Princesa mecánica (Cazadores de sombras - Los orígenes 3) de Cassandra Clare
(…) Y eso más que nada demuestra que no eres Sydney Carton, Will, que el tuyo no es la clase de amor que sólo puede redimirse con destrucción. Es lo que vi en ti, lo que siempre he visto en ti, lo que me hizo querer ayudarte. Que no desesperas, que tienes una infinita capacidad para la alegría. —Le puso una enguantada mano bajo la barbilla y le alzó el rostro. No había muchas personas con las que Will tuviera que levantar la cabeza para mirarles a los ojos, pero Magnus era una de ellas—. Estrella brillante —continuó, y sus ojos eran pensativos, como si estuviera recordando algo o a alguien—. Los que sois mortales, ardéis con tanta ferocidad... Y tú eres más feroz que la mayoría, Will. Nunca te olvidaré.
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