habido pez más feliz por ser pescado. |