Otra gran novela de César Pérez Gellida. Totalmente recomendable.
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Otra gran novela de César Pérez Gellida. Totalmente recomendable.
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Ultimo libro de la trilogía que me ha tenido bastante enganchada, aunque he de decir que esta última parte la trama se me ha hecho bastante pesada. No puedo decir mucho que no sea spoiler ya que es una tercera parte, pero sigue en la línea de los anteriores en cuanto a como esta escrito. El libro esta muy bien documentado y creo que para esta historia tiene que gustarte mucho el tema de Dante. A diferencia de los dos anteriores, este libro se me ha hecho bastante lento y con poca acción, y hace que haya sido mas aburrido, ya que en este hay muy poca trama criminal. En este caso la historia esta ambientada en Argentina y eso me ha gustado bastante, aunque para mi el final también ha estado un poco flojo si lo comparo con los anteriores. Aun así me apetece leer mas de Cesar y se que tiene libros muy buenos. |
Hace dos meses que acabé este libro y aun no soy capaz de plasmar lo que me ha hecho sentir. Partiendo de que siempre me ha llamado la atención la símbologia de la divina comedia de Dante, Pérez Gellida consigue darle una vuelta de tuerca más a esa obra, llevándonos de la mano de Erika Lopategui a tratar de encontrar los secretos que ocultaron los miembros de la secta de los hombres puros valiéndose de esta obra universal.Y siendo este último libro totalmente distinto de los anteriores, aún así, sigue enganchandonos en la historia, consiguiendo movernos en dos planos temporales, pero sin perder nunca el hilo.En esta segunda trilogía no podemos buscar el tono "psicologico" de la primera, esta es mucho más coral, con muchos personajes pero siempre tendremos al inspector Sancho y Erika Lopategui para llevarnos de la mano en ese mundo de maldad que existe y con el que tratarán de luchar dejando todo lo qud haga falta por el camino.
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Fin de la segunda trilogía,en este la trama ha echo que sea mas histórica y investigación,que lo habitual,,,mezcla de géneros.Trepidante ya que te hace saltar de escenario y época en cualquier segundo,la menos policial de todas,ya que es una batalla entre él.vida en él mal,por decirlo así,jaja,recomfortable,ya que podria y continuar desde él.presente,osea que deja recorrido posible,,increible novela que me recordó a mis tiempos de Dan Brown. Sigo recomendando a Gellida,y a la.que podáis sumergiros en este mundo ,que no tiene desperdicio,gracias🖐 |
Final de la trilogía Refranes, canciones y rastros de sangre. Vaya cambio de registro me he encontrado en esta trilogía respecto a la anterior y eso que tiene al mismo inspector como protagonista. Si la anterior es una novela negra pura y cruda, en este caso tenemos una novela de intriga muy al estilo de Dan Brown, que me ha descolocado por completo y aún así me ha sorprendido gratamente. La narración como siempre es perfecta, llena de descripciones y muy visual, lo que facilita enormemente que sea capaz de imaginarme todos los lugares y situaciones que van apareciendo. El trabajo de investigación que ha debido suponer al autor es bestial, ya que a parte de la temática que trata, el relato discurre por tantos lugares que es increíble lo bien que está detallado todo. Aunque sí que es verdad, que para mí uno de los puntos más fuertes que tiene esta historia es su protagonista, el inspector Sancho, y en este último libro queda un poco en segundo plano, y en algunos momentos he echado de menos que no interviniera más. + Leer más |
Es cierto que es un libro muy bien escrito, sin embargo la temática se me ha hecho muy pesada. Me esperaba un thriller del estilo del autor, pero era más un libro al estilo El último Catón. Muy bien documentado sí, pero te tiene que gustar el tema Dante. A la mitad del libro se me quedo atragantado, que es cuando más aborda el tema. La conclusión: había que leerlo para terminar la segunda trilogía de la saga... Ahora habrá que ir por Konets. Pero confieso que me da pereza al pensar la posibilidad de que sea un libro del estilo a este o del estilo Khimera. |
Con éste libro se cierra la segunda trilogía de César Pérez Gellida. Si he de darle un adjetivo, éste es Magistral. Conozco a César como escritor de novela negra, pero en ésta entrega no es sólo eso, en ésta se adentra en un mundo masónico. He de decir que éste tipo de literatura no me gusta, más que nada porque no logro entender los entresijos y las historias, pero con éste ha sido totalmente distinto. ME HA ENCANTADO. Con A grandes males no me he perdido, he seguido la historia perfectamente, me ha entretenido y ha conseguido engañarme, no porque el autor se haya sacado un as debajo de la manga, él ha ido dando pistas a lo largo de toda la historia pero yo no supe verlas y me llevé la gran sorpresa. Es una novela mezclada con historia, el autor se ha tenido que documentar muy muy bien para crear éste universo paralelo. Un sólo "pero" y es éste: que el autor ha dicho que es la última entrega. Es por todo ésto que la recomiendo al 100% |
El último libro que pone broche final a la trilogía Refranes, canciones y rastros de sangre en algunos tramos se me ha hecho un poco cuesta arriba. Me falta acción y me sobra Dantismo. El libro es el menos policíaco de todos y gira en torno a una trama internacional masónica "La congregación de los hombres puros", gente con mucho parné, poder y pocos escrúpulos, donde sus cabecillas están metidos en el fango hasta la coronilla. César Pérez Gellida nos sorprende en esta ocasión con una obra muy original y un poco diferente, en la que en mi humilde opinión flojea un pelín para ser el cierre final de la trilogía. La novela está excelentemente escrita como siempre y tiene todos los ingredientes para entretener al lector pero personalmente he echado en falta el poco protagonismo que se le da en este último libro al detective Sancho. Recomiendo la lectura de esta trilogía y seguiré leyendo al maestro César Pérez Gellida. ¡¡Guedillistas al poder!! Saludos y feliz lectura. |
Desde hace años sigo a César Pérez Gellida, he leído toda su obra y he de reconocer que algunos de sus libros me gustan más que otros. César no tiene acostumbrados a un tipo de literatura, en la que es normal encontrar agentes encubiertos, espías, etc. Otro dato común en sus historias es compañar a la policía en sus investigaciones, viéndolo todo desde su perspectiva. “Astillas en la piel” es diferente, y por diferente no es menos buena, al contrario, para mí ha sido su mejor trabajo hasta la fecha. “Astillas en la piel” es un thriller psicológico brutal. Desde la trama hasta la resolución, la cual me ha dejado ojiplática, no podía creer lo que estaba leyendo. Lo he disfrutado de principio a final. Todo. De la trama el lector no debería saber mucho, solo que dos amigos se reencuentran después de muchos años, y que ese encuentro traerá muchas sorpresas, y ninguna buena. Ambos serán partícipes de un juego que nada tiene de inocente. Uno es un escritor consagrado y el otro trabaja de crucigramista. Los ingredientes principales de la trama podríamos decir que son la venganza, el rencor, el odio, la amistad y por supuesto algún que otro crimen y su consiguiente investigación. Me ha gustado mucho el enfoque que el autor le ha dado a la historia. Estamos acostumbrados a ver la investigación desde los ojos de la policía, pero en “Astillas en la piel” vamos a vivirlo desde otra óptica. Algo muy actractivo y a la par adictivo a la hora de leer. Los personajes como siempre, perfectos, muy bien construidos y sin fisuras que los hagan parecer irreales. El autor nos tiene acostumbrados en sus anteriores trabajos a historias con numerosos personajes, cosa que con esta novela, rompe la regla. Pocos personajes y el foco de atención bien centrado. “Astillas en la piel” tiene dos líneas temporales. El presente, donde dos amigos del colegio se reencuentran después de años y el pasado. Este último es muy jugoso, ya que a través de él vamos sabiendo datos cruciales para la resolución de la trama. En la contraportada de “Astillas en la piel” se califica a César Pérez Gellida como un auténtico mago del engaño de nuestras letras, y con esta historia se confirma esta definición. Además de todo esto, es una historia adictiva, una vez que empiezas a leer no vas a poder parar, aunque parezca que la acción no ha comenzado, es al contrario, en ese momento ya está todo fraguado de tal forma que en un segundo y sin apenas darte cuenta, ves toda la montaña encima de tu cabeza. En resumen, “Astillas en la piel” es un thriller psicológico brutal, en el que nada es lo que parece ser, y todo lo es, con el que no vas a poder leer solo un capítulo más. ¿Lo recomiendo? Por supuesto que sí. + Leer más |
Tengo sentimientos encontrados con este libro, me costó bastante engancharme porque no terminaba de entender a dónde quería llegar el autor. Cuando todas las piezas encajaron no podía parar de leer, y sin embargo, el final me ha dejado un poco indiferente. Aun así, debo destacar que encuentro interesantísimo el dilema moral que vertebra el libro: ¿Cuáles son los límites de la venganza personal y de tomarse la justicia por su mano? La obra tiene escenas bastante duras, pero los abusos sexuales como consecuencia del abuso de poder no dejan de ser una realidad que el autor denuncia de manera evidente. Sin duda, lo que más me ha gustado del libro han sido sus contrastes. Por un lado, nos encontramos con una obra repleta de un aprendizaje formal, casi académico; con un vocabulario muy amplio, expresiones tradicionales y muchísimas referencias a los clásicos de la literatura. Sin embargo, por otro lado, hallamos una actitud desenfadada en personajes como Mateo. Su crudeza, su frialdad, su desprecio y egocentrismo, así como su mente analítica y sus conocimientos criminológicos contrastan plenamente con la sabiduría tradicional que respira el libro. Y eso me ha parecido brillante. Aunque el final no me haya convencido demasiado, valoro muchísimo el estilo del autor, la gran documentación que hay detrás y lo bien escrito que esta. Las descripciones del Sapo te ponen la piel de gallina, y la originalidad de los crucigramas es genial. Aplaudo que se haya atrevido con un libro tan diferente. Es una delicia. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
Este es un libro que cogí con muchas ganas y ya de primeras me llamó la atención con ver la portada, no me digas por qué, pero tenía claro que me iba a gustar y así ha sido. En él narra la historia de dos viejos amigos, Mateo y Álvaro, amigos de la infancia cuando estuvieron en un internado que se vuelven a reencontrar muchos años después debido a una llamada que uno hace al otro con la necesidad de verse y de pedirse un favor en concreto. El favor tiene que ser en persona y es por ello que no accede a comentarle por teléfono lo que necesita, sino que se tienen que ver para comentárselo. La vida de Mateo no ha sido nada fácil durante su estancia en el internado y todavía tiene cosas personales interiorizadas que no le permiten, digamos que vivir dignamente. Los recuerdos amargos del internado pesan demasiado en su vida. Para contrarrestarlo planea un contraataque para darle su merecido a ese hombre que no se lo hizo pasar tan bien en el internado, pero para ello necesita la ayuda de Álvaro y tener que desplazarse a Urueña. Es allí, en dicho pueblo donde lo que iba a ser un plan perfecto se convierte en un auténtico desastre y todo se va de madre. Se descubren personalidades ocultas que estaban escondidas aun en la infancia y es que muchas veces, las cosas del pasado es mejor no tocarlas, o dicho de otra forma, las astillas en la piel es mejor no sacarlas. Un libro muy recomendable, con una lectura muy amena y se lee muy cómodamente. Solamente he necesitado 3 días para devorármelo. + Leer más |
Álvaro y Mateo se conocieron en un internado siendo niños y desde entonces, a pesar de la distancia y de los distintos derroteros que han tomado sus vidas, su amistad continúa, de modo que cuando Mateo pide ayuda y cita, sin más explicaciones, a Álvaro en Urueña, este acude aun sin tener nada claro qué es lo que puede suceder para tanta urgencia y para la extraña elección del lugar. Un impactante primer capítulo al más puro estilo gellidista da paso a una narración en la que el thriller más psicológico avanza sin prisas hasta desembocar en un negro profundo que impacta como un bofetón en el lector y es que el autor firma con Astillas en la piel su novela más introspectiva e incluso reflexiva, para terminar sacudiéndonos a base de violencia y sangre. Dos protagonistas rotundos que bajo su aparente sencillez encierran gran complejidad y unos pocos y acertados secundarios conforman el breve elenco de personajes que habita Astillas en la piel. Dos protagonistas con un marcado y profundo perfil psicológico de magnífica evolución a lo largo de la lectura para terminar mostrándonos dos personas totalmente distintas a las que inicialmente creemos conocer. Ambos irán alternando sus voces en primera persona: Álvaro en la actualidad, en una fría Urueña bajo una inclemente cencellada; y Mateo en un viaje al pasado hasta el internado de la Sierra de Guadarrama que los unió, nos conducen por una novela en la que las deudas del pasado y la venganza toman las riendas hasta hacer saltar por los aires todo lo construido hasta ese momento. Ambos son dos personajes brutales, aunque yo debo confesar mi absoluta debilidad por Álvaro que desde ya pasa a formar parte de mis personajes literarios favoritos. Poco tiene que ver esta nueva novela con las anteriores del autor, aunque su sello personal está ahí y es reconocible. No cambian ni la calidad narrativa ni la soltura con la que maneja la tensión, ni por supuesto las pistas y señales que nos va dejando a lo largo de la lectura y es que si algo caracteriza a César Pérez Gellida es la honestidad con la que trata a sus lectores porque nos tragamos una y otra vez sus cebos, pero cuando la sorpresa llega no podemos negar que nos hemos engañado nosotros solos porque el autor ha vuelto a hacer gala de su maestría para ponernos delante de las narices la solución sin que seamos capaces de verla. Astillas en la piel es un absorbente thriller que he leído con tanta pasión como el autor debe poner al escribir porque así se transmite al lector que vive, siente y sufre lo narrado. No os cuento nada nuevo si os digo que para mí César Pérez Gellida es el mejor autor de novela negra de este país y con cada publicación vuelve a demostrar que la calidad literaria y el entretenimiento pueden ir de la mano cuando son sus dedos los que aporrean el teclado. Enlace: https://entremislibrosyo.blo.. + Leer más |
Decir que eres gellidista es dar por sentado que sigues fielmente la obra de este grande de la novela negra española, de ahí que no haga ninguna falta justificar por qué no podía dejar pasar esta nueva publicación de César. Hoy os traigo mis impresiones sobre "Astillas en la piel", un thriller de planteamiento y trama originales, totalmente independiente y autoconclusivo, de ahí que sea idóneo para quienes todavía no se ha adentrado en las historias de este vallisoletano que tantas buenas críticas cosecha con cada una de sus publicaciones. Noviembre de 2019. Álvaro acaba de llegar a Urueña, un pueblecito vallisoletano famoso por tener más librerías que bares. Ha acudido a la llamada de Mateo, su amigo de la infancia, con quien se va a reencontrar para llevar a cabo un plan ideado por este último y que guarda relación con el pasado de ambos, cuando se conocieron siendo unos adolescentes… "Astillas en la piel" articula su argumento en dos líneas temporales, cada una de ellas progresa de la mano de un narrador protagonista, por lo que tenemos dos puntos de vistas dispares. La subtrama del pasado nos traslada hasta los acontecimientos que astillaron el futuro de uno de sus protagonistas, ocurridos en 1993, cuando era alumno interno del Colegio San Nicolás de Bari y contaba solo trece años. El hilo del presente nos ubica en Urueña, en el 2019, y es el pretexto del autor para pasear al lector por esa bucólica villa, famosa por sus vestigios plenamente medievales. La historia cuenta también con una investigación criminal, pero se mantiene en un segundo plano y la conduce un narrador omnisciente. César ha logrado imbricar una efectista e imprevisible trama de ritmo cada vez más intenso, que mantiene al lector expectante hasta llegar a un final redondo. Todo ello lo adereza con una cuidada ambientación que contribuye a que el lector visualice y se ubique en los diferentes escenarios donde se desarrollan los hechos, evitando dilatadas descripciones que pudieran lastrar la lectura, y un reducidísimo friso de personajes como algo excepcional. Si lo regamos con una generosa ración de humor ácido y corrosivo, para atenuar la tensión narrativa que está magníficamente dosificada y es seña de identidad de este autor, tenemos una receta muy lograda, del gusto del paladar más exigente. Toda la esencia de esta novela está centrada en sus dos protagonistas, que son el motor que impulsa la historia. Ambos con entidad propia, retratados con viveza y bien matizados a nivel psicológico. Su autor ha sabido dotarlos de vida, hacerlos accesibles y creíbles, con sus luces y sus sombras, vestirlos de realidad. No os voy a hablar nada de ellos porque prefiero que os adentréis en esta historia tan original en la que César jugará con vosotros, dejará que os confiéis y penséis que sabéis sobradamente por qué derroteros va a transcurrir la trama para, de repente y sin que lo veáis venir, estamparos un giro argumental en todo el careto y con la mano abierta, que se os va a quedar la misma cara de alelado que a un portero al que le acaban de marcar un gol en propia puerta. Pero es que él es así, una caja de sorpresas con piernas y poco pelo. Incluye también, como viene siendo habitual en otros libros del autor, palabras cuyo significado he tenido que averiguar echando mano de un diccionario que ya había preparado previamente. Y ha tenido la ocurrencia de encabezar cada capítulo de un modo muy original, lo que da pie a que el lector interactué intentando adivinar la resolución al enigma planteado. Por ponerle un pero, la trama contiene algunos hechos que me han resultado difíciles de creer, pero así es la ficción… Sintetizando: "Astillas en la piel" es una novela negra de adictiva lectura y narrativa sumamente visual, que deja patente la habilidad de su autor para manejar los hilos de la intriga con maestría y componer una historia compleja, plena de acción, incertidumbre y locura, con inesperados giros argumentales que dejarán aturdido a más de uno. Un libro que recomiendo a los amantes de este género literario en general, y a los fieles adeptos de César en particular, también conocidos como gellidistas, término que la RAE debería irse planteando incluir si el fenómeno sigue creciendo como hasta ahora. Enlace: https://www.mislecturas.es/2.. + Leer más |
La novela se cuenta en dos tiempos y se centra en los dos personajes que los narran Lo que ocurre en la actualidad, a finales del 2019, nos lo cuenta Álvaro Rodríguez López, un escritor de éxito que no empatiza con las emociones ajenas. Nos cuenta lo que ocurre en Urueña, el pueblo de las librerías a donde ha acudido a la llamada de su amigo Mateo Cabrera Nogal. Este nos cuenta la parte del pasado que ambos vivieron en 1993 en un internado de Guadarrama. Fue allí se le clavaron esas astillas en la piel de las que aún no se ha desprendido. Se dedica a diseñar crucigramas y autodefinidos. Álvaro y Mateo son más bien desagradables y pasan el tiempo explicándose mutuamente (a la vez nos explican) el qué, el cómo y el por qué de varias de las cosas que suceden, hasta llegar a un final un tanto abrupto. Algunas de estas explicaciones me ha parecido innecesarias.. Es una novela con momentos de interés y algún giro sorprendente pero lenta y demasiado larga para lo que cuenta y el final que tiene. Me ha parecido entretenida. + Leer más |
Esta es la primera novela que leo de Gellida, aunque sigo al autor en las redes sociales y vengo leyendo desde hace tiempo muy buenas opiniones de sus otras obras. Por ello, era consciente de la gran expectación que había en torno a esta novela desde que se conoció su publicación. No sé si han sido esas altas expectativas generalizadas lo que han hecho que la novela no haya sido lo que me esperaba. No puedo decir que no sea un buen thriller, porque seguro que lo es, pero, aunque da giros importantes y la trama está más que bien hilada, no ha sido una novela que me haya dejado con la boca abierta y que no haya podido dejar de leer. Ahora bien, iré por partes para analizarla. En primer lugar, la portada me resulta bastante atractiva. En el primer plano de la imagen encontramos unas zapatillas que representan el pasado adolescente de sus protagonistas. Debajo de ellas se puede ver el reflejo de unos zapatos negros que hacen referencia al presente adulto. Al fondo, y de forma mucho menos nítida, aparece el colegio; institución que tendrá un fuerte peso e importancia en todo el desarrollo de la novela. La fotografía aparece aderezada con unas gotas de sangre, fluido que estará más que presente desde la primera página de la novela. Por último, las letras del nombre del autor y del título están en relieve y combinan a la perfección con los colores y la esencia de la novela (el negro y el rojo). La contraportada sigue la misma tónica, pero, en este caso, la imagen principal son los zapatos negros, en los que se reflejan las zapatillas. En este caso, la sinopsis está escrita en rojo, una vez más, color más que acertado y que liga a la perfección con lo que encontramos en sus páginas. En lo relativo a la trama, la novela empieza muy fuerte con el asesinato de un abogado, y a partir de ahí, los capítulos del presente adulto de los protagonistas (año 2019) se van enlazando con otros relativos a su infancia en un internado (año 1993). No soy capaz de dar grandes datos acerca de la trama sin estar segura al cien por cien de que no voy a desvelar alguna información importante. Por ello, me limitaré a decir que se trata de la historia de una venganza que se ha venido fraguando desde hace veintiséis años, y que da giros inesperados que hacen que te plantees diferentes finales. Final que, por cierto, me ha dejado bastante indiferente. No me lo esperaba para nada, pues lo veía venir mucho más apoteósico. Esperaba uno de esos finales que te descolocan y que te hacen que te replantees todos los cierres de la novela que habías ido esbozando durante su lectura. La temática es amplia, pero, sobre todo, destaca el tema de los abusos sexuales a menores, la amistad (o su falsa apariencia), el amor por los libros y la familia. En cuanto a los personajes, en la novela aparecen muy pocos y son dos sus protagonistas: Álvaro y Mateo, amigos desde que coincidieron en el colegio San Nicolás de Bari en el año 1993. Uno y otro están perfectamente caracterizados y sus personalidades son coherentes durante toda la novela. Sin embargo, no he logrado empatizar nada con ninguno de ellos; algo que puede haber hecho que no me haya enganchado la lectura. La novela está muy bien escrita, eso es algo que no se puede discutir. No obstante, para mí, a veces utiliza un vocabulario algo rebuscado y que puede llegar a ralentizar la lectura. La obra se divide en treinta y siete capítulos numerados y titulados con definiciones para completar crucigramas. Esta forma de titularlos me ha parecido superoriginal y me ha permitido hacer un pasatiempo a la vez que leía. Como apunte: aunque en el desarrollo del capítulo aparece la palabra buscada, al final de la novela están las soluciones. Asimismo, bajo el número y el título del capítulo aparece la localización del mismo (lugar y año), algo muy importante para no perder el hilo en ningún momento. En definitiva, aunque es una buena novela, no ha logrado engancharme lo esperado y su final me ha dejado fría; pero, como siempre digo, que para mí no haya sido el thriller del año no quiere decir que para ti no lo vaya a ser. Animo a cualquier fan de los thrillers psicológicos a leerlo, pues las novelas del autor tienen muy buenas críticas y sus seguidores se cuentan por millares. + Leer más |
Astillas en la piel nos habla de la historia de dos amigos de la infancia, Mateo y Álvaro, los cuales se reencuentran tras años sin verse. Juntos reviviran algunos de los sucesos más duros vividos en el internado cuando eran pequeños. Ambos se verán inmiscuidos en una historia que les puede salir muy cara. Es mejor ir a ciegas, con un plot twist brutal, de esos que no te esperas para nada. Los personajes están muy bien desarrollados, con unas historias personales muy duras que marcarán sus vidas para siempre. Sin duda, la novela ha sido muy adictiva e interesante. Un Thriller psicológico de 10. |
Por fin después de mucha de indecisión, de miradas cruzadas, de buscarnos pero no encontrarnos me encuentro cara a cara con César Pérez Gellida, aunque debo decir que en alguna ocasión hemos coincidido en RRSS por otro hobbie que tenemos en común, el rugby. Sabía que tarde o temprano me enfrentaría a la obra del pucelano, y que mejor estreno que con una obra ambientada en la maravillosa Urueña, la Villa del libro, título ganado a pulso. Este libro se podría definir como un thriller de libro, sin lugar a dudas el autor sabe… y sabe mucho sobre lo que da de si este género y las reglas del mismo. Escribir thriller no es nada fácil, se puede considerar un género de lo más complejo, pues constantemente el escritor se tiene que poner en la piel del lector y tejer una serie de giros que hagan que el lector no pierda interés y que estos le dejen sentado, y en la medida de lo posible ni se le hayan pasado por la mente. Y este libro de intriga y vueltas de tuerca va sobrado, cuando te crees que llegas a comprender y a intuir por “donde van los tiros” el señor Pérez Gellida decide que nanay… que podría ser pero la trama es una peonza que no solamente gira sobre si misma, sino que también se traslada en el plano… y en el tiempo. Este desplazamiento temporal se debe a que la narración se desarrolla en dos tiempos, continuos viajes al pasado, que nos van dando luz a los hechos que nos narran en el “presente”. En mi caso he disfrutado más la narración del presente, me ha parecido que tenía más ritmo y me intrigaba más que el pasado. Merece la pena destacar el inicio, vaya comienzo, fuerte es decir poco, yo me lo tome como una advertencia: “señores, les avisamos que se avecinan curvas ¡agárrense los machos! Como diría el autor… hay que rejoderse con la apertura. Los personajes están muy bien trabajados, tanto en las descripciones como en el desarrollo y el argumento. Van evolucionando según como avanza la novela. Aviso para lectores aquí no solo gira el argumento… aquí gira todo así que no parpadeen mucho, que se pueden perder algo importante. Las descripciones del lugar están muy conseguidas, lugares y sensaciones se hacen muy vividas, trasladando al lector una información tan completa que le hace muy presente en el lugar… vamos que el frio que pasan los personajes se le mete en los huesos al lector. Se nota que según se avanza la lectura que el autor es muy concienzudo con la construcción y la meticulosidad de la trama, no se deja nada abierto y todo está cerrado para que cuadre a la perfección. Da gusto encontrarse con este tipo de novelas. Y si además lo acompañamos de una vocabulario muy completo, sin ser pedante, da lugar a una obra muy redonda. Eso si, si hay una palabra que mueve la novela es venganza, lo baña todo y lo enfanga sin dejar un centímetro cuadrado limpio. Definitivamente puedo decir que el autor y yo nos volveremos a encontrar en sus páginas, pues he descubierto un nuevo tótem en el mundo del thriller nacional, y debo invitar a todos los amantes de este género a entrar en el mundo de Gellidismo. Enlace: http://unrincondeopinion.blo.. + Leer más |
Esta ha sido la primera vez que he leído a César Pérez Gellida y puedo decir que no me ha dejado indiferente. Últimamente he empezado a leer thrillers psicológicos y le he cogido el gustillo al género y tanto este libro como su autor me han enganchado de principio a fin siendo yo una principiante en el género, para qué mentir. Una novela sin pretensiones, entretenida, adictiva, bien llevada y que te la bebes en un suspiro, sin artificios y sin edulcorantes, para disfrutar. Absorbente de principio a fin. Con una pluma ligera, sangrienta, ágil y al punto, sin florituras y sin añadidos innecesarios que no aportan nada, con unos giros exquisitos que te dejan la cabeza dando vueltas. Con personajes claros, bien hechos y bien llevados. Y todo esto aderezado con un ligero tinte cinematográfico que lo impregna todo de principio a fin, para que engañarnos. No sé si lo que reza la faja en boca de Juan Gómez-Jurado será verdad, pero desde luego creo que sin miedo a equivocarme puedo decir que se acerca bastante. + Leer más |
Nunca atiendas al pasado De sorpresa, pero también de directa comienza nuestro thriller psicológico, donde la tensión no solo recae en lo que acontece sino también en lo que ya sucedió. Para ello la historia nos ofrecerá tres líneas temporales: el pasado común de los dos protagonistas, Álvaro y Mateo, el tiempo del crimen y el presente que abarca la investigación, del teniente Balenziaga. Lo interesante de esta puesta en escena será cómo los diferentes tramos narrativos irán esclareciéndose entre sí, llevando al lector a un final inevitable y con unos giros que no se terminan de anticipar. En este sentido, debo decir desde ya que la novela me ha sorprendido, por sus giros sí, pero también por la crudeza con la que el narrador nos muestra la verdad. De hecho, todas las verdades. Lo que pudimos hacer No obstante, y pese a que todo en sí es una revelación para el lector, sí que podemos aventurar que lo que sucede tiene que ver con aquello que sucedió hace años en el internado al que asistían los dos amigos. En esta parte de la novela, el pasado, nos centraremos mucho en cómo, aunque podamos hacer algo, por las circunstancias, por la inconsciencia o el interés preferimos no actuar. Es una parte cruda y no para todas las sensibilidades, ya que, aunque esta vez el autor ha decidido no ser tan explícito como en otras obras, el hecho sí que es lo suficientemente traumático como para incomodar al lector. La justificación es sencilla: inconsciencia, cosas de niños, pero el problema es que el pasado siempre vuelve porque en todas las mentes siempre queda ahí. Así ambos, Mateo y Álvaro tendrán que lidiar a su manera con ese pasado que les unión, pero que también les marcó para siempre. Por otra parte, la obra se centra mucho en la idea de parar. En todo momento el lector es consciente de que la acción se puede detener y solucionarse sin mayores consecuencias para los personajes. No obstante, se juega hasta el final: lector, autor, narrador y personajes continúan sin cesar en una vorágine que no parece tener fin, aunque realmente es el que nosotros pongamos. Malabarismo lingüístico A parte de guiarnos a través del crimen y la investigación, el autor propone en esta novela también un juego lingüístico. A partir de la profesión de Mateo, crucigramista, el autor irá jugando con el lenguaje en la novela, por ello empleará un lenguaje en algunos casos con ciertos cultismos y localismos que quizá pueda dificultar un poco la lectura a algunos lectores. Por otro lado, aquellos que trabajamos con el lenguaje disfrutaremos como enanos de los dobles sentidos, las claves que se nos dan para resolver el gran crucigrama que es la novela y las referencias cruzadas que podemos encontrar entre diferentes circunstancias. No obstante, sí reconozco que, para mí, este juego se le va un poco de las manos al principio de la novela. Aunque después hay cierta justificación sobre algunos diálogos un poco pesados sobre el mundo editorial y las novelas, es verdad que al lector le resulta cargante más allá de que esté justificado o no. De todos modos, este sería el único pero que puedo sacarle a la obra la verdad. Contenta y a por el siguiente La verdad es que la vuelta a la pluma de Gellida ha sido tan satisfactoria como esperaba. La novela me ha impactado mucho desde el principio, desde el desconcierto de no saber a dónde va, pero recibiendo una narración dura y escalofriante, hasta el entendimiento terrible de qué está sucediendo en realidad. Creo que, a pesar del tema que se trata, se hace desde la distancia suficiente como para no ser una lectura muy incómoda, además, el desvío de la atención que se hace después sobre el mismo hace que lo que recuerdes de la novela sea otra cosa. Por otro lado, no me esperaba los diferentes giros y quizá alguien que lea mucho del género me dice que sí que eran esperables, pero después de una racha de novelas obvias esta me ha sorprendido. Y, finalmente, como decía, el estilo ha sido estupendo, irónico, desafiante y preciso, te invita a seguir leyendo para desentrañar el galimatías. Espero que os animéis con él, creo que lo disfrutaréis. Enlace: https://ellibroenelbolsillo... + Leer más |
Confieso que ya los libros anteriores de César Pérez Gellida me parecían perfectos. “Todo lo mejor” fue lo primero que leí suyo y luego busqué rápidamente sus otras novelas. Al leer “Astillas en la piel” me di cuenta de que me equivocaba, porque en esta historia ha superado todas mis expectativas y definitivamente ha conseguido crear una novela más madura y a la vez mucho más escalofriante que las anteriores. Además es un libro que gracias a varios cambios nos resulta muy distinto a lo que nos tenía acostumbrados el autor. Primero, el protagonista no es, como en novelas anteriores, un inspector, un detective o un policía. De hecho tenemos dos protagonistas: un exitoso escritor de thrillers y un niño de 13 años. El primero nos cuenta los eventos que suceden en la actualidad, a finales del año 2019. Habrá muertos, drama y un misterio que tendrá varios giros inesperados. El segundo nos lleva al año 1993 a un colegio internado católico para chicos. Una tragedia que tuvo lugar allí marcará las vidas de varios de sus alumnos. Algunas partes las intuimos desde el inicio del libro y las esperamos en la trama. Otras nos causarán una sorpresa bastante desagradable. Ahora tengo que andar de puntillas para no desvelar demasiado de la trama, me gustaría que os adentréis en la historia sin apenas saber nada... Hacer de los abusos sexuales en el colegio el punto central de toda la historia hizo que está novela me haya parecido mucho más reflexiva que otras de César Pérez Gellida. Pero a la vez no nos encontramos con el desarrollo esperado por la mayoría, es más los personajes no necesariamente nos caerán bien, no nos dan pena del todo cuando pensamos que debería. Esto inquieta mucho. ¿Por qué leemos sobre un chico abusado teniendo de vez en cuando la impresión de que no se defendió lo suficiente? ¿Es sólo la culpa que expresa el mismo o también como lo ve el otro protagonista? Poco a poco iremos descubriendo lo que pasó y lo que está pasando y nos daremos cuenta de que las apariencias iniciales engañan, que los eventos que se destapan ante nuestros ojos esconden más de un secreto y que la mayoría son aún más siniestros de lo esperado. Sobre el final voy a decir solo una cosa: me encantó porque creo que los malos no siempre son castigados y en “Astillas en la piel” lo vemos muy bien. Ya es demasiado spoiler pero me cuesta quedarme callada está parte. Como último elogio: creo que el autor hace varios guiños hacía sus lectores habituales hablando del proceso de escritura, de dónde uno saca las historias, cómo crea los personajes. La realidad se mezcla con el morbo de la novela. Pero el guiño que más ilusión me hizo fue la cita de “Todo lo peor” en la página 412, otra novela de Pérez Gellida, que ya en su obra original me llamó la atención y aquí repetida impacta aún más: “Cuando la vida quiere ser cruel, no hay mayor crueldad que vivir.” Resumiendo, es una lectura ágil, impactante, adictiva. No hay ni una cosa que no encaje a la perfección en la trama. La construcción de los personajes es increíble, sus motivaciones y como el pasado les afectó cómo viven ahora. Más que recomendado, no lo vais a soltar de las manos hasta llegar a la última página. + Leer más |
¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?