Indira se ha criado en un circo. Toda su vida ha estado viajando de un lugar a otro, preparándose para formar parte de uno de los aclamados números que atraen al público. Cuando el circo llega a su nuevo destino, un estado de tensión que saca a relucir ciertas rivalidades empieza a hacer acto de presencia entre los artistas. A eso le sumaremos una serie de extraños acontecimientos que pondrán en peligro a todos los integrantes de esta gran familia y una siniestra leyenda que está a punto de cambiar sus vidas por completo.
Nunca había leído un thriller como el que nos presenta César y, a decir verdad, la mezcla de elementos que nos propone resultan encajar la mar de bien. A simple vista, uno de los elementos que más llama la atención a parte de la premisa es la ambientación. Creo que este es, sin duda alguna, el gran punto a destacar de la obra. Esa atmósfera cirquense con pinceladas de intriga y un factor sobrenatural hace de esta una lectura de la que será muy difícil poder separarse. A pesar de sus pocas páginas, encontramos unas descripciones muy bien logradas que nos ayudarán a transportarnos a aquellos escenarios tan típicos que se pueden encontrar tanto dentro como fuera de la carpa principal.
Indira me ha parecido una protagonista muy madura para su edad. A pesar de ser adolescente, demuestra una inteligencia fuera de lo común debido a su educación y a su experiencia adquirida en cada viaje. Otro personaje que me ha robado el corazón ha sido Louis, el mejor amigo de Indira, un niño atormentado por el comportamiento de su padre. También tendrán una gran importancia a lo largo de la trama Thomas, el director del circo, Mauro, el padre de Louis, Casandra, la "bruja" y los padres de Indira, entre otros.
Cómo en toda novela, tendremos algunos momentos de acción y otros más de desarrollo de personajes. Tengo que reconocer que al principio me costó un poco hacerme a la idea de las expresiones o formas de hablar de ciertos personajes, aunque al situarse en 1898 es normal que se produzca algún que otro cambio en su léxico. Lamentablemente, aún teniendo este aspecto en mente, he encontrado algunos diálogos un poco forzados, sobretodo en los momentos en los que Indira interactúa con Casandra, me veía un poco abrumada con tantas reflexiones a la vez.
Cabe decir que mientras leía ciertos sucesos, me venía a la mente una sensación de "dejavú", es decir, algunas cosas se pueden preveer anter de que ocurran. Esto no quita que el lector esté a la expectativa de lo que pueda pasar. El final, en cambio, resulta sorprendente. Hubiera deseando que el mismo cerrara mejor el relato y explicara mejor el factor fantástico, pero aún así, es de esos que no dejan indiferente.
En conclusión, "Indira" me ha parecido la lectura ideal para un fin de semana de lluvia. Aunque a veces peca de previsible, engancha mucho y nos ofrece presenciar una experiencia única e inolvidable como meros espectadores amantes de la magia del circo.
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