Ángel mecánico (Cazadores de sombras - Los Orígenes 1) de Cassandra Clare
A veces, cuando tengo que hacer algo que no quiero, finjo ser el personaje de un libro. Es más fácil actuar como lo harían ellos.
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Ángel mecánico (Cazadores de sombras - Los Orígenes 1) de Cassandra Clare
A veces, cuando tengo que hacer algo que no quiero, finjo ser el personaje de un libro. Es más fácil actuar como lo harían ellos.
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Ángel mecánico (Cazadores de sombras - Los Orígenes 1) de Cassandra Clare
Solo los débiles de espíritu se niegan a dejarse influir por la literatura y la poesía
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Princesa mecánica (Cazadores de sombras - Los orígenes 3) de Cassandra Clare
—Conoces esa sensación —explicó—, cuando estás leyendo un libro y sabes que va a ser una tragedia; cuando puedes notar cómo se acerca el frío y la oscuridad, ver cómo la red se va cerrando sobre los personajes que viven y respiran en las páginas. Pero estás atado a la historia como si estuvieras atado detrás un carruaje, y no puedes soltarte ni cambiar el rumbo. —Vio los azules ojos de Will oscurecidos de comprensión; claro que él lo comprendería. Tessa se apresuró a continuar—: Ahora me siento como si pasara eso, sólo que no a los personajes de un libro, sino a mis propios queridos amigos y compañeros. No quiero quedarme sentada mientras la tragedia se cierne sobre nosotros. Quisiera alejarla, pero me esfuerzo en vano por descubrir cómo podría hacerse.
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Princesa mecánica (Cazadores de sombras - Los orígenes 3) de Cassandra Clare
—He vivido por ti —contestó—. Y he vivido por Will, y luego he vivido por Tessa, y por mí, porque quería estar con ella. Pero no puedo vivir eternamente por otras personas. Nadie puede decir que la muerte encontró en mí un camarada voluntario, o que me fui sin luchar. Si dices que me necesitas, me quedaré todo lo que pueda por ti. Viviré por ti y por los tuyos, y me iré luchando contra la muerte hasta que no quede de mí más que huesos y pellejo. Pero no será mi elección.
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Princesa mecánica (Cazadores de sombras - Los orígenes 3) de Cassandra Clare
(…) Y eso más que nada demuestra que no eres Sydney Carton, Will, que el tuyo no es la clase de amor que sólo puede redimirse con destrucción. Es lo que vi en ti, lo que siempre he visto en ti, lo que me hizo querer ayudarte. Que no desesperas, que tienes una infinita capacidad para la alegría. —Le puso una enguantada mano bajo la barbilla y le alzó el rostro. No había muchas personas con las que Will tuviera que levantar la cabeza para mirarles a los ojos, pero Magnus era una de ellas—. Estrella brillante —continuó, y sus ojos eran pensativos, como si estuviera recordando algo o a alguien—. Los que sois mortales, ardéis con tanta ferocidad... Y tú eres más feroz que la mayoría, Will. Nunca te olvidaré.
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Princesa mecánica (Cazadores de sombras - Los orígenes 3) de Cassandra Clare
—Entonces, esto es un milagro —repuso ella—. Y los milagros no se cuestionan, ni se protesta porque no están hechos perfectamente de acuerdo con lo que querríamos.
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2. Príncipe mecánico (Cazadores de sombras: Los orígenes) de Cassandra Clare
—¿Es eso lo que significa ser parabatai? —preguntó—. ¿Acabar las frases del otro y cosas así? Porque en el Códice no se explica mucho. Will y Jem se miraron. Will se encogió de hombros primero. —Es bastante difícil de explicar —contestó altivo—. Si no lo has experimentado… |
2. Príncipe mecánico (Cazadores de sombras: Los orígenes) de Cassandra Clare
¿Se podía de verdad amar a dos personas a la vez? ¿Se podía dividir el corazón en dos? ¿O era que el episodio con Will en el balcón había sido una locura inducida por las drogas de los brujos? ¿Habría sido igual con cualquiera? Esa idea la rondaba como un fantasma.
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Ciudad de los ángeles caídos (Cazador de sombras 4) de Cassandra Clare
Pero se trata de ti, y ahora me doy cuenta de que nunca estaré más preparado para perderte de lo que lo estoy ahora. —Cogió con delicadeza la cara de Alec—. Y no lo estoy en absoluto.
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Ciudad de los ángeles caídos (Cazador de sombras 4) de Cassandra Clare
A ella le encantaba cómo la abrazaba. Con delicadeza, pero nunca con un exceso de suavidad que le hiciera sentir que controlaba la situación más que ella. Ninguno de los dos era capaz de controlar sus sentimientos, y a Clary le gustaba eso, le gustaba sentir el corazón de Jace palpitando con fuerza junto al suyo, le gustaba cómo murmuraba él pegado a su boca cuando ella le devolvía sus besos.
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Ciudad del fuego celestial (Cazadores de sombras 6) de Cassandra Clare
—He vivido mucho tiempo —insistió Magnus—. Tantos años, y no, no parecen suficientes. No mentiré y diré que sí. Quiero seguir viviendo, y en parte por ti, Alec. Nunca he querido vivir tanto como lo he querido estos últimos meses contigo. Alec parecía anonadado. —Moriremos juntos —dijo—. Al menos, déjame quedarme, contigo. —Tienes que volver. Tienes que volver al mundo. —No quiero el mundo. Te quiero a ti. |
Ciudad del fuego celestial (Cazadores de sombras 6) de Cassandra Clare
—No soy cauta —replicó, mientras él le rozaba la sien con los labios. Su cálido aliento le agitaba los rizos cercanos a la oreja—. Sólo que no soy tú. Notó que él se reía. Le bajó las manos por los costados y la agarró por la cintura. —Eso, seguro que no. Sin duda eres mucho más guapa. —Oh, ahora sí que creo que me amas —dijo ella, con la respiración acelerada mientras él le recorría el mentón con los labios, terriblemente despacio—. Porque nunca creí que admitirías que alguien es más guapo que tú. |
Ciudad del fuego celestial (Cazadores de sombras 6) de Cassandra Clare
—Quizá siempre hayas sido sabio -insistió Jace-. Recuerdo cuando te pregunté si querías ser mi parabatai, y me dijiste que necesitabas pensártelo un día o dos. Y luego volviste y me dijiste que sí, y cuando te pregunté por qué habías aceptado, me dijiste que era porque yo necesitaba a alguien que me cuidara. Y tenías razón. Nunca había vuelto a pensarlo, porque nunca tuve que hacerlo. Te tenía, y tú siempre me has cuidado. Siempre.
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Ciudad del fuego celestial (Cazadores de sombras 6) de Cassandra Clare
—Las espadas, cuando se rompen y se arreglan, pueden ser más fuertes en los puntos reparados —dijo Jace—. Quizá pase lo mismo con los corazones. El hermano Zachariah, que era un chico como el propio Jace, le sonrío con tristeza. —Espero que tengas razón. |
Ciudad del fuego celestial (Cazadores de sombras 6) de Cassandra Clare
—Lo sé -repuso Simon—. Lo sé y no me importa. Jace me dijo una vez que me pisotearías el corazón con tus botas de tacón, y eso no me ha hecho cambiar. Isabelle soltó un leve bufido de risa contenida. —¿Eso te dijo? ¿Y tú te has quedado? Él se inclinó hacia ella. Si hubiera tenido aliento, le habría agitado el cabello. —Lo consideraría un honor |
Ciudad del fuego celestial (Cazadores de sombras 6) de Cassandra Clare
Somos todos los trozos de lo que recordamos. Tenemos en nuestro interior las esperanzas y los temores de aquellos que nos aman. Mientras haya amor y memoria, no existe la auténtica pérdida.
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Ciudad del fuego celestial (Cazadores de sombras 6) de Cassandra Clare
Y a pesar de que tu parabatai es la persona más cercana a ti en ciertas formas, no te puedes enamorar de ellos. Y si mueren, una parte de ti muere con ellos.
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Ciudad del fuego celestial (Cazadores de sombras 6) de Cassandra Clare
—Nada de matar —dijo Jordan— Estamos intentando hacerte sentir en paz. Sangre, matar, guerra, todas esas cosas no son pacíficas. ¿No hay nada más que te guste? —Armas —dijo Jace— Me gustan las armas. —Estoy empezando a pensar que tenemos una problemática cuestión de filosofía personal aquí. |
Ciudad de hueso (Cazadores de sombras 1) de Cassandra Clare
Si fueras la mitad de gracioso de lo que crees que eres, muchacho, serías el doble de gracioso de lo que eres.
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Ciudad de las almas perdidas (Cazadores de sombras 5) de Cassandra Clare
Y no vuelvas a usar los anillos mágicos para preguntar por Los Pitufos.
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Gregorio Samsa es un ...