Las madres me ha reconciliado con los Mola tras La Nena que no me gustó nada. No sé cómo elaboran las historias los escritores, cómo trabajan las tramas y personajes, pero lo cierto es que yo, personalmente, noto importantes saltos de calidad entre una entrega y otra:
La novia gitana, especialmente adictivo, se lee sin descanso. La trama, la emoción policial te atrapa.
La red púrpura, presenta mayor complejidad y más elaboración literaria. Sigue siendo adictivo, pero el esmero creativo es mayor.
Con La Nena, el estilo literario flaquea, lo gore se antepone a la trama. Abundan las escenas gratuitas de violencia extrema, tanto que acaban aburriendo.
Pero, llega Las madres y regresa una historia bien hilada, donde los personajes tanto veteranos como nuevos cobran fuerza y en el que lo gore no se impone sobre la emoción policial que ha de contener y despertar un buen thriller.
Si hay algo que, especialmente me ha sorprendido, es la reflexión que gira en torno sobre la trama principal. Me ha gustado bastante que los autores hayan vertido su propia opinión y hayan lanzado al aire preguntas a los lectores, invitándonos a reflexionar.
Pese a que esta entrega es disfrutable y la recomiendo, encuentro un "pero": la manía que tienen estos autores de meter con calzador ciertos temas polémicos de actualidad. Considero que con la trama central ya habían acertado, no sé por qué esa manía de colar otros temas que aparecen de forma confusa e ilógica.
Aún así, Las madres es un buen thriller que te mantiene expectante en cada página.
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