La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro.
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Carlos Ruiz Zafón
Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quién lo escribió, y el alma de quiénes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Aquel libro me enseñó que leer podía hacerme vivir más y más intensamente, que podía devolverme la vista que había perdido. Sólo por eso, aquel libro que a nadie le importaba cambió mi vida.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
De niño aprendí a conciliar el sueño mientras le explicaba a mi madre en la penumbra de mi habitación las incidencias de la jornada, mis andanzas en el colegio, lo que había aprendido aquel día… No podía oír su voz o sentir su tacto, pero su luz y su calor ardían en cada rincón de aquella casa y yo, con la fe de los que todavía pueden contar sus años con los dedos de las manos, creía que si cerraba los ojos y le hablaba, ella podría oírme desde donde estuviese.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Le digo yo que bastarán tres o cuatro generaciones para que la gente ya no sepa ni tirarse pedos por su cuenta y el ser humano vuelva a la caverna, a la barbarie medieval, y a estados de imbecilidad que ya superó la babosa por el pleistoceno. Este mundo no se morirá de una bomba atómica como dicen los diarios, se morirá de risa, de banalidad, haciendo un chiste de todo, y además un chiste malo.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Cada libro, cada volumen que ves aquí, tiene un alma. El alma de la persona que lo escribió y de aquellos que lo leyeron, vivieron y soñaron con él.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien bajas sus ojos a las páginas, su espíritu crece y se fortalece.
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Las luces de septiembre de Carlos Ruiz Zafón
No valía la pena perder el tiempo en intentar cambiar el mundo; bastaba con evitar que el mundo cambiase a uno.
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El laberinto de los espíritus de Carlos Ruiz Zafón
El nivel de barbarie de una sociedad se mide por la distancia que intenta poner entre las mujeres y los libros
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El laberinto de los espíritus de Carlos Ruiz Zafón
Había llegado a la conclusión de que uno no sabe quién es de verdad hasta que aprende a odiar
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El laberinto de los espíritus de Carlos Ruiz Zafón
Una historia no tiene principio ni fin, tan sólo puertas de entrada. Una historia es un laberinto infinito de palabras, imágenes y espíritus conjugados para desvelarnos la verdad invisible sobre nosotros mismos. Una historia es, en definitiva, una conversación entre quién la narra y quién la escucha, y un narrador solo puede contar hasta donde le llega el oficio y un lector solo puede leer hasta donde lleva escrito en el alma |
El palacio de la medianoche de Carlos Ruiz Zafón
Debíamos aprender todavía que el Diablo creó la juventud para que cometiésemos nuestros errores y que Dios instauró la madurez y la vejez para que pudiéramos pagar por ellos.
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El príncipe de la niebla de Carlos Ruiz Zafón
La diversion es como el láudano; nos eleva de la miseria y el dolor, aunque solo fugazmente.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
Mire, Daniel. El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Como si fuese un chorizo, una furcia o un vendedor de lotería: sus tres encarnaciones más socorridas. Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él.
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La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón
—Mire, Daniel. Las mujeres, con notables excepciones como su vecina la Merceditas, son más inteligentes que nosotros, o cuando menos más sinceras consigo mismas sobre lo que quieren o no. Otra cosa es que se lo digan a uno o al mundo.
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El prisionero del cielo de Carlos Ruiz Zafón
No es nada, Daniel. Es que desde que me ha dado por seguir la liga cada vez que pierde el Barça me baja la tensión
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El laberinto de los espíritus de Carlos Ruiz Zafón
Cuando yo era joven pensaba que para navegar por el mundo bastaba con aprender a hacer bien tres cosas. Una: atarse los cordones de los zapatos. Dos: desnudar a una mujer a conciencia. Y tres: leer para saborear cada día unas páginas compuestas con luz y destreza.
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¿Quién es autor del libro?